París.- Yves Saint Laurent (1936-2008) era ante todo un artista y no un modisto, según el que fue su compañero y socio, Pierre Bergé, que hizo descolgar por este motivo una de las obras maestras de la exposición Warhol, que se inaugura el próximo martes en el Grand Palais de París.
El vespertino "Le Monde" informa hoy de cómo, en el último momento, se retiró de la muestra el célebre cuádruple retrato de colores construido en 1984 por Warhol con dos fotografías del célebre YSL.
Una obra característica del artista estadounidense a quien rinde homenaje el Grand Palais con la exposición "Le Grand Monde d'Andy Warhol", del 18 de marzo al próximo 13 de julio; en el mismo espacio donde "Picasso y los Maestros" batió el pasado febrero récords de asistencia.
El historiador, crítico de arte y comisario de la muestra, Alain Cueff, había colocado el retrato de Yves Saint Laurent en la pared principal de la sala dedicada a diferentes modistos, entre ellos Sonia Rykiel y Hélène Rochas.
Una iniciativa poco adecuada en opinión de Pierre Bergé, quien tras manifestar su descontento optó por retirar el retrato de su amigo, dado que, explicó, era "un artista" y no un modisto, informó "Le Monde".
Bergé tomó esta decisión ante la imposibilidad, por razones museísticas o de conservación de la pieza, de exhibirlo en otro lugar del Grand Palais, junto a retratos de artistas como Man Ray, Hockney o Beuys; o en solitario, precisó el vespertino.
La exposición "El Gran mundo de Andy Warhol" reúne unos 250 retratos del millar que realizó el artista durante los últimos 25 años de su vida.
Entre otras obras, figuran los famosos retratos Warhol de estrellas de Hollywood como Marilyn Monroe y Liz Taylor; de cantantes de rock como Mick Jagger; de políticos como Willy Brandt; de personalidades de la jet-set como la princesa de Mónaco o Gianni Agnelli; de artistas plásticos y modistos.
Coleccionistas, artistas, marchantes, personas famosas y desconocidas fueron retratadas por Warhol, mediante una producción artística serial, casi industrial, desde su taller neoyorquino, la famosa "Factory".
El proceso creativo era sistemático e idéntico: maquillaje y retrato Polaroid, selección de clichés y creación de una serigrafía final.
El propio artista lo explicaba al subrayar su deseo de que todos sus retratos tuviesen "el mismo formato" para que pudiesen estar todos juntos y terminasen formando "un único gran cuadro" titulado "Retrato de la sociedad", que un día, quizás, decía, podría adquirir el Metropolitan Museum de Nueva York.
Entre tanto, la Reunión Nacional de Museos Franceses se acercará al sueño del artista con esta exposición.
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