Barcelona.- El Regal Barcelona afronta su décima participación en una Final entre Cuatro de la Euroliga con la intención de romper su gafe histórico y superar en las semifinales al vigente campeón, el CSKA de Moscú, para aspirar a su segunda corona continental que premie la gran inversión del club en el equipo entrenado por Xavi Pascual.
Precisamente, Pascual encara su primer gran reto internacional al frente del equipo. Llegado al banquillo del Palau hace poco más de un año para sustituir a Dusko Ivanovic, se ha consolidado al frente del equipo pese a haber perdido la final de la última edición de la ACB ante el Tau y la última Copa del Rey.
A dos partidos de ganar su primer título como entrenador, Pascual asume un reto múltiple. En primer lugar, devolver al Barcelona al éxito. No logra el equipo azulgrana un título desde la Copa del Rey de 2007, y la inversión del club demanda ya un trofeo.
También puede convertirse en el primer entrenador español que conquista una Euroliga como tal, ya que los últimos campeones españoles (Barcelona 2003, Real Madrid 1995 y Joventut 1994) estaban dirigidos por entrenadores foráneos.
En su primera Final a Cuatro, Pascual se medirá a un técnico de amplia experiencia y brillante palmarés, Ettore Messina, campeón en cuatro ocasiones (1998, 2001, 2006 y 2008) con dos equipos distintos y primer candidato al banquillo del Palau tras la destitución de Ivanovic. Finalmente, ante las dificultades para ficharle, el club se decantó por Xavi Pascual.
Además, el Barcelona volverá a mantener en Berlín un pulso con su propia historia. Jugará su décima Final a Cuatro, desde Múnich 1989 hasta Praga 2006, su última presencia, en la que fue eliminado precisamente por el CSKA. Sólo en 2003, en el Palau Sant Jordi, logró ganar la máxima competición continental.
El rival del Barça en la primera semifinal (el viernes a las 18 horas) volverá a ser el vigente campeón, el CSKA de Moscú. En sus dos últimas apariciones en una Final a Cuatro, el equipo azulgrana ya se enfrentó al potente equipo ruso: ganó en el Palau Sant Jordi (2003) y perdió en Praga (2006).
El CSKA llegará a Berlín con más descanso. Sólo necesitó tres partidos para eliminar al Partizán en la serie de cuartos y desde entonces, se ha centrado casi exclusivamente en la Euroliga. Con Siskauskas, Smodis y Khryapa como valores en la pintura, el conjunto de Messina puede acusar la baja de Papaloukas en la dirección de juego. El rendimiento del equipo ha estado por debajo de lo esperado a lo largo de toda la temporada, pero su experiencia en partidos de este tipo acredita al CSKA como uno de los favoritos al título.
Los dos aspirantes griegos, Panathinaikos y Olympiacos, protagonizarán la segunda semifinal a partir de las nueve de la noche, en un ambiente presumiblemente muy caliente. En la pista, el equipo verde parece contar con una cierta ventaja. Presenta una plantilla más consolidada (aunque mantendrá la duda hasta última hora del mejor defensa del torneo, Dimitris Diamantidis), dirigida por una institución, Zeljko Obradovic, el entrenador más laureado de la historia de la Copa de Europa, con seis títulos.
Frente a la magia de Obradovic, Olympiacos cuenta con el empuje desde el banquillo de otra leyenda, Pannagiotis Giannakis. En la cancha, estará liderado por Theo Papaloukas, el jugador mejor pagado de Europa y que representa como ningún otro la gigantesca inversión del club durante el pasado verano para aspirar a la Euroliga. Un ex del Barcelona, Ioannis Bouroussis, Nikola Vujcic y Josh Childress serán sus mejores armas. Vasilopoulus y Pelekanos, con problemas físicos, serán duda hasta el inicio del partido.
Pese al palmarés y el renombre de sus rivales, el Barcelona llega a Berlín avalado por su impecable trayectoria europea esta temporada. De los cuatro aspirantes, el azulgrana es el máximo anotador (81 puntos de media a lo largo de toda la Euroliga) y reboteador (34), además de presentar la mejor valoración media, con 95, por delante de Olympiacos (91) Panathinaikos (90) y CSKA (88).
Aunque es el equipo que más partidos ha disputado -un total de 21- y el último en obtener su clasificación para la final de Berlín tras derribar al Tau en la serie de cuartos, el Barcelona acumula un balance global de 17 victorias y cuatro derrotas. Su rival en las semifinales, que sólo necesitó tres partidos de cuartos de final para eliminar al Partizan, llega con un balance de 15-4. Cifras muy similares presentan Panathinaikos (15-5) y Olympiacos (14-6).
El campeón se coronará en un gran escenario, el O2 World de Berlín. En el regreso de la final a cuatro a la capital alemana, después del éxito del Real Madrid en 1980, el pabellón O2 acogerá los cuatro partidos. Inaugurado en septiembre de 2008 después de tan sólo dos años de construcción con un coste de 165 millones de euros, tiene una capacidad para 17.000 personas y es la pista del Alba Berlín (donde el Barcelona ya ganó esta temporada) y del Eisbären, equipo de hockey sobre hielo.
Javier Giraldo
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