La Habana.- El ministro cubano de Comunicaciones e Informática, Ramiro Valdés, advirtió hoy sobre el "lobo consumista disfrazado con piel de oveja" de las nuevas tecnologías y llamó a estar alertas para evitar el despilfarro y las limitaciones a la soberanía.
"Estaremos siempre alerta para cerrar el camino y expulsar de nuestras acciones al lobo consumista disfrazado con piel de oveja de las nuevas tecnologías", dijo Valdés durante una intervención en la Feria de Informática de La Habana.
El también comandante y ex ministro de Interior señaló que se deben descartar las tecnologías cuyo único resultado sería "el despilfarro" de los recursos, así como "la sujeción" a aquellas que "entorpezcan el desarrollo del país y limiten su soberanía".
Indicó que Cuba propugna una "soberanía tecnológica" que implica "la apropiación y dominio de las tecnologías", el trabajo en la "seguridad e invulnerabilidad de las redes de telecomunicaciones", la creación de capacidades propias de desarrollo y el establecimiento de "alianzas estratégicas".
En ese sentido, se refirió al proyecto de cable submarino de fibra óptica que unirá a Cuba con Venezuela y Jamaica, y que, según dijo, "constituirá un eslabón fundamental de la infraestructura de telecomunicaciones internacionales cubanas".
Más allá de ese cable, que según fuentes oficiales estará operativo en menos de dos años, Cuba trabaja en el empleo de plataformas y estándares abiertos en la administración pública y la industria electrónica, con el propósito incluso de desarrollar las posibilidades de comercio electrónico, dijo Valdés.
En el marco de esta feria, el Gobierno cubano presentó esta semana un nuevo producto basado en el sistema operativo Linux como parte de la apuesta oficial por el "software" libre y su defensa de la "soberanía" informática en la isla.
Valdés indicó el martes que en la isla no hay restricciones de "concepto" para el acceso de particulares a Internet, sino limitaciones económicas y tecnológicas que van a "cambiar" con el cable de fibra óptica con Venezuela.
"No está excluido como concepto (...) está excluido a través de las limitaciones tecnológicas, económicas y del ancho de banda", sostuvo el ministro.
Los particulares cubanos no tienen permitido el acceso a Internet desde sus domicilios, los profesionales, fundamentalmente los de la cultura, la educación y la salud, pueden conectarse a la intranet estatal, y la mayoría de las más modernas tecnologías requieren licencias restringidas y especiales para su uso.
El Gobierno de La Habana asegura que esa situación se debe al bloqueo comercial y financiero que Estados Unidos aplica a la isla desde 1962, por las limitaciones que le impone a su capacidad de conexión.
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