Madrid.- España y Francia aprovecharán la XXI Cumbre Bilateral Hispano-Francesa para dar un nuevo impulso a los proyectos de interconexiones ferroviarias y energéticas que tienen encima de la mesa en diferentes fases de desarrollo, según fuentes del Gobierno.
La cumbre, que se celebrará este martes en Madrid, tiene previsto abordar, entre otros temas, la situación de la infraestructura de transportes y sobre todo las conexiones por la alta velocidad ferroviaria de la línea Madrid-Barcelona-Frontera Francesa, que entrará en funcionamiento en 2012, así como por carretera a través del túnel de Canfranc.
España informará del avance de la obras en la nueva línea de alta velocidad entre Barcelona y Figueras, que forma parte de dicho proyecto y cuyos trabajos de plataforma ya se encuentran en ejecución en la totalidad del recorrido de la misma.
El Gobierno español quiere negociar con el francés que las infraestructuras estén preparadas del otro lado de la frontera cuando lleguen hasta allí las obras españolas, para poder enlazar y ofrecer una salida transfronteriza.
En cuanto a las interconexiones eléctricas y gasísticas, se analizarán los progresos del plan aprobado en esta materia en la reunión de alto nivel que mantuvieron ambos Estados en junio de 2008 en Zaragoza.
España y Francia sellaron entonces un acuerdo por el que creaban una sociedad conjunta encargada de poner en marcha la interconexión eléctrica entre ambos países.
Respecto al plan gasístico, en esta cumbre no se esperan acuerdos concretos, aunque sí declaraciones que marcarán las fórmulas del trabajo entre ambas partes en dicho proyecto.
Asimismo, está prevista la firma del acuerdo sobre las autopistas del mar, después de que ambas países sellaran a finales de febrero pasado una declaración común sobre su adjudicación.
La cumbre será la ocasión para firmar los contratos de adjudicación de dos proyectos de autopistas del mar entre España y Francia por la fachada atlántica Nantes/Saint Nazaire-Gijón y Le Havre-Nantes-Vigo-Algeciras, de cuyas concesiones se encargarán un consorcio encabezado por la naviera francesa Louis Dreyfus y la italiana Grimaldi, y Acciona con su filial Transmediterránea, respectivamente.
Estas autopistas para el transporte en barco de camiones desde Gijón y Vigo a otros puertos franceses del Atlántico entrarán en funcionamiento antes de finales de año.
Los gobiernos prevén un flujo conjunto de unos 100.000 camiones embarcados al año durante los siete años en que ambos consorcios tienen obligación de mantener estas autopistas del mar, a cambio de recibir una subvención de 30 millones de euros cada una, de los cuales la mitad corresponderá a España y la otra a Francia.
Todos estos temas se abordarán en una reunión sectorial de Fomento a la que asistirán por parte de España el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, y el de Energía del Ministerio de Industria, Pedro Marín Uribe.
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