El primer día de Cibeles, el de El Ego y los jóvenes talentos (más TCN, infiltrados) cerraba con un desfile muy esperado y que dejó a los asistentes con un excelente sabor de boca tras una jornada un tanto irregular. Pero mereció la pena esperar al debut en Madrid de José Castro, principiante ese día pero ni mucho menos un recién llegado. Gallego, con su estudio en Barcelona y fiel a la Paris Fashion Week, Castro se estrenaba en España sin ocultar sus nervios antes de su presentación, asegurando que le preocupaba mucho agradar al público madrileño.
Y no defraudó. Su show, titulado Redrum (sí, como la nada enigmática frase que aparecía en El Resplandor), era tan tétrico como anunciaba, pero también extremadamente opulento, cuajado de detalles y muy vanguardista. Las distintas colaboraciones de José Castro con dos empresas peleteras, Serpelsa y Kopenhagen Fur, llenaron la pasarela de las más suntuosas y trabajadas pieles, el plato fuerte del desfile. Y es que hasta la PETA hubiera apreciado las cuidadas piezas de piel que allí pasaron, como conejo tratado con un efecto bicolor y tornasolado, lujosos y suaves zorros de Namibia o, agárrense a la silla, un espectacular abrigo confeccionado con pelo de rata. En definitiva, la parte más animal y visceral de la colección pero, a la vez, sofisticada y urbana gracias a los patrones actuales que incorporaban ingentes hombreras y grandes volúmenes.
Las pieles se combinaban con piezas más urbanas como unos vaqueros baggy tintados que el propio diseñador definía en el backstage (con mucho humor, por otra parte) como 'muy gallegos' porque parecía que estaban manchados de chapapote. Faldas tulipán, delicados y lujosos vestidos de cuero imitando escamas, un delicioso abrigo de piel trenzada que parecía mimbre... En general, cada prenda llevaba detrás un minucioso trabajo en su tratamiento que las hacía dignas de ser admiradas de cerca. Eso sí, el desfile cerró tal y como se anunciaba en su título: con las modelos y las prendas teñidas de sangre, sin ningún pudor por manchar tan ricas piezas con pintura roja. ¡Grande!
José Castro, a pesar de su estilo tan rompedor, trabaja como un auténtico couturier a la antigua usanza. Sus preciadas —y preciosas— piezas las realiza por encargo que las usuarias pueden encargar a través de web o acudiendo a su estudio barcelonés. Piezas únicas, elaboradas con amor y cuidado a medida de la clienta más exigente que busca un lujo vanguardista y sin ningún tipo de moderación. Un poquito de glamour en tiempos de crisis y depresión no hace daño.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.