Bruselas.- El grupo bancario franco-belga Dexia, que se benefició el año pasado de un plan de salvamento conjunto de Francia, Bélgica y Luxemburgo para evitar la quiebra, pondrá en marcha una estrategia de reestructuración que incluye el cierre de algunas oficinas, la reubicación de empleados y unos 30 despidos.
La estrategia, que ya ha recibido el visto bueno de los sindicatos, prevé una mayor especialización de los empleados, el funcionamiento de las oficinas bancarias en forma de conglomerado, la fusión de algunas de éstas y una treintena de despidos, publica hoy el diario belga "Vers l'Avenir".
De este modo Dexia pretende elevar la calidad de sus servicios al cliente, volver a generar beneficios y mejorar su posición de competitividad ante la mayor presencia de bancos extranjeros, según el periódico.
La estrategia de reorganización había sido diseñada antes de la crisis financiera internacional, precisa "L'Avenir".
El plan de salvamento fue concebido el pasado mes de octubre por Bélgica, Francia y Luxemburgo, y consistió en una recapitalización de 6.400 millones de euros y en una garantía de hasta 150.000 millones otorgada de forma conjunta por los tres citados países.
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