Tener sobrepeso no es excusa para no divertirse en la bicicleta. Algunos obesos perciben la bici como un castigo o un método impuesto para adelgazar y pronto abandonan la idea de darle a los pedales. Otros no se atreven ni a intentarlo por miedo a hacerse daño, romper la bici o ser el centro de todas las burlas. Para enfrentarse a todas estas situaciones, la bloguera londinense, Charlotte Cooper, orgullosa de todos sus kilos, anima con algunos consejos a todos los ciclistas gordos para que cambien su percepción sobre este vehículo de dos ruedas y se suban al sillín.
Para esta inglesa de 40 años, no hay ningún impedimento para que aquellos con unos kilos de más monten en bici. En base a su experiencia, Cooper ha publicado en su 'Fat Blog' —dedicado a todos los obesos— la guía 'How to Ride a Bike: A Guide for Fat Cyclists' para que esos kilos que nos sobran no sean un problema a la hora de subirnos al sillín. Hemos hablado con esta bloguera y nos ha dado su permiso para transcribir su artículo.
Si eres gordo es probable que la última vez que te planteaste montar en una bici, fuera como un medio para perder peso ¿Ésto hace que veas ir en bici como una obligación, te haces una mala imagen de ti mismo y sufres ansiedad por la presión? Es poco probable que estas sensaciones te hagan sentir bien y emocionado cuando vas en la bici.
Existen muchas razones que hacen que la gente con sobrepeso sea reticente a subirse al sillín. Quizás no hemos montado en bici desde que éramos niños, o puede que nunca hayamos aprendido. También es probable que lo asociemos más a un castigo para perder peso que a una actividad de la que podemos disfrutar por derecho propio. Algunos se preocupan al ver que no están en buenas condiciones físicas y ésto, combinado con un acoso emocional —o incluso el temor a sufrirlo— es suficiente para quitar de la cabeza la idea de un paseo en bici. Incluso la gente con mayores problemas de sobrepeso llegan a preocuparse por si estropean la bici o por si se hacen daño ellos mismos, además de la dificultad añadida de encontrar la ropa apropiada.
Como ciclista gorda, ésta ha sido también mi experiencia. Aquí hay algunos consejos que he recopilado durante años y que pueden ayudar a muchos otros como yo:
Aunque de niños éramos unos ciclistas activos, durante muchos años de nuestra edad adulta, mi novia y yo creíamos que éramos físicamente incapaces de pedalear. ¿La razón? Teníamos bicis de montaña. Simplemente no había espacio suficiente para nuestro vientre, y nuestras muñecas tenían que soportar todo el peso del cuerpo. En un viaje a Alemania, nos dimos cuenta de las posibilidades de las bicis europeas. ¡Fueron construidas para nosotras, fáciles de montar, y de repente nos sentimos como unas 'superwoman'! Entonces nos compramos unas grandes bicis holandesas, robustas, pesadas, irrompibles y extremadamente cómodas, con un ancho sillín lo suficientemente fuertes para llevarnos a donde necesitábamos ir. ¿La lección? No subestimes el poder del diseño en las bicis cuando consideres comprarte una.
Para ser ciclista, no tienes que ser como esos mensajeros embutidos en licra que zigzaguean rápidamente entre el tráfico. Márcate un ritmo que te siente bien, trabaja con las capacidades de tu cuerpo —no en contra de ellas— y sé bondadoso contigo mismo. Si una vuelta al parque es suficiente, entonces que así sea. Rompe con los viajes largos, sube tu bici al tren o llévala en el coche. ¿Te tiemblan las piernas? Practica en caminos tranquilos. Hay más de una forma de ser ciclista: si quieres fortalecer tu forma física, puedes ir pedaleando a hacer la compra, o si eres feliz dando un simple paseo ocasional, también es perfecto.
Cada persona con sobrepeso tiene una deprimente historia que contar sobre la hostigación y burla que sufre en la calle. Y un ciclista gordo es un blanco fácil para comentarios desagradables. Probablemente tengas tu propia manera de tratar con esas personas que molestan, aunque ignorarlas es la mejor política. Eso sí, es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente si te sientes frágil sobre la bicicleta y en el punto de mira. Sin embargo, no dejes que esa gente ignorante llegue a ti y sé amable contigo mismo.
La mayoría del engranaje de las bicis está sólo disponible en tamaños pequeños, de modo que tienes que utilizar un poco tu imaginación. No te desanimes si las cintas reflectantes no te valen, compra más de una y pégalas con cinta adhesiva. Puedes conseguir prendas impermeables de gran tamaño en algunos proveedores industriales o comprar una capa para la lluvia. Algunas tiendas de deporte venden ropa de tallas grandes. Si no encuentras nada en tu zona, simplemente vístete con lo más cómodo. Si tienes tiempo, haznos un favor a todos y presiona al lobby de fabricantes de ropa para producir una gama más amplia de tallas.
Algunos miembros de las comunidades de ciclistas pueden ser muy críticos sobre el peso y el tamaño del cuerpo. No les hagas caso y recuerda que tienes tanto derecho a montar en bici como cualquier otro. Si alguna vez recibes un trato grosero en una tienda de bicis, déjales claro que comprarás en otro establecimiento por la forma irrespetuosa con la que te han tratado. Cuantos más hagamos esto, menos ganarán estos comercios.
Es fácil que resbales con tu bici o cometas algún error, especialmente si eres un ciclista nervioso, pero no abandones. Haz del ciclismo algo divertido, vete con un amigo a dar una vuelta, pedalea bajo el sol, compite en las carreras con algunos niños o simplemente haz rodar la bicicleta. Y si ves a otro ciclista gordo, asegúrate de tocar el timbre en señal de solidaridad.
Si Cooper fuera en bici por California, tendría que tocar el timbre cuando se cruzara con Endel, un aficionado al ciclismo que hace años decidió crear su blog 'FatCyclist'. Cuando este estadounidense apodado 'Fatty' se dio cuenta de que al pedalear, sus rodillas chocaban con su tripa, se planteó adelgazar unos 15 kilos y hablar de su evolución en la red. Hoy, Endel ya se ha deshecho de esos kilos de más y su blog se ha convertido en un espacio lleno de noticias y consejos para todos los amantes de las dos ruedas.
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