Estambul.- El presidente de la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio, defendió hoy en Estambul el papel esta iniciativa y avisó de que "no se puede hablar siempre de activos tóxicos y quiebra bancaria".
En una entrevista con Efe, al terminar hoy el II Foro de la Alianza de Civilizaciones, Sampaio opinó que hay que retomar los temas sociales como la salud, la educación y la actuación para reducir los conflictos religiosos.
También valoró los progresos hechos desde el primer foro de esta iniciativa, que tuvo lugar el año pasado en Madrid.
"Las posibilidades de la alianza se han incrementado, tenemos más miembros y, por tanto, hay mayor conciencia sobre la necesidad de algo que gestione la diversidad cultural como un pilar esencial de las relaciones internacionales. Y esto es un progreso respecto a la concepción tradicional de la diplomacia como una relación estado-estado", dijo.
Acerca de la vaguedad de la que acusan a este proyecto algunos de sus detractores, el ex presidente portugués dijo que sus objetivos "no son los mismos que los de una fábrica de coches", sino que se trata de "un proceso que intenta reducir las divisiones entre las culturas y trata de las complejidades de este mundo" y de ahí que sea "estimulante".
"Encuentro extraño que la gente haya tratado a menudo sobre la música, el arte y su influencia en diversos comportamientos y, de repente, a la Alianza de Civilizaciones, que es una excelente idea, se le exija que produzca la paz en un plazo de dos años. Es absurdo", se quejó.
Para Sampaio, el proceso, que se articula en cuatro campos de trabajo (educación, juventud, medios de comunicación y migraciones), será "lento" y "largo" porque a él tienen que concurrir gobiernos, ONG, jóvenes, organizaciones internacionales y empresas, y eso es algo que "necesita tiempo".
Otra de las críticas que se hacen a esta iniciativa, ideada por España, co-patrocinada por Turquía y que ha hecho suya Naciones Unidas, es que muchos de los países incluidos en su lista de 'amigos' sean denunciados a menudo por violar los derechos religiosos de sus minorías.
Pero, para Sampaio, esta es una apreciación que se podría hacer de todos los países miembros de la ONU.
"Ese es el precio que se tiene que pagar por un proceso así. La democracia no es un automóvil bien hecho que viene ya preparado, sino un proceso con altibajos", afirmó y añadió que espera que, a través del propio trabajo de la alianza, se pueda influir en el desarrollo democrático de los países miembros.
Algunos de los participantes en el foro de Estambul también lamentaron que la propia Alianza de Civilizaciones utilice la misma terminología que preconizó el politólogo estadounidense Samuel Huntington en sus tesis sobre el choque entre las supuestas 'Civilización Occidental' y 'Civilización Musulmana'.
"Nosotros estamos contra este marco de referencia establecido por Huntington, aunque finalmente lo hayamos adoptado. Pero queremos ir más allá, porque no tiene sentido utilizar una hipótesis que parte de la confrontación. Y hace falta trabajar mucho para que esta hipótesis no termine convirtiéndose en realidad", concluyó.
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