MADRID.- El secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó hoy que la política de rebajas fiscales de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, son "dádivas para los que tienen y limosna para los trabajadores", al tiempo que se mostró pesimista sobre el futuro de la necesaria negociación colectiva y con la administración autonómica de los sindicatos en estos tiempos de crisis económica.
"Aquí no sé qué va a ocurrir, porque aquí en Madrid se está desarrollando una política que se resume en una sola frase: no hacer nada contra la crisis económica", opinó, puesto que lo que hace Aguirre es "rebajar impuestos" lo que en las condiciones actuales es "hacer una dádiva a los que tienen mucho dinero y pretender dar una limosna a los trabajadores".
Durante la clausura del XII Congreso de UGT Madrid, Méndez criticó que con estas rebajas lo que dice el Gobierno regional es que "cada cual se las apañe como pueda frente a la crisis". Una excusa, a su juicio, "para no hacer absolutamente nada en un momento que es el de las políticas públicas, como se ha demostrado aquí, en Alemania, en Estados Unidos o en Japón".
"La iniciativa privada ha dado 28 pasos atrás y son las iniciativas públicas las que tienen que abanderar la inversión, la política que se reduce a las rebajas de impuestos es peor que lo que Aguirre critica de las subvenciones, es una política de limosna para los trabajadores para que luego nos busquemos la vida por nuestra cuenta", lamentó.
EMPLEO, BASURA PARA LOS EMPRESARIOS
Por otra parte, consideró que el problema español es que el empleo tiene muy poco valor añadido y los empresarios nacionales consideran el empleo como "basura" y, como tal, la sacan a la calle. Méndez, que comparó el caso español con el alemán, destacó que la economía germana crea valor añadido y los empresarios aprecian el empleo.
"Para un empresario en Alemania la última alternativa es despedir a un trabajador. Para ellos es un problema tan grande como quemar a una máquina de última generación y por eso se recurre de manera masiva a expedientes de reducción de jornada laboral. Sin embargo aquí, como el empleo es de muy bajo valor añadido, muy barato, muy precario, porque las actividades que tenemos son así, la variable de ajuste es el empleo", planteó.
"En Alemania el empleo es un valor. Aquí, desgraciadamente, los empresarios consideran que el empleo es basura y, como una bolsa de basura, la sacan a la calle. Ésa es la situación que hay que cambiar de manera radical", declaró, al tiempo que insistió en la necesidad de mantener el diálogo social para luchar contra la crisis.
Asimismo, hizo referencia a la decisión de ayer de no convocar una huelga general. "Lo que ocurrió ayer es una enseñanza a nosotros, UGT y CC.OO., que nos debe reafirmar en nuestra estrategia, porque nosotros vamos a apostar por el diálogo social, incluso queremos hacer un llamamiento a nuestras organizaciones para que extiendan la propuesta confederal a las comunidades autónomas", señaló.
No obstante, Méndez se mostró pesimista nuevamente ante el caso de la Comunidad de Madrid. "Aquí no sé qué va a ocurrir porque la presidenta está muy alejada de las organizaciones sindicales y muy alejada de lo que hay que hacer en una situación de crisis económica. Está en una posición de lejanía casi absoluta, salvo con una persona... muestra cercanía con el ministro de Fomento... Cercanía por las Cercanías", bromeó, para añadir: "Espero que no sea porque la señora Esperanza está viendo en lontananza un goloso paquete privatizador sobre un servicio público fundamental". "Tendremos que estar muy atentos", zanjó.
DE LA SELVA ESMERALDA AL DESIERTO DEL SAHARA
Por otra parte, Méndez se mostró escéptico sobre los "brotes verdes" vistos por algunos miembros del Gobierno de la Nación. "Hemos pasado en un tiempo récord de crecimiento económico, de optimismo, de una situación en la que algunos tenían ínfulas de nuevos ricos, a una situación de recesión económica, crisis y pesimismo. Hemos pasado del verdor exuberante de la selva esmeralda, tapizada del billete verde de dólar de Wall Street, pero llena de peligros, y esos peligros se han hecho con toda su crudeza una dura realidad contra los trabajadores", explicó.
"Hemos pasado de la selva esmeralda al desierto del Sáhara. Un día sí y otro también nos esforzamos en adivinar algún brote de verdor, pero yo no sé en este momento si son una realidad o simplemente son un espejismos", manifestó.
No obstante, frente a la crisis dijo tener una "gran confianza en la clase trabajadora si saben hacer bien las cosas las organizaciones sindicales". "A este país no lo va a sacar de las crisis económica los banqueros o las administraciones públicas por sí mismas, sino que la vamos a sacar las clases trabajadoras, pero con unas determinadas condiciones", avanzó.
"En 2008 se ha producido una hecatombe sólo similar a 1989, cuando se derrumbó con estrépito un sistema político que pretendía acabar con el mercado. Ahora se ha hundido la superioridad moral y la credibilidad de un sistema que pretendía eliminar al Estado. Los dos, en el fondo, estaban basados en un absurdo", declaró.
Méndez, que defendió que la necesidad de que no se olvide por qué ha pasado la crisis, dijo que el sistema del neoliberalismo global está basado en un absurdo pues "la sociedad se ha comprimido dentro del mercado y el mercado se ha reducido a las cotizaciones en bolsa, es decir, se ha puesto al servicio de la especulación la economía productiva". De modo que "es una trampa contra los derechos de los trabajadores, hasta el punto que se sabe cuánto suben las cotizaciones en bolsa en proporción al número de puestos de trabajo que se destruyen", añadió.
El responsable de UGT recordó que en España se han hecho muchas reformas laborales, la última entre 1992 y 1994 con Felipe González, debido a una crisis económica terrible donde se destruyeron cientos de miles de puestos de trabajo a pesar de la reforma laboral.
"Ambas tuvieron una dura y legítima respuesta sindical, dos huelgas generales. Se debería suponer que esas reformas podrían haber evitado algo la destrucción del trabajo, o al menos desde la lógica de los reformadores, estaríamos mejor preparados para la siguiente crisis, que ha sido ésta. Pues no estamos mejor preparados, porque el mercado laboral no es el origen, es la víctima de la crisis", planteó.
"La crisis es de origen financiero y tiene vinculación con nuestra estructura financiera porque en nuestro país se ha llevado hasta sus últimas consecuencias un modelo de especulación a través de las viviendas", concluyó Méndez.
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