Madrid.- Por segunda vez en lo que va de mes, el Gobierno se ha visto obligado a aceptar en el pleno del Congreso que un real decreto de medidas urgentes -en este caso, para fomentar el empleo- sea tramitado como proyecto de ley al que los grupos podrán presentar enmiendas.
El pleno ha convalidado hoy el real decreto de medidas urgentes para el mantenimiento y el fomento del empleo y la protección a las personas desempleadas, con el apoyo del PSOE, CiU, CC y BNG, pero los socialistas se han tenido que sumar a la petición de varios grupos para que este paquete de medidas urgentes se tramite como proyecto de ley.
Si la primera votación, la de convalidación, ha contado con el apoyo de 184 diputados frente a los 162 que se han opuesto, la segunda ha recibido el respaldo unánime de la Cámara.
Antes de que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, explicara ante el pleno el conjunto de medidas, ha expresado a los periodistas su malestar por los "vaivenes" de la izquierda.
Especialmente ha criticado la división de posturas dentro de ERC, puesto que, según ha dicho, contaba en principio con el apoyo de su portavoz, Joan Ridao, mientras que Joan Tardá se oponía radicalmente a tramitar estas medidas por el procedimiento de urgencia.
Ahora bien, los motivos de Tardá, aparte de tener que ver con su desacuerdo con estas iniciativas contra el desempleo, están además relacionados con intereses estrictamente catalanes y así lo ha dejado claro durante su intervención.
"Si no lo digo reviento", ha subrayado Tardá, quien ha echado en cara al Gobierno que "no haya cumplido su palabra" cuando, según ha señalado, se comprometió a que Cataluña fuera determinante en la gestión del aeropuerto del Prat y, al no cumplirse, "nos ha molestado mucho".
También en declaraciones en los pasillos, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, ha calificado de "inenarrable" que el Gobierno haya vuelto a perder, por segunda vez en un mes, la posibilidad de tramitar un real decreto ley, después de que no pudiera sacar adelante el pasado 12 de marzo el real decreto de medidas urgentes en materia de telecomunicaciones.
El Gobierno no ha podido recabar el apoyo de los grupos de izquierdas a pesar de la intensa mañana de conversaciones que, en los pasillos, han mantenido los socialistas con el resto de grupos, sobre todo con los diputados de ERC e IU.
Pese a este revés, el Ejecutivo y el PSOE sostienen que el hecho de tramitar como proyecto de ley las iniciativas les permitirá recuperar el diálogo social y facilitar a sindicatos y empresarios contribuir a la mejora de las medidas.
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