Granada.- La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, considera que el PP quiere reabrir un debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo "cuando ya se hizo en España hace 24 años", después de que su líder, Mariano Rajoy, anunciara el recurso ante el Tribunal Constitucional contra la nueva ley de plazos.
Jiménez se ha mostrado sorprendida de que el PP se oponga a una ley "que quiere homologarse al resto de leyes que existen en el ámbito europeo" porque ofrece más garantías de derechos para la mujer y "una mayor seguridad jurídica para los profesionales sanitarios".
Jiménez ha explicado que con la medida de permitir el aborto a menores de entre 16 y 18 años sin el consentimiento de sus padres, se trata de abordar una situación en la que antes "existía una gran indefinición política", pero no evitar que las mujeres jóvenes puedan hablar con sus padres, "sino todo lo contrario".
"Queremos que, si pueden tomar una decisión, lo hagan sin ningún tipo de trabas ni impedimentos" y que prevalezca siempre su decisión y voluntad, ya que las relaciones con sus padres deben quedar "en el ámbito familiar", ha dicho la ministra, que ha participado en la Conferencia Sectorial sobre Europa que celebra su partido hoy en Granada.
También se ha quejado de que la Conferencia Episcopal "y otros ámbitos de la extrema derecha" nieguen la posibilidad de regular una estrategia en materia de salud y reproductiva "cuando es tan importante en nuestro país para evitar los embarazos no deseados".
Por otra parte, ha indicado que el vender la píldora del día después en las farmacias garantiza su acceso "en condiciones de igualdad a todas la mujeres de nuestro país" porque no en todas las comunidades autónomas existen centros que las dan.
Por todo ello, ha manifestado que estas decisiones se están tomando para que las interrupciones se hagan con las mejores garantías, y ha recordado que dentro de la estrategia de Salud también está fomentar el uso del preservativo.
En este sentido, ha hecho referencia a las declaraciones del arzobispo de Granada, Javier Martínez, en las que aseguraba que el preservativo ha propagado el virus del sida en África, de las que ha dicho que son "una auténtica irresponsabilidad" y un "atentado a la salud".
Jiménez considera que no se puede permitir que se hagan declaraciones de este tipo cuando esta enfermedad afecta a tantas personas y que alguien "que tiene una autoridad moral o pública" no puede hablar en contra de las recomendaciones que hacen las autoridades sanitarias.
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