Valencia.- El coordinador de Pediatría Primaria/Especializada del Hospital Infantil Universitario La Paz de Madrid, José García-Sicilia, ha explicado hoy que el aumento de casos de malnutrición infantil en la sociedad española se deriva de "erróneos hábitos alimentarios de los padres".
Según ha informado el Instituto Valenciano de Pediatría en un comunicado, García-Sicilia ha realizado estas declaraciones durante su intervención en las XIV Jornadas sobre Avances de Pediatría, donde ha explicado que uno de estos malos hábitos lo constituyen las "dietas de moda como las ortoréxicas, vegetarianas o cardiosaludables".
Estas dietas son "deficitarias para el organismo en crecimiento de un niño" que, aunque no existe un conocimiento estadístico del porcentaje de estos casos sobre el total, el pediatra los ha relacionado con familias de un "nivel sociocultural alto".
Esta "subnutrición" provocada por "la incapacidad de los padres para una alimentación correcta con aportes calóricos y nutrientes adecuados" puede derivar en un "crecimiento deficitario" de los niños.
Otra de las causas de una inapropiada nutrición infantil puede ser, según García-Sicilia "el fracaso en la lactancia materna o errores en la lactancia artificial", por lo que deber realizarse "revisiones rutinarias" y la madre debe sospechar "al notar a su hijo irritable o letárgico y decaído por falta de aporte calórico".
Según la intervención del pediatra, el 10 por ciento de las consultas en atención primaria atienden a niños menores de tres años cuyo peso está por debajo de la media para su edad, sexo y origen étnico.
García-Sicilia ha incidido en que el "verdadero hiponutrido no sólo es un niño delgado, sino que además presenta otros síntomas como tristeza, escasa actividad, palidez", aunque la causa del 50 por ciento de casos es "la mala interacción del niño sin apetito con su entorno".
El experto ha recalcado la importancia de la detección precoz "para evitar situaciones más graves o prolongadas que además de afectar a la talla, repercuten en la calcificación de los huesos, anemia e incluso deficiencias intelectuales en los casos más severos".
En cuanto a la inapetencia, el pediatra ha aconsejado a los padres "evitar forzarle a la hora de comer, los chantajes y las distracciones, como la televisión. Tampoco es recomendable el picoteo entre tomas o una ingesta excesiva de líquido previa a la comida".
Por su parte, el director del Instituto Valenciano de Pediatría, Ignacio Manrique, ha destacado que "la señal de alarma real debe activarse cuando rechace todo tipo de alimentos, sólidos o líquidos, y el peso disminuya progresivamente a lo largo de una o dos semanas".
Los dos expertos han recordado que entre los 2 y los 5 años se produce una disminución fisiológica natural del apetito ya que se trata de una etapa de crecimiento más lento, así como entre los 6 y 8 años y en la etapa adolescente donde, según Manrique, se "pasa de la bulimia a la pérdida total del apetito, aunque aquí ya influye mucho la estética".
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