Era 1919 cuando se ratificó en Estados Unidos la Ley Seca. Quedaba prohibido manufacturar, transportar, distribuir y vender alcohol. Ya, pero eran los felices años 20 para unos y para otros una época de crisis tras la I Guerra Mundial. Así que había que beber y la picaresca decidió popularizar el cóctel. En las casas bien el escaso alcohol se mezclaba con refrescos y zumos para amortizar el gasto. En los barrios bajos los camareros mezclaban alcoholes de contrabando de baja calidad con refrescos para camuflar el contenido del vaso y mitigar el sabor.
El cóctel tiene una estética seductora, se asocia con riqueza y se bebe más despacio que un vino o una cerveza, por eso es una bebida que triunfa en épocas de crisis. Así lo constata José Ángel Sierra, secretario general de la Escuela de Hostelería y Turismo. "Hay una vuelta al cóctel desde hace unos años y lejos de disminuir se va afianzando", cuenta. Y es que un cóctel es caro, pero ya no se sale tanto por la noche y el que lo hace quiere algo especial. Lo malo es el precio, aunque Sierra asegura que no es para tanto. "En ese aspecto los bares se están modernizando. Me consta que coctelerías como Del Diego, Chicote, el Urban o Ramsés están adaptándose para ofrecer precios para cualquier cliente", explica el sumiller.
Bien, pongamos que encuentras un lugar donde un cóctel sea asequible. ¿Cuál elegirías? El más clásico es el dry martini, que era una bebida para las mujeres en las que se echaba un poco de martini blanco para perfumar el ginebrazo. "En realidad —explica Sierra— a las mujeres les gustaba beber y querían algo fuerte pero con apariencia delicada". Pero puede que ahora optaras por un San Francisco, el cóctel sin alcohol por excelencia. "Lleva naranja, piña, melocotón, granadina, batido y un poco de soda. El color debe ser asalmonado, no rosa", explica Sierra. Ni una gota de alcohol. ¿Y eso se vende? Pues sí, algo menos que los cócteles espirituosos, pero sí. "Ahora mismo la proporción está en 60% con alcohol frente al 40% sin, y va creciendo", detalla el sumiller en una demostración de cócteles organizada por la asociación de bebidas refrescantes sin alcohol. Las razones del crecimiento las tiene claras Sierra y son: "el carnet por puntos, la mala prensa del botellón, el culto al cuerpo, la salud...". Aunque también cree que si la crisis se recrudece puede que la proporción cambie y el alcohol reconquiste terreno. Mientras tanto te damos alguna receta para que te prepares un cóctel light.
Remover en vaso mezclador todo menos el refresco. Colar en un vaso lleno de hielo. Cubrir con tónica y decorar con dos láminas de pepino y una rodaja de limón.
Majar las frambuesas y el limón. Mezclar con el jarabe de azúcar. Colar en un baso alto lleno de hielo picado. Cubrir con soda y decorar con tres rodajas de limón en abanico y una frambuesa.
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