Londres.- El Liverpool de Rafael Benítez ha vuelto a quedar emparejado con su viejo conocido, un Chelsea revitalizado desde la llegada del holandés Guus Hiddink con el que se cruzará de nuevo en la Liga de Campeones.
Podría tratarse de una reedición de encuentros pasados pero el sorteo celebrado hoy en Nyon ha vuelto a aunar, por quinta vez consecutiva, y ahora en los cuartos de final, los caminos de ambos gigantes de la "Premier".
Los "reds" y los "blues" -ahora tutelados por el seleccionador ruso- se han medido ya en esta competición, donde se vieron las caras en las semifinales del 2005, 2007 y 2008; además de en la fase de grupos en la temporada 2005-2006.
De sus duelos más memorables, el que más les gusta recordar a los hombres de Benítez fue el que les reportó la Copa de Europa en el curso 2004/2005. Un logro triunfal para el ex valencianista, que renovaba esta semana su compromiso con la entidad de Merseyside hasta el 2014.
Todavía se recuerda hoy -sobre todo el luso José Mourinho, entonces al frente del Chelsea- aquel llamado "gol fantasma" que rubricó el centrocampista español Luis García y que decidió la suerte del lado "red" a expensas del club londinense en el estadio de Anfield.
Ocurrió el 3 de mayo de 2005 y la grada de "The Kop" se revolucionó. En la ida, en Stamford Bridge, su duelo había concluido con un empate sin goles.
Ese mismo año, Benítez se ganaba para siempre a la afición de Anfield tras llevar a este histórico club el trofeo europeo en una vibrante final disputada en Estambul.
Dos años después, el conjunto más español de Inglaterra volvía a vencer el pulso con ese mismo adversario tras imponerse en la tanda de penaltis para asegurarse su pase en la final. La perdió contra el AC Milán, la formación a la que habían tumbado el años.
Entonces, el 25 de abril del 2007, un gol del inglés Joe Cole en el minuto 29 daba en la idea de esta semifinal una gran ventaja al once de Londres. El 1 de mayo, en la vuelta, los "reds" ganaban en casa (en la tanda de penaltis, por 4-1) para caer en la final ante el club italiano.
Volverían a verse las caras. El 22 de abril del 2008, el holandés Dirk Kuyt anotaba para el Liverpool justo antes del descanso para dar una importante ventaja en la ida a su equipo. No todo fue bien. En tiempo de descuento, el noruego John Arne Riise daba nivelaba accidentalmente con un gol en propia meta y regalaba un empate determinante a los de Londres.
Los "Blues" se aprovecharon y fue el Chelsea esta vez el que, en la segunda eliminatoria, el 30 de abril, dejaba fuera de Europa a la armada de Benítez.
Aunque el ex técnico valencianista expresó esta semana su deseo de evitar a un rival patrio, aunque la fortuna no se haya aliado con esta plantilla, los hombres de Merseyside contarán, eso sí, con la ventaja de conocer a fondo a su adversario.
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