Bilbao.- El presidente de la caja guipuzcoana Kutxa, Xabier Iturbe, ha urgido hoy a las administraciones a tomar medidas para poder "salir con fuerza" en el momento en que se produzca la reactivación económica.
Iturbe, presidente por turno de la sociedad de valores de las cajas de ahorro vascas, Norbolsa, ha tomado parte hoy en Bilbao en un acto con motivo de XX aniversario de esta entidad, en la que ha considerado que "tras un año de caída libre" de la economía mundial parece que, sobre todo en Estados Unidos, a lo largo de este año se podrá tocar fondo.
"El año que viene seguiremos en el fondo y a partir de 2011 podremos comenzar a salir", ha apuntado.
Pero ha recalcado que lo realmente importante es que "nos esforcemos en acordar qué tenemos que hacer para poder salir de la crisis con fuerza, que es algo que depende de nosotros".
Iturbe ha señalado que entre las medidas que hay que tomar hay algunas de carácter estructural, "que están en boca de todos", como es la reforma del mercado laboral.
"No puede ser que este país tenga más de 4 millones de parados, tenemos un mercado laboral viejo", que responde a necesidades antiguas, ha recalcado.
Ha considerado también que las administraciones públicas, en unos tiempos en que el sector privado está viviendo constantes problemas y expedientes de regulación de empleo, debe tomar medidas "para adaptarse a los tiempos", aunque no ha aclarado en qué sentido.
En el terreno industrial, ha recalcado, hay que decidir "qué queremos ser dentro de unos años", porque un crecimiento basado en la construcción y el turismo "se ha demostrado que se agota".
Iturbe se ha mostrado partidario también de "meter mano en el tema educativo". "No podemos tener un fracaso escolar por encima del 30% y aspirar a estar en el primer mundo", ha añadido.
En los actos de conmemoración del XX aniversario de Norbolsa ha tomado parte también Otmar Issing, ex economista jefe del Bundesbank y del Banco Central Europeo, que en la actualidad preside el comité de asesores de Angela Merkel para el nuevo orden financiero.
Issing, considerado como uno de los principales padres del euro, ha considerado que el éxito de la moneda común europea es hoy algo evidente, pero ha recordado que en su momento tuvo que hacer frente a un escepticismo bastante generalizado.
El euro, ha afirmado, "ha sido un ancla para la estabilidad del sistema financiero" y se ha preguntado qué hubiera pasado si la actual crisis económica se hubiera producido en el marco de una Europa con 17 monedas nacionales. "Pues que habría sido un desastre", se ha contestado.
En este sentido, ha asegurado que el euro ha actuado como un "paraguas protector" contra algunos de los efectos de la crisis financiera, aunque otros, como la compra de activos tóxicos, no dependen de la moneda, sino de las decisiones de las propias entidades.
Issing no se ha pronunciado abiertamente sobre la posibilidad de que el Reino Unido decida finalmente integrase en el sistema euro, aunque ha considerado que se dan algunas de las condiciones precisas para ello, como que en Gran Bretaña haya una "lío macroeconómico" al que los países de la zona euro "se están enfrentando mejor".
En el Reino Unido, ha insistido, hay un núcleo duro de resistencia a Europa "más allá de la lógica", que se cifra entre un 10% y un 20% de la población, lo que es "difícil de afrontar" desde el punto de vista político, aunque ha considerado que "el debate ha vuelto a comenzar".
Issing ha insistido en la necesidad de que los países respeten la disciplina que exige el Pacto de Estabilidad. Ha recordado que gracias a que en el pasado algunos países, como España, fueron estrictos en este tema, ahora pueden hacer frente al déficit.
En todo caso, se ha mostrado partidario de establecer límites, incluso por pacto constitucional, a la capacidad de endeudamiento de los distintos países, porque a veces "la política tiene la tentación de ofrecer más de lo que puede alcanzar mediante la recaudación de impuestos".
Sobre la situación económica actual, Issing ha considerado que "seguimos en fase de caída", aunque a menor velocidad de la que sufríamos hace un tiempo, lo que "no es muy alentador", pero hay que tener en cuenta que "toda recuperación comienza siempre por ahí".
En este momento, ha recalcado, no cabe esperar una rápida recuperación porque primero habrá que alcanzar un grado de estabilidad.
Sobre la actuación de las instituciones europeas, Issing ha recordado que gran parte de las competencias políticas siguen estando en manos de los estados, por lo que son éstos los que deben actuar, aunque es necesario establecer normas comunes.
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