Son ligeras, compactas y se pliegan en cuestión de segundos. Las bicis plegables son la solución perfecta para aquellos que no tienen espacio en su casa para guardar la bici, o para los que quieren combinar los pedales con otros medios de transporte. Si bien el mercado de las plegables ofrece una gran variedad de marcas y modelos, hay que tener en cuenta que no todas las bicis están preparadas para usarlas todos los días en la ciudad.
Lo primero que hay que pensar a la hora de comprar una plegable es en el uso que le vamos a dar. Si queremos subirnos a la bici todos los días para ir al trabajo o a la Universidad, o para llevarla con nosotros en el autobús o en el metro, tendremos que buscar vehículos ligeros, compactos, que se plieguen rápidamente y fáciles de llevar. Si por el contrario nuestra idea es comprar una bicicleta que nos resulte cómoda para transportar en largos viajes (en el coche, en el avión...), hay otro tipo de plegables (y desmontables) hechas precisamente para ese fin: son más robustas, menos compactas y algo más "complicadas" de doblar (no están precisamente diseñadas para plegar y desplegar la bici cinco veces al día). Eso sí, prepara el bolsillo porque estos prácticos vehículos no son nada baratos.
Además, existe otro grupo de pequeñas bicis plegables (con ruedas tipo "patinete") que son más recomendables para distancias cortas. Como cuenta Miguel Santalices, propietario de la tienda especializada Espaibici, "para que un adulto se sienta cómodo, lo ideal es tener como poco una rueda de 16 pulgadas; cuando son más pequeñas, corremos el peligro de caernos al subir un bordillo o tropezar fácilmente con algún obstáculo o agujero que haya en el camino, y además son más incómodas cuando circulamos en aceras con relieves".
Las primeras bicis plegables vieron la luz hace ya más de 30 años: entre finales de los 70 y comienzos de los 80. Casi al mismo tiempo, aparecieron la marca Dahón en Estados Unidos y la Brompton en Gran Bretaña. El padre de la plegable Dahón fue el ingeniero aeronáutico David Hon (Dahón procede de la abreviatura de su nombre). Son bicicletas de aluminio con ruedas de 16 y 20 pulgadas, y con un plegado sencillo y rápido (ver vídeo) que facilita su uso diario. Hoy, esta marca estadounidense comercializa más de 20 modelos: los más baratos son los ECO 2 y 3 y rondan los 300 euros Los más caros pueden alcanzar los 4.000 euros.
Casi a la vez, pero en Londres, Andrew Ritchie se preocupaba por diseñar una bici plegable de calidad lo más compacta posible. Lo hizo en su propio dormitorio con las cien libras por cabeza que le prestaron diez amigos. A finales de los 80, se comenzó a comercializar la bicicleta Brompton, un nombre que tomó de la iglesia del barrio que Ritchie veía desde su ventana. Este británico creó su bicicleta con la filosofía de no utilizar componentes que no fueran funcionales, de modo que la sencillez destaca en esta bicicleta. Una vez plegada, la Brompton es muy compacta (mide unos 58 cm de alto, 54 cm de largo y 27 cm de ancho) y fácil de llevar utilizando el cuadro o el sillín como asa (es como llevar una pequeña maleta). El peso que aguanta es de 110 kilos, más 20 de equipaje, y su plegado es sencillo y rápido: con un poco de práctica se tarda unos 10 segundos. El precio de esta bici que aún conserva el estilo de hace 30 años está entre los 800 y los 1.800 euros.
La marca holandesa Beixo también ofrece una bicicleta plegable preparada para pedalear cada día. Se trata de su modelo 'beixo compacto', una bici ligera pero al mismo tiempo robusta. Su principal característica es que no tiene cadena: funciona con un sistema de cardán. Esta plegable pesa algo más de 14 kilos, cuenta con siete velocidades y sus ruedas son de 20 pulgadas. Su precio: a partir de 600 euros.
Una plegable 'made in Spain': Se trata de Mora Bike, una bicicleta diseñada por el barcelonés Josep Mora y que se pliega en tan sólo ocho segundos. Aparte de su interesante diseño, los fabricantes han apostado además por su carácter "ecológico": está hecha en su mayoría con acero inoxidable sin aditivos y sin pinturas. Su precio en el mercado ronda los 700 euros.
La empresa 'Pacific Cycles', ubicada en Taiwán, comercializa un modelo de plegables muy novedoso: IF Mode. Esta bicicleta, diseñada por Mark Sanders (el mismo diseñador de la bici Strida), ha sido galardonada con premios como 'Eurobike 2008' o el 'IF Gold Award 2009'. Con un peso de 14,7 kilos, este vehículo no contaminante cuenta con un diseño ergonómico y no lleva cadenas engrasadas. Sus grandes ruedas se pliegan y la bici se convierte en una especie de bastón que puedes mover con comodidad. En la actualidad se vende en EEUU y Asia por un precio superior a los 2.000 euros. Se prevé que llegue pronto a Europa.
Otras dos bicis preparadas para su uso diario son Mezzo y Tikit. La primera, que se fabrica íntegramente en Reino Unido, fue creada por el ex ingeniero de la Fórmula 1 Jon Whyte en 2004. Es ligera (su cuadro es de aluminio), compacta (mide 69 cm x 31 cm x 63 cm) y fácil de llevar en el autobús o en el vagón del metro. El fabricante ofrece incluso bolsas y accesorios que se acoplan a la bicicleta. La segunda marca, Tikit, viene del otro lado del Atlántico, de Estados Unidos. La compañía que la comercializa es 'Bike Fridays' y se caracteriza por ser producida de forma artesanal y por su rapidísimo plegado (ver vídeo). Las ruedas son de 16 pulgadas y la bici en general es muy manejable. Su precio no lo es tanto: a partir de 1.300 euros.
Un ejemplo de este tipo de bicis es la Plegable A-Bike. Diseñada por los británicos Clive Sinclair y Alex Kalogroulis de Sinclair Research, este modelo resulta muy ligero: tan sólo pesa 5,5 kilos. El motivo es que está fabricado en aluminio de grado aeronáutico y fibra de vidrio poliamida. Eso sí, no aguanta a un ciclista que supere los 85 kilos de peso. Tan sólo diez segundos se necesitan para plegar esta bicicleta. Sus pequeñas ruedas permiten que sea una bici ligera y compacta (mide 67 cm x 30 cm x 16 cm). La A-Bike es una de las bicis más económicas, su precio ronda los 130 euros.
La Strida es otra bici plegable muy popular. Como contaba en otro artículo el británico Mark Sanders a soitu.es, su plegado fue inspirado en un carrito de coche de bebé y una vez cerrada se asemeja a un "paraguas con ruedas". Y es que una vez plegada, las ruedas siguen siendo operativas, de modo que puedes transportarla como si fuera una maleta con ruedas. Este vehículo no lleva cadena, sino una correa dentada. Aunque el modelo original es sencillo y no tiene cambio de marchas, lo cierto es que la Strida quiere abrirse a otros mercados y está creando nuevas bicicletas con elementos adicionales, como las marchas. El precio de esta pequeña bicicleta va de 300 a 500 euros.
En el mercado de las plegables también hay una marca francesa: Mobiky, comercializada por la empresa 'Genius'. Se trata de una plegable muy compacta (apenas mide 61 x 34 x 81 centímetros) y esto la convierte en una buena alternativa para llevar a cualquier sitio. La altura ajustable del sillín hace que pueda ser utilizada por niños a partir de 8 años, aunque no soporta más de 80 kilos. Su plegado es muy rápido, ya que sólo hay que tirar del centro para cerrarla. Pesa poco más de 13 kilos y su precio supera los 700 euros.
La bicicleta alemana Birdy sería el equivalente al coche Mercedes, pero sin contaminar y plegable. Este modelo nació en 1992 cuando sus fundadores Heiko Mueller y Markus Riese se presentaron al concurso de innovación Hessen con un nuevo concepto: un vehículo en el que los dos puntos de plegado trabajan a la vez como suspensión mediante dos elastómeros. Metidos en un garaje, sólo tardaron 10 días (y alguna que otra noche de insomnio) para diseñar su primer prototipo plegable. El esfuerzo tuvo recompensa: el primer premio del concurso fue para ellos. Después de esta buena experiencia, ambos diseñadores se lanzaron al mercado de las bicis plegables. Y siguieron cultivando éxitos. En 2001 ganaron el reconocimiento del premio Good Design Award. Hoy, esta marca alemana comercializa cinco modelos diferentes con ruedas de 18 pulgadas. Se caracteriza sobre todo por ser una bici rígida de doble suspensión, y su cuadro permite llevar un portaequipajes. La bici más barata no baja de los 1.300 dólares, y la más cara supera los 3.000.
A medio camino entre las bicicletas plegables y las convencionales están las desmontables, como la Moulton. Diseñada en 1962 por el experto en sistemas de suspensión para coches Alex Moulton (cabeza pensante del famoso Mini de Rover), esta bicicleta inglesa es compacta y fácil de llevar en el maletero de un coche, en el avión o en un tren de largo recorrido. Sus ruedas no superan las 20 pulgadas y se desmonta gracias a que el cuadro se separa en dos. Otro modelo similar a esta marca es la Airframe.
Dos marcas más de este tipo de plegables son la alemana Bernds y la británica Airnimal. La primera tiene la peculiaridad de que además comercializa tándems plegables desde 1997. Estos vehículos de dos ruedas son rígidos y sus neumáticos son de 20 pulgadas que se pliegan en un plano vertical. Al igual que ocurre con la bici Brompton, se queda en posición de caballete, pero sin llegar a ser tan compacta como para que sea cómoda manejarla a diario. Esta bici alemana cuenta con transmisión de correa y suspensión ligera; y el precio, según el modelo, no baja de los 1200 euros.
En el caso de Airnimal, esta pequeña empresa británica lanzó en el año 2000 su primera plegable con el nombre de Chamaleon (Camaleón). Otro de sus modelos plegables tiene también nombre de animal: Rhino (rinoceronte) Destaca por ofrecer bicis plegables tanto para ciudad como para deporte con ruedas de 26 pulgadas (como las que tienen las bicis de montaña), y para su plegado es necesario desmontar la rueda delantera. Sus precios, según modelo, van desde los 900 a los 3.000 euros.
[Ampliación 01/06/09 a partir de los comentarios de los lectores]. En España, también hay varias marcas que comercializan bicicletas plegables algo más económicas que las Dahón o las Brompton. Un ejemplo es la marca alavesa BH, que ofrece hasta tres modelos de bicicletas (BH Ibiza) a partir de 200 euros. La también vasca Orbea comercializa otros tres modelos (Randonée, Balade y Tournée) con precios entre 200 y 500 euros. Conor y Monty son otras dos empresas españolas con plegables a buen precio. La primera tiene dos tipos: Indi y Zippy; y la segunda, además de ofrecer sus plegables convencionales, cuenta con una bici eléctrica plegable (ésta ya supera los 1.000 euros).
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