Santa Cruz de Tenerife.- El director del Área de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), Nemesio Pérez, explicó en una entrevista a EFE, que espera que el recuerdo de la erupción del volcán Chinyero, hace cien años, sirva para despertar la conciencia de "aquellos que viven de espaldas a la realidad geológica del territorio, una zona volcánicamente activa".
El 18 de noviembre de 1909 la tierra tembló. Se trataba de la erupción del volcán Chinyero, en el que actualmente es Parque Nacional del Teide, el último episodio de actividad volcánica en el Archipiélago.
Hoy, cien años después de este acontecimiento que no tuvo incidencia graves para los municipios de la zona, la comunidad científica sigue reclamando la necesidad de crear un Instituto Vulcanológico en la isla.
Pregunta.- Se cumplen cien años de la explosión del volcán Chinyero. ¿Hay riesgo de que se produzcan nuevas erupciones en Canarias?.
Respuesta.- Canarias es una región volcánicamente activa dónde se han registrado numerosas erupciones con índices explosividad volcánica bajos y medios durante los últimos 10.000 años, y una docena de erupciones con bajo índice de explosividad durante los últimos 500 años.
Es absolutamente normal y esperable que en el futuro ocurran nuevas erupciones volcánicas dado que la actividad magmática continúa muy presente en este punto del planeta. Lo importante no es hablar de una realidad tan obvia como su propia naturaleza volcánicamente activa, sino la de preguntarnos si la sociedad en su conjunto estamos preparados para gestionar correctamente una potencial crisis volcánica en el Archipiélago.
P.- ¿Qué consecuencias tendría en la actualidad una erupción como la de 1909?
R.- Serán diversas y variadas. Una de ellas será que ayudará a recordar a muchos que viven de espalda a la realidad geológica de este territorio, que vivimos en una zona volcánicamente activa y que debemos hacer toda la tarea necesaria y suficiente para reducir los riesgos asociados a este fenómeno natural. Por otro lado y analizando el alcance que los peligros volcánicos asociados a la erupción del Chinyero podríamos fácilmente identificar que las coladas de 1909 tendrían la capacidad de destruir el canal de agua de Vergara y podrían ocasionar el posible uso limitado del aeropuerto Tenerife Norte como consecuencia de las caída de cenizas, dado que estas llegaron entonces hasta Punta de Hidalgo. Las coladas podrían ocasionar graves daños al suministro eléctrico en la isla.
P.- ¿Se dispone de los medios técnicos y humanos para prever una episodio eruptivo de esta magnitud y actuar ante él?
R.- Estamos mejor que antes de 1997 gracias a la apuesta que realiza el Cabildo Insular de Tenerife a través del ITER por mejorar la vigilancia volcánica en la isla. A raíz de la crisis sismovolcánica de Tenerife en 2004 se produce una mejora adicional en el programa de vigilancia volcánica en la isla de Tenerife por parte del Instituto Geográfico Nacional (IGN), dependiente del Ministerio de Fomento.
Por otro lado, aún persisten los mismos problemas pero fundamentalmente resaltaría la carencia de una coordinación efectiva de todos los recursos humanos y técnicos que la administración destina para la vigilancia volcánica. Indudablemente la creación y puesta en marcha del Instituto Volcanológico de Canarias (IVC) debe ser una de las herramientas básicas para coordinar todas las acciones científico-técnicas destinadas a la reducción del riesgo volcánico en Canarias, así como para minimizar todos los problemas y amenazas que en la actualidad ocurren como consecuencia de la descoordinación existente en esta materia.
P.- ¿A qué atribuye el retraso en la creación del Instituto Vulcanológico?
R.- Pasados casi cuatro años de estas importantes declaraciones institucionales llenas de sentido común y responsabilidad pública los adjetivos de urgente e inaplazable no parecen ser conocidos por las administraciones. Su retraso es sencillamente inexplicable, y representa un claro ejemplo de desidia por parte de la administración.
P.- El Senado lo aprobó en 2005, decisión que ratificó el Parlamento Canario en 2006. ¿Existe ya un proyecto definitivo?
R.- No me consta, pero ello no será porque no se le hayan ofrecido propuestas a la administración para la elaboración de un proyecto para el futuro IVC desde que se aprobara unánimemente su puesta en marcha el pasado dos de noviembre de 2005 en el Senado español.
Ante la lentitud en la toma de decisiones sobre el IVC, el 25 de abril de 2008 un colectivo compuesto por 24 miembros de la comunidad científica española que trabajamos en 15 diferentes centros universitarios y de investigación del país remitimos una propuesta a la Administración del Estado así como a la Administración de la Comunidad Autónoma para elaborar un proyecto sobre el futuro IVC que además estaría expuesto a una evaluación internacional, un libro blanco sobre cómo debiera ser el mejor IVC posible para materializar de forma efectiva todas las funciones descritas en las decisiones unánimes del Senado Español y el Parlamento de Canarias.
P.- ¿Se prevé alguna fecha para que el centro esté en funcionamiento?. ¿Y se conoce su posible ubicación?
R.- Esta pregunta debería responderla la Administración del Estado así como la de la Comunidad Autónoma de Canarias; pero dudo mucho que sepan responder a esta pregunta con una fecha concreta.
Según la decisión unánime del Senado, su ubicación es clara; en la Isla de Tenerife.
Isabel López Rodríguez
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