Buenos Aires.- La revelación de contactos secretos entre el Gobierno argentino y una de las cuatro patronales agrarias en conflicto con el Ejecutivo desde el año pasado abrió hoy fisuras en el sector rural.
El portavoz presidencial, Miguel Núñez, leyó anoche ante la prensa un comunicado que dio cuenta de cuatro reuniones recientes entre el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati.
El vocero de la mandataria Cristina Fernández hizo estas manifestaciones pocas horas después de que las cuatro mayores organizaciones agrarias del país advirtieron que son "preocupantes" las "dilaciones inexplicables" del Ejecutivo para convocar a una reunión para dialogar sobre la crisis del campo.
Por su parte, la SRA admitió hoy que su presidente "mantuvo contactos con el Gobierno con pedido de confidencialidad por parte de los funcionarios que participaron de los mismos a fin de encauzar una negociación".
Ulises Forte, vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), la más combativa de las entidades rurales, consideró que "la actitud de Biolcati no es muy de códigos y lealtades", además de señalar que si efectivamente hubo negociaciones "secretas" con el Gobierno el dirigente de la SRA incurrió en una "traición".
Portavoces oficiales habían asegurado días atrás que Fernández analizaba convocar esta semana al sector a una reunión luego de que las cuatro entidades que representan a los productores rurales resolvieron postergar su regreso a las protestas contra el Gobierno.
Sin embargo, la Mesa de Enlace, que agrupa tanto a la SRA y la FAA como a la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señaló ayer que no recibió ningún llamado del Gobierno.
"Hemos estado reunidos tratando de acercar posiciones", se limitó a señalar hoy la presidenta argentina, quien en declaraciones a la bonaerense Radio 10 evitó dar precisiones sobre las negociaciones con el sector rural.
El conflicto entre el Gobierno y las patronales rurales estalló en marzo de 2008, cuando el Ejecutivo subió los impuestos a las exportaciones de granos, lo que derivó en múltiples protestas de productores, bloqueos de carreteras y desabastecimiento de alimentos, además de problemas en varios sectores económicos.
El Senado anuló el criticado esquema impositivo en julio del año pasado, aunque la controversia se mantiene vigente, agravada por la sequía que azota al país, la peor en los últimos 50 años.
Frente a los pedidos de las organizaciones agrarias para que se eliminen los impuestos a las exportaciones de granos, Fernández advirtió que "hay mucha iniquidad fiscal para pretender no pagar nada".
"¿A qué presidente no le gustaría decir lo que el sector quiere escuchar? Dialogar no es decir todo que sí, no hay sustentabilidad fiscal si los que más tienen no aportan", remarcó la mandataria antes de ratificar que "la voluntad de diálogo está".
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