Bogotá.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió hoy elogios en América Latina por su decisión de retirar trabas a los viajes y al envío de dinero a Cuba, pero también advertencias de que con eso no basta.
Aunque reconoció que es una decisión "positiva", el líder cubano Fidel Castro opinó que es "mínima" y que hacen falta "otras muchas" medidas, una idea con la que concuerdan a grandes rasgos el canciller brasileño, Celso Amorim, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Es "un pequeño paso en la dirección correcta", dijo Amorim, mientras que, para Insulza, es "una primera señal a la región, que ha venido planteando un aflojamiento del bloqueo (estadounidense a Cuba) desde hace bastante tiempo".
En Miami, donde se concentra la gran mayoría del exilio cubano, las medidas de Obama no han gustado a todos, precisamente por lo contrario. Hay quien las considera excesivas.
"Cuba se va aprovechar de esta debilidad de Obama", opina, por ejemplo, Ninoska Pérez, presidenta del Consejo por la Libertad de Cuba.
Además de permitir a los estadounidenses con familiares en Cuba viajar a la isla y enviarles dinero, Obama anunció medidas para facilitar las comunicaciones con la isla e hizo un llamamiento público al Gobierno cubano para que no interfiera en los envíos.
En Cuba, los anuncios causaron alegría entre la población, pero no han motivado hasta ahora reacciones desde el poder, salvo dos "reflexiones" del ex mandatario Fidel Castro, todavía primer secretario del gobernante Partido Comunista.
"Lo importante es que sea realmente un primer paso y que ahora no se quede (Washington) esperando gestos de Cuba para poder continuar" en esa dirección, declaró el ministro brasileño de Relaciones Exteriores.
Según Amorim, "es un pequeño paso en la dirección correcta", que aunque tiene el elemento novedoso del sector de telecomunicaciones, solo "restaura la situación que existía" antes de las restricciones impuestas por el Gobierno de George W. Bush, antecesor de Obama.
Para el canciller de Brasil, "la anomalía de la región es la falta de relaciones entre Estados Unidos y Cuba", que "no beneficia" ni a uno ni otro y "la sufre el pueblo cubano".
Sobre el hecho de que Obama haya hecho los anuncios en vísperas de la primera Cumbre de las Américas a la que asistirá, Amorim dijo que "lo importante" es que el jefe de la Casa Blanca "escuche las opiniones de la región".
América Latina "quiere ver el fin del embargo, quiere ver la normalización de las relaciones (de EE.UU.) con Cuba y que Cuba sea plenamente reintegrada al diálogo interamericano, para que ese diálogo tenga sentido", afirmó.
El vicecanciller nicaragüense, Manuel Coronel, quien hoy anunció que el presidente Daniel Ortega planteará en la cita continental que "se termine el bloqueo y las sanciones" a Cuba por parte de EE.UU., restó importancia a las decisiones de Obama.
"No eran restricciones para la isla, sino restricciones para los norteamericanos", dijo.
"En realidad, Cuba no tiene que ver mucho con eso, mas bien son los norteamericanos que tenían prohibido ir a Cuba y ahora les abren esas posibilidades", añadió Coronel.
Por su parte, el secretario general de la OEA opinó que no es probable que Obama emita "nuevas señales" para Cuba en la cumbre que tendrá lugar en Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril.
"Creo que Barack Obama solo va a decir que está revisando la política de Estados Unidos hacia Cuba, pero no creo que se pueda ir más allá ahora", afirmó en una entrevista que publica hoy el diario La Tercera.
Respecto al retorno de Cuba a la OEA, Insulza afirmó que este debate se realizará en la próxima asamblea general del organismo y no en la reunión de Trinidad y Tobago, y se mostró partidario de derogar la cláusula que en 1962 marginó a ese país caribeño de la institución, para de esta forma remover "el obstáculo jurídico".
En cuanto a las expectativas que ha generado la cumbre respecto a Cuba, Eduardo Gamarra, director del Departamento de Relaciones Políticas Internacionales de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo hoy a Efe que "lo más factible sería que EE.UU. acepte la solicitud de Latinoamérica" de que Cuba sea readmitida en la OEA.
Una decisión de ese calado "enviaría un mensaje muy positivo al resto de la región", subrayó el experto, quien consideró que EE.UU. solo levantará el embargo cuando el Gobierno cubana "cumpla con unas condiciones mínimas", como "mejorar el trato a la oposición y permitir que ésta se organice en un partido político", entre otras.
Para Terry McCoy, director del programa para América Latina de la Universidad de Florida (UF), Obama va a mantener "por el momento" el embargo, pese a la "expectación y presión sobre este punto", y la autorización de viajes y remesas de cubano-estadounidenses, "sin ser suficiente", puede "ser interpretada de forma positiva como un paso en la dirección correcta".
Por su parte, José Azel, profesor del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami (UM), opinó que el levantamiento del embargo únicamente "puede resultar como parte de un proceso de negociación con el adversario (Cuba) en el que se dé un 'quid pro quo'".
En uno de los artículos publicados desde que Obama anunció el levantamiento de las restricciones impuestas por Bush, Fidel Castro se lamentó que "del bloqueo, que es la más cruel de las medidas, no se dijo una palabra".
El daño de esa política "no se mide solo por sus efectos económicos. Constantemente cuesta vidas humanas y ocasiona sufrimientos dolorosos", dijo.
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