NUEVA YORK (EEUU).-
Hace dos mil años todos hubiéramos querido vivir en Roma… y ahora Nueva York es Roma. Aquí es donde está la acción
Eso dijo Lennon y ése es el espíritu de la muestra organizada por Yoko Ono, Imagine Peace, inaugurada hace unos días en el anexo neoyorquino del Rock & Roll Hall of Fame y que recrea los años del músico en Nueva York a través de objetos poco conocidos.
El anexo del Museo de Rock de Cleaveland, se encuentra en Mercer St., una calle empedrada y cool del SoHo, a dos manzanas de la estación Spring del metro, línea verde, y cerca de la exclusiva y carísima tienda de la marca de básicos A.P.C.
El museo del Rock de Nueva York abrió hace un año y no es grande. Son tres salas para recordar astros del rock: la guitarra de Johnny Cash, el Chevrolet Bel Air convertible de Bruce Springsteen, la copia personal del álbum Freewheelin' de Bob Dylan, un corsé y una chupa de cuero de Madonna, la guitarra destrozada que Prince rompió mientras grababa 'My name is Prince' y mucho más.
Hay mucho para ver, pero desde la semana pasada, los visitantes recorren las salas con prisa. Quieren llegar a la última, donde está la muestra de John Lennon, una de las más comentadas en la ciudad por estos días.
Aunque es una única sala, la gente suele quedarse un buen rato, porque es fanática o para amortizar los 26 dólares de la entrada. Algunos se abstraen escuchando música por los auriculares que provee el museo, otros se quedan media hora mirando la letra de una canción y, sí, también hay quienes lloran. Como esa mujer de pelo rojo que no podía dejar de mirar la frase proyectada en la pared: "Escribir canciones tiene que ver con sacar los demonios fuera de mí".
El gran espacio blanco de la exhibición recuerda el Bed- In que la pareja hizo en el Hilton de Amsterdam para promover la paz durante la Guerra de Vietnam. En lugar de haber una cama, aquí se ven vitrinas con objetos y documentos que pertenecieron al cantante. Como era de esperar, Yoko también coló alguna poesía y dibujo. Está el piano negro de Steinway & Sons que Lennon tuvo en su departamento del edificio Dakota y, entre otros, los manuscritos de 'Whatever gets you thru the nignt', 'Good' y '(Just like) starting over', el tema que abre 'Double Fantasy', el disco que marcó su regreso a la música. También hay bancos para sentarse a escuchar música, se pueden ver dos vídeos, los documentos que muestran la batalla legal de la pareja para que no deporten a John de Estados Unidos, la Green Card que obtuvo recién en 1976, una campera verde de retazos militares, un par de guitarras con historia y un autorretrato donde Lennon se dibujó como Estatua de la Libertad. En lugar de tener una antorcha en la mano, su versión muestra el símbolo del poder negro: la mano en alto y el puño cerrado.
Se ve el libro 'Grapefruit' de Yoko Ono, que inspiró al ex Beatle para escribir el himno pacifista 'Imagine', y la camiseta con la inscripción 'New York City', la de la famosa foto tomada en 1974 por Bob Gruen, el fotógrafo del rock. Cuenta Gruen que ese día estaban haciendo una serie de tomas de John en Nueva York, cuando a él se le ocurrió quitarle las mangas a la camiseta y se las cortó ahí mismo, con una navaja que llevaba en el bolsillo. Así surgió esta foto donde el ex beatle posa como un newyorker total, con el horizonte de edificios de Manhattan atrás.
Para muchos lennonólogos, Yoko incluida, John era un neoyorquino, amaba Nueva York, la atmósfera 24 horas que se respira en la ciudad, andar en bicicleta por Greenwich Village, pasear por el Central Park y ese sentimiento de privacidad que ahí se alcanza aún en público. Para ellos, John pasó sus mejores años en Nueva York, donde vivió desde 1971 hasta el 8 de diciembre de 1980, cuando el fanático Mark David Chapman lo mató al dispararle cinco tiros.
A propósito, el objeto más polémico de esta exhibición está al final, cerca de la salida. Es la bolsa que le entregaron a Yoko Ono en el Hospital Roosevelt, donde el cantante fue atendido. "Me devolvieron a John en una bolsa de papel madera. Quiero que el mundo sepa eso", dijo Ono. La viuda y artista también afirmó que el número de muertos por armas en Estados Unidos desde que mataron a Lennon se eleva a 932.000 y esa cifra excede por mucho a los soldados muertos en la Guerra de Vietnam.
Al lado de la bolsa con los restos ensangrentados de Lennon hay una pizarra con un rotulador negro colgando y un cartel que dice: "Firmen aquí los que apoyan leyes de armas más estrictas en Estados Unidos. Cuando esta muestra termine se entregará una petición al presidente Barak Obama". Cuando visité la exposición, unos días después de inaugurada, la pizarra ya estaba lleno de firmas.
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