Toledo.- Un total de 179 nuevos guardias civiles se han incorporado a las distintas unidades y comandancias de la Guardia Civil de Castilla-La Mancha y que hoy fueron recibidos por el director general de la Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano.
Del total de estos nuevos agentes (entre ellos 32 mujeres) 166 se han formado en la Academia de Guardias y Suboficiales de Baeza (Jaén) y los trece restantes se han promocionado en el Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada" de Valdemoro (Madrid).
Por provincias, los nuevos guardias -tres de los cuales se han desvanecido durante el ensayo y en el acto oficial- irán a las unidades y comandancias de Toledo un total de 58, alguno de ellos a Illescas.
A la provincia de Ciudad Real van destinados 39 (también a la unidad de Tomelloso), otros 31 a Albacete, 28 más a Cuenca y 23 a Guadalajara.
El director general destacó que "la alta especialización" de los nuevos agentes permitirá afrontar las complicaciones que en materia de seguridad pueden derivarse de la proximidad a las grandes urbes como Madrid.
En este sentido, Velázquez destacó que "la seguridad" es un elemento fundamental de la política del Gobierno y en este sentido enmarcó la última Oferta de Empleo aprobada por el Gobierno el pasado mes de febrero con la convocatoria de casi 5.000 plazas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, más de la mitad de ellos guardias civiles, 2.783.
El director general también destacó que en 2009 el ministerio invertirá diecinueve millones de euros en mejorar los acuartelamientos de la región, así como en la construcción de nuevos.
Y como receptores de las inquietudes personales y profesionales de la Guardia Civil, el director general del Cuerpo recordó que el pasado 12 de febrero se constituyó el Consejo de Guardia Civil y en este proceso incluyó la nueva Ley de Personal que está en elaboración.
Tras valorar la entrega y la disciplina de la Benemérita, el director general tuvo palabras de recuerdo para los agentes que han perdido la vida en acto de servicio y sobre todo para aquellos que han sido víctimas de la "barbarie y la sinrazón terrorista".
Por su parte, el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano, transmitió a los nuevos agentes el cariño y el afecto de la sociedad castellano-manchega por el benemérito Cuerpo e invitó a los agentes al reto más importante: evitar el delito.
No obstante, quiso dejarles claro que Castilla-La Mancha es una región "razonablemente segura, con una tasa de criminalidad bastante inferior a la media nacional y con una eficacia policial por encima de la media española".
Al acto acudió en representación de la Junta de Comunidades el consejero de Presidencia, José Valverde, quien quiso recordar que el Ejecutivo castellano-manchego es de los pocos que colaboran en la financiación de las infraestructuras para la Guardia Civil con la finalidad de aumentar la seguridad como elemento fundamental de la convivencia.
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