Santiago de Compostela.- La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y ocho sociedades científicas recomiendan que se prolongue la edad de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que protege del cáncer de cuello de útero, a mujeres de hasta 26 años por su "alto potencial preventivo".
Así lo han afirmaron hoy el coordinador del documento "del consenso español sobre la vacuna VHP", Javier Cortés, y el pediatra y especialista en vacunación Federico Martinón, quienes informaron de que, hasta ahora, sólo alrededor de un 5% de mujeres de más de 14 años han recibido esta vacuna.
Cortés explicó que el objetivo "principal" es vacunar a las niñas de entre 11 y 14 años, porque "el potencial máximo preventivo" se obtiene "cuando no se ha tenido contacto con el virus", que se transmite "preferentemente por vía sexual".
No obstante, "las mujeres con actividad sexual también son candidatas a la vacunación y deben y pueden beneficiarse" de la misma, ya que previene la infección del VPH, "el ingrediente decisivo" para desarrollar un cáncer de útero, explicó Martinón.
Asimismo, ya existen datos que prueban que la vacuna también es "eficaz" en más del 90% de mujeres de hasta 45 años, en todo caso, "no hay contraindicaciones" para que se aplique a las mayores de 26 años que lo deseen, explicó Cortés, quien avanzó que también se están realizando pruebas en hombres con datos "muy alentadores".
Ambos expertos coincidieron en que la vacuna contra el VPH es "eficaz, segura y eficiente" y "hasta ahora ningún acontecimiento adverso grave registrado en mujeres vacunadas en todo el mundo -casi 50 millones- ha sido causado por la vacunación".
Al hilo de esta cuestión, afirmaron que casos como el de las dos niñas de Valencia que entraron en coma tras recibir la vacuna contra el cáncer de útero pueden producirse por "otras incidencias" y, al mismo tiempo, "deben dar tranquilidad porque significa que el sistema de seguridad funciona y cualquier anomalía es detectada".
En relación al precio, que es de 150 euros aproximadamente por cada una de las tres dosis de la vacunación, Cortés y Martinón coincidieron en que es "rentable" no sólo porque evita muertes -cada mes fallecen en Galicia cuatro mujeres por cáncer de útero- sino también por "la calidad de vida" que supone.
En la actualidad se distribuyen dos marcas de vacunas contra el VPH, Gardasil y Cervarix, y la diferencia es que la primera es tetravalente y protege frente a los tipos 6, 11, 16 y 18 del virus del papiloma y también frente a verrugas genitales, mientras que la segunda es bivalente e incluye protección contra los tipos 16 y 18.
Entre los objetivos de la vacuna también se encuentra prevenir otros cánceres relacionados con el VPH, como el de vagina o vulva, aunque, tal y como advirtieron Cortés y Martinón, las mujeres que la reciban también "deben continuar con sus programas de controles ginecológicos y de sexo seguro".
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