¿Es el contrato a tiempo parcial de ZP el nuevo maná?

Una bonificación hasta del 100% de la cotización para quienes realicen contratos a tiempo parcial. Éste es el aperitivo que se servirá hoy en Moncloa al presidente de la CEOE y a su comité ejecutivo. Buscando fórmulas para reactivar el empleo, ZP trata de resucitar una herramienta que Arenas ya vendió siendo ministro de Trabajo en su plan de 1998, y que en 10 años, sólo ha crecido del 8% al 10%.

Zapatero ya sabe que en España este tipo de contrato nunca ha obtenido el éxito esperado. De hecho, sólo un 10% de los contratos son a tiempo parcial, y en la mayoría de los casos los firmantes son mujeres y estudiantes que trabajan en hostelería, comercio e industria. Sin embargo, el presidente ha asegurado en una entrevista en la SER que una de las razones por las que tenemos las tasas de paro más altas es porque aquí no se alcanza el 20% de contratos a tiempo parcial que existen en Europa. Un abogado laboralista consultado asegura que "mucho tendría que cambiar la mentalidad de trabajadores y empresarios para que esta modalidad se extendiera. En este país nos creemos indispensables y somos incapaces de concebir que un puesto de trabajo de cierta responsabilidad se puede compartir dividiendo en dos la jornada. Yo he trabajado en una gran empresa en Inglaterra y estaba perfectamente asimilado que dos personas, que hacían coincidir sus horarios una hora al día para ponerse al corriente, desempeñaran una sola función".

El profesor de Derecho Laboral de la Complutense, Jesús Lahera, también observa la misma dificultad, aunque "las propuestas de mejorar la contratación indefinida a tiempo parcial son una buena fórmula para reactivar el empleo. La regulación del trabajo a tiempo parcial en España tiene muchos defectos y son necesarias reformas normativas que potencien, faciliten y den seguridad jurídica a esta forma de trabajar, más habitual en mercados laborales de nuestro entorno europeo. Esta línea de acción puede tener efectos positivos, pero tampoco se puede presentar como la gran solución al desempleo, que es un problema muy complejo y con muchas variables", asegura.

Probar hasta dar en el 'clavo'

Puestos a luchar contra viento y marea, y dado que las medidas que se han ido tomando no han logrado aún los objetivos deseados en cuanto a reactivación de la economía, por qué no intentarlo de nuevo. Puede que en épocas anteriores no triunfara este tipo de contrato, pero el Ejecutivo se ha propuesto, como si fuera el doctor House, ir probando tratamientos hasta que los síntomas de recuperación verifiquen el acierto. Claro que Zapatero no ha sido el primero en prescribir la receta. Este contrato, que toma forma por primera vez en el artículo 12 del Estatuto de los Trabajadores, ha ido evolucionando y ampliando los requisitos desde que se firmó en 1980 toqueteado por diversos ministros del ramo, entre los que se encuentra Manuel Chaves, con el Real Decreto de 1988 de medidas urgentes para la mejora del mercado de trabajo en relación con el trabajo a tiempo parcial y el fomento de su estabilidad; o Javier Arenas, con su Plan de Empleo de 1998, entre otros.

En el documento que ha preparado el equipo de Zapatero se señala como fin "incentivar proporcionalmente más el contrato a tiempo parcial que el de jornada completa". Supongamos un salario de 1.000 euros. El 23,6% de la cotización en concepto de contingencias comunes —incapacidad laboral temporal, invalidez, jubilación, viudedad— que corresponde ingresar al empresario disfrutará de una bonificación de un 30% más en relación a la jornada pactada en el contrato, sin que en ningún caso pueda superar el 100%. Así, una jornada de tiempo parcial del 20% de la jornada completa tendría una bonificación del 50%; una jornada del 40%, un 70% de bonificación; la media jornada, un 80%; y si se realizase el 70% de la jornada completa, la bonificación ascendería al 100%. En este último caso, la empresa no desembolsaría ni un euro de la cotización a la Seguridad Social. Claro, que habrá que ver qué empresa contrata a alguien sólo por ahorrarse 236 euros de cada mil, si no existe un aumento de la demanda que le obligue a ampliar la plantilla.