Barcelona.- El Regal Barça vive pendiente del estado físico de su estrella, Juan Carlos Navarro, ante el gran reto de mañana en el Buesa Arena, donde el equipo de Xavier Pascual está obligado a ganar para no quedar fuera de la 'Final Four' de Berlín.
Navarro, a pesar de que Dusko Ivanovic no se le creyó en ningún momento, no pudo jugar en el tercer partido. El escolta se lesionó en el bíceps derecho, una elongación muscular sufrida durante el último entrenamiento celebrado en Barcelona.
A pesar de todos los intentos, el jugador, el médico y el técnico del Barça evaluaron la situación y decidieron que Navarro no podía jugar ante el evidente riesgo que supondría. Es más, y a pesar de la trascendencia del encuentro de mañana, el jugador se mantendrá en duda hasta última hora.
Y es que si la elongación muscular de Navarro se convirtiera en una lesión más grave, en una rotura, el periodo de baja superaría las cuatro semanas, por ese motivo la decisión es muy complicada.
Sin Navarro, el potencial del Barça es otro. Se comprobó durante el tercer partido disputado anoche, donde el equipo de Pascual, a pesar de jugar un mal baloncesto, dispuso de sus opciones frente a un TAU menor y un arbitraje desconcertante que, por ejemplo, concedió los primeros tiros libres a los catalanes a nueve minutos para el final y que en ese tiempo lanzaron 16 tiros libres.
Saben los barcelonistas que la de mañana es su última oportunidad. Están contra las cuerdas, 2-1 a favor del TAU y un cuarto partido fuera del Blaugrana, un escenario muy complicado ante el cual urgen soluciones.
¿Cuáles? Sobre todo volver a seguir el equipo dominador del segundo partido, especialmente en el juego interior. Salvo algunos minutos de Daniel Santiago y de Fran Vázquez, el juego del Barça en la pintura fue inexistente.
El paradigma fue Ersan Ilyasova, que falló todo lo que lanzó (seis tiros de dos y tres triples; -10 de valoración), incluso un mate sin oposición para situar a su equipo a cuatro puntos al final del tercer cuarto. Tampoco David Andersen anduvo muy fino.
El único que estuvo a su nivel fue Jaka Lakovic. A pesar de ello, el Barça se mantuvo cerca en el marcador, pero salvo en el 65-62, a 29 segundos del final, los de Pascual apenas tuvieron ascendencia ni en el juego ni en el marcador.
Mañana, el margen de maniobra de los azulgrana es muy pequeño. Se siente obligado el Barça a ganar, en el partido más importante de la temporada.
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