CIUDAD DEL CABO (SUDÁFRICA).- Muy ligera, tremendamente resistente y flexible. Su producción no requiere de electricidad o de soldaduras y no se oxida. La bicicleta más ecológica del mundo es de bambú. Es, precisamente, por su fortaleza (puede cargar más de 300 kilos) y flexibilidad que dos proyectos diferentes pretenden su introducción en uno de los continentes con carreteras y caminos más complicados: África.
El diseñador estadounidense Craig Calfee, con su bicicleta Bamboosero, ha iniciado la producción en Ghana tras haber enrolado a artesanos locales con el objetivo de que éstos abran sus propias tiendas para exportación global. Calfee tiene también sus miras puestas en Uganda y Zambia. El 'Bamboo Byke Project', del 'Earth Institute' de la Universidad de Columbia (USA), pretende ser aún más ambicioso, y estudia la fabricación industrial de bicis a gran escala en dos poblaciones de Ghana y Kenia.
Calfee, dueño de la empresa californiana 'Calfee Designs' y uno de los pioneros en el uso de fibra de carbono para los cuadros de la bici, asegura que el bambú puede ser mejor material y que es sólo cuestión de tiempo para que los Giros, Tours y Vueltas se rueden en bambú. Pero su inquietud va más allá. "Empecé a darle vueltas a la bici de bambú en 1997. En un viaje previo por África vi que tenían mucho de esta materia prima, que necesitaban trabajos y que la gente optaba, cuando podía, por usar la bicicleta", cuenta este estadounidense. Uno de los atractivos, además, que hacen a la bici ideal es precisamente que su material crece en casa, por lo que su huella de carbono es mínima. Su flexibilidad la hace óptima para la absorción de golpes en la carretera.
Por el momento hay tres grupos en Ghana produciendo los cuadros, un proceso laborioso que pasa por ahumar el bambú (una práctica antigua conocida en Asia para hacerlo todavía más fuerte). Calfee espera que sean las exportaciones de Bambooseros a Europa y a Estados Unidos las que hagan prosperar las tiendas.
Para este diseñador, "uno de los retos a los que se enfrentan en Ghana es conseguir la resina epóxica para los sectores de unión y las partes que no son de bambú: pedales, manillar..., de forma constante; por eso necesitamos tanto aumentar la demanda exterior como conseguir algún tipo de crédito a bajo interés, ya que una vez que la cadena de producción sea estable, el negocio se mantendrá solo y más gente se interesará por abrir tiendas". Calfee sitúa el precio de la bici, una vez la cadena de producción sea estable, entre 50 y 90 euros para el mercado local, "un precio que muchos africanos pueden pagar".
Pero son los campesinos los que más se van a beneficiar al poder llevar sus productos a los mercados en las bicis de carga. "También estamos estudiando un programa de alquiler para compra final", cuenta Calfee. El bambú, además, es de cultivo fácil, crece relativamente rápido y no requiere de mucha agua, "con sistemas de irrigación inteligentes, se puede cultivar hasta en el desierto". Además, la bici se personaliza de acuerdo con el peso y altura del ciclista (se utiliza un bambú más o menos grueso) y tienen por el momento tres modelos, el de carretera, de montaña y de carga. A falta de completar la cadena de producción, los cuadros se hacen en Ghana y se montan en los Estados Unidos o Europa, desde donde, una vez aprobada la calidad, se envían a los compradores. En este caso, los precios varían entre 750 y 2.000 euros, dependiendo del modelo.
Si Calfee confía en la creación de tiendas por todo el continente, el objetivo del 'Earth Institute' es cambiar la cara del transporte en África mediante la creación de una red de centros de producción masivos (se han marcado el objetivo de 20.000 vehículos anuales), para hacer la bicicleta accesible a mayor número de personas y con mayor impacto en la economía del país. Su proyecto está en fase de investigación. Por el momento, los auspicios son positivos: en Kenia, donde proliferan las 'boda boda' (bicis que se usan como taxis, con el pasajero en el portaequipaje), las bicicletas se importan desde China.
La asociación de bici-taxistas consultada por 'Earth Institute', de acuerdo con su página web, vería con muy buenos ojos un vehículo más barato, la mitad de pesado, más robusto y fabricado localmente. Por el momento, una Bamboosero ha rodado el 'Cape Argus', una de las más populares carreras surafricanas, en Ciudad del Cabo. La carrera se celebró la semana pasada: 30.000 ciclistas, 109 kilómetros y vientos de 65 kilómetros por hora. La bici superó la prueba sin problemas. Llamó la atención, eso sí.
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