Valladolid.- El primer Plan Director de Lucha contra Plagas Agrícolas que ha aprobado hoy el Consejo de Gobierno con un presupuesto de 9 millones de euros contiene procedimientos específicos para prevenir y combatir las doce plagas más comunes en Castilla y León.
La polilla del racimo, la nefasta del cereal, la bacteriosis del guisante, los nematodos de la patata, el topillo campesino, el fuego bacteriano, el jopo, la flavescencia dorada de la vid, el moteado de los frutales, la rhizoctonia, los hongos de la madera de la vid y el gusano cabezudo son los nombres de las plagas que prevé atajar la Junta con este Plan Director.
El portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, ha recordado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que la elaboración del primer Plan Director de Lucha contra Plagas Agrícolas se gestó como consecuencia de la plaga de topillo campesino que afectó el pasado año a la Comunidad.
La Junta confía en que las medidas incluidas en el Plan permita, no sólo disponer de procedimientos en situación de crisis, sino contar con un catálogo de actuaciones de prevención, vigilancia y control de los agentes causales de las mismas que permitan evitar llegar a esa situación de crisis.
De Santiago-Juárez ha detallado que la intención de la Junta es dar una "rápida respuesta" a los agricultores que detecten la presencia de alguna de estas plagas en sus cultivos.
La colaboración entre las diferentes consejerías involucradas en la erradicación de las plagas, como las de Sanidad, Medio Ambiente y Agricultura, y la participación de las universidades públicas de la Comunidad son otros de los puntos incluidos en el Plan Director.
El protocolo se refiere también a los mecanismos necesarios para evitar que el ataque a la plaga tenga efectos adversos, directos o indirectos, sobre el medio ambiente y la salud pública.
El documento consta de tres partes, una primera centrada en la prevención y la vigilancia, otra de control para evaluar el riesgo de la plaga para los sectores afectados y la última, centrada en la gestión de la crisis, que servirá para coordinar las medidas de actuación en cada momento de propagación de la plaga.
El Plan Director crea también el denominado Sistema de Vigilancia y Control de Plagas, que está formado por la Red de Vigilancia Fitosanitaria creada en 2007, el Servicio competente en materia de Sanidad Vegetal de la Dirección General de Producción Agropecuaria, y el Observatorio de Vigilancia y Control creado para coordinar la aplicación del propio plan director.
Hasta ahora, el Comité Científico de Lucha contra las Plagas Agrícolas en Castilla y León ha aprobado seis procedimientos para las principales plagas agrícolas de Castilla y León que son la polilla del racimo, la nefasta del cereal, la bacteriosis del guisante, los nematodos de la patata, el topillo campesino y el fuego bacteriano.
Además, para 2009 está prevista también la aprobación de otros seis nuevos procedimientos a lo largo del 2009 para las plagas del jopo, la flavescencia dorada de la vid, el moteado de los frutales, la rhizoctonia, los hongos de la madera de la vid y el gusano cabezudo en frutales.
Además del Plan Director, el Consejo de Gobierno ha aprobado en la misma reunión una inversión de 2,7 millones de euros para la realización de obras de concentración parcelaria en Prádena (Segovia) y la investigación de acuíferos en la zona regable de Valdivia-Aguilar (Palencia).
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