Pamplona.- El Gobierno de Navarra prestó atención terapéutica a 135 maltratadores en 2008, un programa que persigue garantizar la seguridad de la mujer y prevenir nuevos episodios, del que se encarga el Servicio Social de Justicia junto al dirigido a las víctimas de delito.
En este segundo caso, el Gobierno de Navarra prestó en 2008 atención terapéutica a 224 víctimas de delito, un 37% más que en 2007 y más del doble que hace dos años, y el 56% de ellas fueron por episodios de violencia de género.
Estos dos programas forman parte de los servicios que presta el Gobierno de Navarra a través del Servicio Social de Justicia, el órgano encargado tanto de la asistencia gratuita a víctimas de delitos como de la coordinación de medidas que favorezcan la rehabilitación y reinserción social de detenidos y excarcelados.
Según consta en la memoria de 2008, la Sección de Asistencia a las Víctimas del Delito abrió 205 nuevos expedientes (157 en 2007), el 64% por episodios de violencia de género (132) y el resto, de menores víctimas de abusos o agresión sexual (12), víctimas de delitos contra la libertad sexual (12), violencia doméstica (12, 6 de ellos por maltratos de hijos a padres) y otros (16, por atracos, acoso laboral, muerte en accidente o problemas de salud mental).
En su gran mayoría, las víctimas que acuden al servicio son mujeres (187), y de nacionalidad española (el 68%), aunque en tendencia descendente, ya que en 2001 representaban el 87%.
De las 205 víctimas que acudieron a la Sección, 23 eran menores (11%) y 126 tenían entre 18 y 40 años. En el 98% de los casos de violencia de género, la víctima y el agresor tenían o habían tenido una relación afectiva.
La Sección de Atención a las Víctimas del Delito del Servicio Social de Justicia proporciona una atención integral en tres áreas de actuación, social, psicológica y jurídica, y en los programas terapéuticos se persigue reducir la ansiedad, compartir experiencias, ensayar habilidades sociales y valorar los logros y avances.
También prepara a afrontar el juicio oral, una situación nueva y estresante que reaviva los síntomas de ansiedad padecidos.
Los equipos de atención terapéutica atendieron en 2008 a 224 víctimas del delito, de las cuales 147 eran de nueva incorporación y otras 36 abandonaron el programa o fueron derivadas a otros servicios.
El incremento del 37% se debe tanto a un mayor conocimiento de la existencia del servicio como una mayor concienciación por parte de las víctimas, que buscan ayuda para superar el problema.
Las víctimas que solicitan acceso al programa terapéutico están inmersas en procesos judiciales o han presentado una denuncia, generalmente. En muchos casos, incluso la han retirado y conviven con su agresor. Otras todavía no han tomado la decisión de acudir a la policía pero están en situación de riesgo.
En total, se ofrecieron 1.714 sesiones de terapias individuales, grupales, de pareja o familiares.
El 56% de las personas atendidas era víctimas de violencia de género (126); 52, víctimas secundarias; 25, de violencia contra la libertad escolar; y el resto había sufrido acoso, violencia doméstica, acoso, acoso escolar, atraco o asesinato de un familiar.
Casi el 50% tenía entre 31 y 50 años, mientras que el 74% de los nuevos pacientes era de nacionalidad española.
Inicialmente, los programas terapéuticos se ofrecían a víctimas de violencia de género o agresiones sexuales. No obstante, el año pasado el Servicio Social de Justicia impulsó otros específicos para atender a menores víctimas de violencia doméstica o abusos sexuales en su entorno o víctimas de violencia secundaria, aquellas que, sin ser objeto directo de la violencia, están presentes en el entorno y sufren las consecuencias, principalmente hijos o familiares directos.
Estos colectivos tenían mucha dificultad para acceder a programas terapéuticos especializadas.
Así, entre los 205 nuevos expedientes abiertos, figuran los de 21 víctimas secundarias (9 familiares de hijos que cometen actos violentos; 8 hijos de progenitores con relación violenta; 3 madres de hijas abusadas sexualmente; y una madre de una hija que sufre maltrato).
Indistintamente, las víctimas secundarias son hombres y mujeres y más de la mitad, de nacionalidad española.
Asimismo, el Servicio Social de Justicia había detectado cómo en los últimos años iba en aumento el número de menores que solicitaba atención a través de sus tutores, de forma que en 2008, representaban el 11% de las víctimas, frente al 2% de 2005.
El Servicio había constatado la necesidad de prestar un apoyo y orientación específica a las familias cuyos menores han sufrido abusos sexuales, en la mayoría de los casos por familiares muy cercanos, así como ofrecer un tratamiento especializado debido a los perjuicios que, para el futuro del agredido, puede ocasionar no recibirlo.
Por parte, en cuanto al programa para agresores, que persigue garantizar la seguridad de la mujer maltratada y prevenir nuevos episodios, más del 50% de los maltratadores que han finalizado el programa ha superado el problema, de forma que los técnicos capacitan al agresor para que asuma la responsabilidad de sus actos, tenga recursos de autocontrol y tome conciencia de la relación entre la violencia hacia las mujeres y la educación recibida.
Para ello, reciben terapia individual y grupal, y de pareja en algunos casos, bien de forma ambulatoria (con acceso voluntario o por sentencia judicial) o en la prisión (siempre voluntaria, bien por parte de presos preventivos o ya condenados). Reciben una media de 6,5 sesiones terapéuticas.
Durante el año 2008, el Servicio Social de Justicia ha proporcionado ayuda terapéutica a 135 maltratadores del ámbito familiar, un 9% más que en 2007 y lejos de los 49 de 2005.
Del total, 98 fueron atendidos en régimen ambulatorio - 10 con acceso voluntario y 88 por condena, conforme a la nueva Ley de Violencia de Género- y 37 en prisión.
Si en 2005, año de puesta en marcha, la mayoría de los accesos al programa ambulatorio fueron voluntarios, en 2006, 2007 y 2008 la mayor parte de sujetos entró por suspensión de condena. En 2008, ha habido un descenso del 29% en la atención voluntaria.
El 67% de las nuevas personas que se han incorporado a los programas terapéuticos están en el intervalo de edad entre 31 y 50 años, seguido del intervalo de edad entre 18 y 30 años con un 26%. En las incorporaciones, son ligeramente superiores los maltratadores de nacionalidad española (39 españoles y 31 extranjeros). No obstante, si se tiene en cuenta que la población extranjera en Navarra representa en torno al 10% de la población total, la proporción de personas extranjeras incorporadas al programa de maltratadores es muy superior a la de personas nacionales.
A lo largo del año 2008 se produjeron un 21% de bajas en los programas terapéuticos (18 abandonos, 5 derivaciones y 6 exclusiones). Estas cifras mejoran sustancialmente los datos obtenidos en las investigaciones especializadas en el tema en las que se hacen referencia a un 50% de abandonos de los programas con maltratadores.
Si se contabilizan datos absolutos a todos los sujetos que han finalizado los programas desde su creación (90 sujetos) los datos obtenidos son de un 54% de éxito, entendido como la conclusión de las terapias y una actitud favorable a modificar la conducta, un 37% de mejoría y un 9% de fracaso.
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