ISLAMABAD.- El ataque contra una academia de Policía en las proximidades de la ciudad paquistaní de Lahore se saldó finalmente con ocho policías muertos y varias decenas más heridos, mientras que cuatro asaltantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad durante el asalto que permitió recuperar el control del recinto y detener a cuatro de los agresores. Este último ataque fue obra de un grupo de hombres armados con granadas y fusiles de asalto, lo que ha recordado al sufrido en esta misma ciudad por la selección de cricket de Sri Lanka a principios de mes, si bien ningún grupo ha reivindicado aún su autoría.
Aunque fuentes policiales habían informado de al menos 26 muertos, finalmente las autoridades revisaron a la baja el balance inicial. Así, el director general provincial de los servicios de emergencias, Nasir Rizwan, indicó a la agencia oficial APP que murieron cuatro terroristas, seis reclutas y dos civiles, mientras que otros 75 futuros agentes sufrieron heridas de bala durante el ataque contra la escuela de Policía de Manawan.
Según explicó Rizwan, los cuatro asaltantes se inmolaron durante el asalto que llevaron a cabo las fuerzas especiales para recuperar el control de las instalaciones, que habían tomado ocho horas antes, aunque otras fuentes hablan de dos terroristas que se hicieron saltar por los aires. No obstante, las fuerzas de seguridad consiguieron detener a cuatro de los asaltantes, uno de ellos en un helipuerto situado junto a la academia y que iba armado con dos granadas.
El comando asaltante irrumpió en la escuela de Policía tras matar a los guardias en un momento en que los futuros agentes estaban realizando un desfile en el patio. En un primer momento, lanzaron granadas de mano contra el patio desde el muro exterior, lo que provocó humo que impedía la visibilidad. A continuación, irrumpieron en el recinto y abrieron fuego contra los reclutas desarmados, tomando posiciones, informa la cadena GEO.
La confusión reinó durante gran parte del incidente, con varios balances distintos circulando que variaban en función de la fuente, hasta llegar a hablarse de 26 muertos y varias decenas de heridos. Sin embargo, las autoridades han revisado a la baja el resultado del tiroteo y el posterior asalto llevado a cabo por las fuerzas especiales, que festejaron en uno de los tejados del edificio su victoria al grito de 'Alá es grande'.
Unidades de elite, soldados y paramilitares, así como policías, rodearon inmediatamente la academia tras producirse el asalto y respondieron a los disparos realizados por los agresores, que, según la cadena Dawn, tomaron a hasta 400 rehenes en el interior del recinto policial.
ASALTANTES VESTIDOS DE POLICÍAS
El ataque fue obra de una decena de personas, según el gobernador de Punjab, Salman Taseer, si bien uno de los agentes que se encontraba en el interior del recinto cuando se produjo el ataque asegura que los asaltantes eran unos 20. Según testigos, algunos de ellos vestían uniformes policiales, mientras que el resto iban de civiles.
Por el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque, muy similar al registrado el pasado 3 de marzo contra la selección de cricket ceilandesa en el que murieron siete personas y que precisamente tuvo Lahore como escenario. El ministro del Interior, Rehman Malik, consideró que el asalto a la academia ha sido un "ataque contra la soberanía de Pakistán" y alertó de que lo que quieren los terroristas es "desestabilizar" el país.
Según añadió, ha sido un "ataque bien planeado" que no tiene ninguna vinculación con el sufrido por la selección de cricket de Sri Lanka. Asimismo, el ministro indicó que ya se ha formado una comisión de investigación para esclarecer el asalto a la academia y que los primeros resultados se entregarán en tres días.
Posteriormente, según informa la agencia Reuters, Malik apuntó a combatientes leales al líder talibán paquistaní, Baitulá Mehsud, como los principales sospechosos de estar detrás del atentado y precisó que llegaron desde la región tribal de Waziristán Sur.
"Toda la planificación se hizo allí", explicó Malik, que precisó que uno de los detenidos es un afgano que llegó a Lahore hace quince días y alquiló una casa. "Algunos de sus cómplices han sido identificados, mientras que otros están en el proceso de ser identificado", explicó el ministro. Las autoridades se están encargando de comprobar que ninguno de los asaltantes figura entre los heridos que han sido trasladados al hospital.
Tanto el presidente, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Raza Gilani, condenaron enérgicamente el ataque y prometieron que los responsables de este "crimen atroz" serán llevados ante la justicia, informa la agencia oficial APP. Asimismo, felicitaron a las fuerzas de seguridad por su "valiente" actuación para recuperar el control de la academia y rescatar a los agentes tomados como rehenes.
CONDENA DE INDIA
India, país vecino y principal enemigo de Pakistán, se apresuró a condenar este último atentado. El ministro del Interior, Palaniappan Chidambaram, consideró que este ataque amenaza la seguridad en toda la región y anunció que las fuerzas de seguridad indias están en alerta por si se produce "un desbordamiento".
"Estamos muy preocupados. Condenamos estos ataques terroristas, condenamos todos los ataques terroristas y ofrecemos nuestras condolencias al Gobierno y al pueblo de Pakistán", señaló el ministro a la prensa.
Chidambaram, según la agencia PTI, no quiso hacer paralelismos entre este último ataque en Pakistán y los atentados del pasado noviembre en Bombay, también obra de un grupo de terroristas armados. "Lo que tienen en común es que son ataques terroristas, la diferencia es que en Bombay la fuente del ataque terrorista estaba en territorio paquistaní y en el caso del ataque de hoy no sabemos quién está detrás", subrayó.
Este último suceso tampoco parece haber 'caldeado' la fría relación entre los dos países desde los atentados de Bombay, en los que murieron cerca de 180 personas. De hecho, el ministro de Exteriores indio, Shivshankar Menon, afirmó hoy que India no puede reanudar el diálogo global iniciado con Pakistán en 2005 hasta que Nueva Delhi vea "acciones creíbles" por parte de Islamabad para llevar ante la Justicia a los autores de dichos atentados y desmantelar las organizaciones terroristas en su territorio. "Estamos esperando", afirmó.
Asimismo, Menon se mostró contrario a la intermediación de terceros en el conflicto que mantienen India y Pakistán. "Es difícil que alguna fuente externa sustituya" al proceso bilateral, afirmó, al ser preguntado sobre la supuesta intención del presidente estadounidense, Barack Obama, de mantener una "diplomacia constructiva" entre India y Pakistán. "Necesitamos dos manos para dar palmas, una tercera mano no ayudaría", ilustró.
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