"El que vale vale y el que no a FP". Estas palabras podrían resultar normales si no fuera por que salen de la boca del director general de Formación Profesional (FP), Miguel Soler. Pongámoslo en contexto. El alto cargo del Ministerio de Educación responde así a la pregunta sobre qué pensaba él de la FP hace 20 años. No es, ni mucho menos, el único. "Yo he recibido a muchos padres que se han echado las manos a la cabeza cuando su hijo o hija les ha dicho que iba a estudiar FP", confiesa el director general de este ramo en una Comunidad Autónoma que antes de llegar a su cargo ha sido profesor y director de un centro educativo. El debate sobre la necesidad de reformar la FP ha vuelto después de que el renovado titular de Educación, Ángel Gabilondo, anunciara que una de sus prioridades es impulsar un plan integral para la formación profesional. ¿Conseguirá que el estigma de la FP desaparezca del todo?
En España, esta opción educativa no ha gozado históricamente de muy buena reputación. Lo que pensaba el máximo responsable del ramo hace 20 años era un pensamiento generalizado que sólo ha empezado a suavizarse en los últimos años, ¿por qué?. El director general de la Comunidad Autónoma antes citado (prefiere no ser identificado) tiene la tesis que la culpa fue de la Ley General de Educación que entró en vigor en 1970. Esta norma obligaba a los estudiantes que no conseguían sacarse el graduado escolar a continuar su formación a través de la FP y se creó una especie de cajón desastre donde estaban "los buenos que querían estudiar y los malos que no querían". "Fue un golpe muy duro para la FP porque la relegó a un segundo plano", cuenta el especialista.
Esta mañana Gabilondo, en la inauguración de las Olimpiadas de Formación Profesional 2009, ha sido más 'políticamente correcto' en este sentido. El titular de Educación ha recordado, ante un auditorio lleno de chavales que cursan actualmente ciclos formativos, que "venimos de una época en la que se creía que la FP no era la excelencia". Un estudio sobre el tema presentado en enero por la Fundación La Caixa apunta a otra tesis diferente: en los años setenta y ochenta el mercado estaba cerrado y la gente prefirió seguir estudiando a hacer un ciclo formativo que los arrojaría antes a un mercado laboral cerrado a cal y canto.
Ahora la cosa parece que van cambiando. El número de personas que eligen esta opción educativa va en aumento (370.000 en 2001 frente a 465.000 en 2007) y la imagen que se tiene de ellos es "sensiblemente mejor". Además el número de ciclos formativos también crece y 7 de cada 10 alumnos de formación profesional ya están trabajando a los seis meses de acabar sus estudios, según un informe de la Generalitat de Catalunya.
Sin embargo aún estamos muy lejos de otros países de la Unión Europea. En Alemania y Finlandia alrededor de un 60% de los estudiantes se decantan por la formación profesional frente al 40% que decide hacer una licenciatura. En España y Francia ese porcentaje se invierte. El informe de La Caixa explica que "el problema español no se encuentra en el exceso de cualificación superior, sino en la incapacidad del sistema de formación de incentivar y producir mayoritariamente cualificaciones intermedias". Los que trabajan en este sector achacan a la falta de información el hecho de que aún se les considere unos segundones. Muchos creen que para que la sociedad y los padres lleguen a aceptar que la FP es una opción digna tiene que haber un cambio social, algo que en el extranjero ya ha ocurrido.
El plan integral que ha anunciado Gabilondo, y que ya empezó a perfilar su antecesora en el cargo Mercedes Cabrera, pretende estar consensuado con empresarios, sindicatos y comunidades autónomas. El actual titular de la cartera de Educación ha hecho hoy un llamamiento a la colaboración en este sentido. Desde las comunidades autónomas recogen el testigo con ganas de cumplir lo que éste ha dicho. "Tenemos todo el afán de colaborar y de que el plan que ha prometido Ángel Gabilondo llegue a buen puerto pero nos tienen que dotar de medios económicos para que podamos poner en marcha todas las ideas que el ministro tiene en la cabeza", reivindica el director general de una de las regiones afectadas. "Igual que se han destinado fondos a la educación infantil [100 millones de euros este mismo mes] se tienen que destinar otros a dotar de equipo y de profesorado a la FP", explica. La cifra que estima es ambiciosa: unos 4.000 millones de euros para regiones como Andalucía o Castilla y León.
¿Cómo conseguir esa cantidad de dinero? "Se puede empezar por dejar de duplicar funciones entre el ministerio de Educación y el de Trabajo. En el INEM y los servicios autonómicos de empleo ofrecen cursos formativos como los de cocina que también se pueden obtener a través de FP y es absurdo duplicar los costes", apunta un técnico autonómico.
Los que trabajan por dignificar la FP no paran de repetir las bondades de la misma: altas cuotas de empleabilidad y cubre un segmento "necesario" para el nuevo modelo productivo al que aspira España para salir de esta crisis. De las especialidades del nuevo FP, la estrella en este sentido es la mecatrónica. Esta rama del control de equipos técnicos, y que tiene el nombre más raro que hemos encontrado en las olimpiadas de la FP, es la más demandada por las empresas. "Infojobs está lleno de ofertas para nosotros", cuenta Pau Guimerá, estudiante de esta materia y participante en las Olimpiadas.
"¿Cómo os sentís al saber que encontraréis trabajo nada más acabar los estudios?". Pau y su compañero, Ángel, no pueden ocultar la sonrisa de su cara. Son conscientes de la sangría de parados que inunda día a día a nuestro país. Ambos decidieron estudiar este ciclo superior no por descarte sino por convicción, ya que prefirieron el sistema práctico de la FP al teórico de una carrera universitaria. "Eso sí, cobraremos menos", coinciden ambos estudiantes tras toquetear un portátil que conecta con las máquinas que están arreglando.
El de estudiante convencido no es el único perfil que se encuentra en estas Olimpiadas. Una chica que cursa estética afirma sin tapujos que ella eligió este modulo porque en el bachillerato "había que estudiar mucho". Y no le apetecía. Aún así quiere acabar los dos ciclos (medio y superior) para después entrar en la carrera de fisioterapia. La otra opción que va en aumento es la del retorno de universitarios a los ciclos formativos. Según datos de Educación un 12% de los licenciados o diplomados estudia un módulo profesional una vez acabada la carrera para conseguir entrar al mercado laboral a través del sistema de prácticas en las empresas. Algunos responsables de FP se frotan ya las manos de cara a la matrícula 2009-2010: "aumentarán bastante porque los parados preferirán esta opción para estudiar".
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