Washington.- La recesión que castiga a EEUU, Europa y otras partes del mundo llegará este año a Latinoamérica, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá un 1,5 por ciento, aunque la región resucitará en 2010 y crecerá un 1,6 por ciento.
Las proyecciones, contenidas en el informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales" divulgado hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que pronostica una contracción de la economía mundial del 1,3 por ciento, contrastan con las estimaciones de octubre para Latinoamérica, cuando el organismo pronosticó un crecimiento del 3,2 por ciento para este año en la región.
Pero latinoamérica no ha podido capear un temporal que se gestó en el sector financiero estadounidense y que ha encarecido los préstamos y reducido los flujos de capital hacia la zona.
La caída de los precios de las materias primas, que ha pasado una factura especialmente alta a grandes economías como Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela, y la menor demanda externa han hecho el resto.
A diferencia de ocasiones anteriores, la actual crisis encuentra a América Latina con balances más robustos y con una menor vinculación al sector financiero de los países ricos que la de otros países en desarrollo.
Aun así, persisten los riesgos y el "principal peligro", según el FMI, es que un prolongado desapalancamiento en las economías avanzadas conduzca a una paralización duradera en los flujos de capital hacia la zona, lo que forzaría a fuertes ajustes internos.
Al mismo tiempo, la caída adicional de las materias primas tendría un efecto "nocivo" sobre las exportaciones y el crecimiento en la mayoría de la región.
Por países, México, con una estrecha vinculación a EEUU, será el más golpeado, con una contracción esperada para este año del 3,7 por ciento. Le siguen Venezuela y Ecuador, con crecimientos negativos del 2,2 por ciento y del 2 por ciento, respectivamente.
Argentina y Brasil sufrirán contracciones del 1,5 por ciento y del 1,3 por ciento, respectivamente, mientras que Colombia tendrá crecimiento cero.
En el otro extremo de la balanza está Perú, que desafiará a los vientos globales de recesión y crecerá un 3,5 por ciento. Uruguay también se librará de la quema con un crecimiento previsto del 1,3 por ciento y Chile se quedará justo en el límite, con un 0,1 por ciento esperado.
En América Central, el FMI prevé un crecimiento medio del PIB del 1,1 por ciento para este año, frente a la contracción del 0,2 por ciento prevista para el Caribe.
El Fondo considera que el principal desafío para la zona es suavizar el ajuste a los impactos externos.
Menciona, en ese sentido, que dada la apertura y dependencia de la región de los flujos de capital, los países deben equilibrar las ventajas de las políticas contracíclicas con las desventajas de mermar la confianza de los inversores foráneos, lo que encarecería los préstamos y reduciría las entradas de capital aún más.
El Fondo subraya que los distintos países tienen diferentes márgenes de maniobrabilidad fiscal, dependiendo de las políticas aplicadas durante los años de bonanza.
El organismo destaca también que la política monetaria y fiscal es "particularmente compleja".
El informe del Fondo apunta, en ese sentido, que los bancos centrales con tipos de cambio más flexibles y objetivos de inflación creíbles -como Brasil, Chile, Colombia y México- tendrán espacio para recortes adicionales de los tipos de interés, sobre todo si la inflación sigue desacelerándose.
El FMI prevé que la inflación regional sea del 6,6 por ciento este año y del 6,2 por ciento en 2010, frente al 7,9 por ciento registrado en 2008.
En general, se observa una reducción inflacionaria en casi toda la zona, con la notable excepción de Venezuela, cuya inflación alcanzará el 36,4 por ciento este año, frente al 30,4 por ciento del 2008. La previsión para el 2010 es del 43,5 por ciento.
Por lo demás, el Fondo recomienda a los países del área mantener las políticas necesarias para garantizar la liquidez en el sistema y evitar así una verdadera crisis crediticia.
El organismo destaca que muchos países han tomado ya medidas en esa dirección, como Brasil y México, mientras que otros como Costa Rica y El Salvador, o también el propio México, han llamado a las puertas del Fondo para protegerse de la crisis.
El FMI hace hincapié, para finalizar, en que el mercado ha diferenciado entre países.
Así, mientras que el acceso a préstamos se ha encarecido de forma sustancial para algunos como Argentina, Ecuador y Venezuela, sigue siendo relativamente bajo para otros como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
El Fondo prevé un déficit por cuenta corriente para la zona del 2,2 por ciento para el 2009 y del 1,6 por ciento en 2010.
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