Zaragoza.- El Ayuntamiento de Zaragoza ha abierto al público el primer anillo verde de la ciudad, un tramo de ribera de la margen derecha del Ebro de 3,7 kilómetros de longitud y que permitirá disfrutar el Casco Histórico desde "una nueva perspectiva".
Así lo ha apuntado el consejero de Cultura y Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, en el transcurso de una visita al último tramo de ribera de este anillo que quedaba por concluir, entre la pasarela del Voluntariado y el Pabellón Puente.
Blasco ha recordado que esta es una zona que "había despertado mucho interés entre la ciudadanía" pero que no se pudo abrir por razones de seguridad durante la Expo ya que es el área en la que estaba instalado el escenario del espectáculo del Iceberg.
Esta instalación estará completamente desmontada en unas dos semanas si el río "no crea problemas" y ya se han reparado también los elementos pendientes de la obra, por lo que en quince días se celebrará la apertura oficial del tramo, ha explicado Blasco.
El consejero ha recordado que la ejecución de este tramo, incluida la pasarela del Voluntariado, obra de Javier Manterola, ha ascendido a doce millones de euros financiados por la Administración central.
Por su parte, la sociedad Expoagua, actualmente Zaragoza Expo Empresarial, ha asumido los 500.000 euros que han supuesto el desmontaje del Iceberg y la reparación de los elementos pendientes.
Blasco ha agradecido también la disposición del complejo deportivo militar El Soto y del tiro de pichón por permitir recuperar para la ciudadanía unos espacios que antes estaban vedados.
La Confederación Hidrográfica del Ebro tiene previsto terminar de desmontar la península que se levantó en el cauce del Ebro para construir la pasarela del Voluntariado, lo que permitirá que el río vuela a su estado anterior a la Expo, recupere el cauce y minimice las crecidas.
El consejero de cultura ha recordado el interés del Ayuntamiento de Zaragoza por aprovechar el "activo" que tiene la ciudad gracias a las riberas, que se van a destinar también a usos culturales y festivos durante los meses de junio y julio.
A ello contribuirán los festivales del Ebro, que en años sucesivos incorporarán nuevos recintos.
Así, ha destacado que para el mes de octubre próximo estará ya terminado todo el nivel cero de la Expo y este verano se utilizarán siete espacios de las riberas y distintos equipamientos de la ciudad.
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