NUEVA YORK.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió hoy al Senado a aprobar su plan de estímulo económico de más de 800.000 millones de dólares durante un acto público en una de las localidades del centro del país más golpeadas por la crisis, en el que reconoció que el paquete de medidas que propone "puede no ser perfecto" aunque advirtió que si sigue paralizado en el Capitolio la situación puede transformarse en un "auténtico desastre". Además, Obama ofrecerá esta noche (madrugada en España) su primera rueda de prensa formal en la que seguramente volverá a presionar a los senadores.
"No sé si todo funcionará al cien por cien, tal como lo hemos planeado, pero os aseguro que si se sigue retrasando y paralizando el plan en Washington la situación puede transformarse en un auténtico desastre", afirmó Obama ante cientos de vecinos de Elkhart, en el estado de Indiana, donde la tasa de paro está por encima del 15 por ciento, el doble de la media nacional.
En tono enérgico y dirigiéndose a los legisladores de la Cámara Alta, que en los próximos días someterán a votación el plan tras negociar algunos recortes a la propuesta inicial, el presidente advirtió que el tiempo para el debate "ya concluyó" y que ahora hay que dar paso a la toma de decisiones. "Y tenemos que hacerlo de forma inmediata", subrayó Obama.
VOTOS REPUBLICANOS
La semana pasada la Cámara de Representantes aprobó, sin el apoyo de ningún legislador republicano, un plan de estímulo de 819.000 millones de dólares, y se espera que en estos días el Senado vote a favor de un paquete de 827.000 millones de dólares, después de que en los últimos días los demócratas lograran el compromiso de al menos tres senadores republicanos.
Si finalmente se aprueba la propuesta del Senado, ambas cámaras deberán ponerse de acuerdo para consensuar un plan final, ya que en los actuales hay diferencias sustanciales en los números, tanto en la rebaja de impuestos como en las inversiones, cuyo resultado debería ser enviado a la Casa Blanca para su ratificación por parte de Obama.
Por momentos el hoy presidente recordó al senador que hace unos meses visitó esta misma localidad durante su carrera hacia la Casa Blanca, una pequeña población donde las cifras de paro han pasado de un 4% al actual 15,4% en menos de un año. "Cuando hablamos de 3,6 millones de nuevos desempleados no hablamos de estadísticas, hablamos de gente como vosotros", indicó.
Obama, que dedicó media hora a responder las preguntas de los vecinos, alertó que incluso con el plan de estímulo "el camino que queda por recorrer no será fácil" porque, según dijo, la "crisis heredada" es una de las peores de los últimos tiempos, por lo que pidió paciencia a quienes esperan resultados inmediatos. "La recuperación se empezará a ver dentro de un años, no en semanas o meses", advirtió.
"NO PODEMOS ESPERAR"
En varias ocasiones el presidente aseguró que hay que "actuar con urgencia" y que la gente "no puede esperar", y se comprometió a llevar a Washington el cambio que los ciudadanos pidieron al votar por él en las elecciones del 4 de noviembre. "Vamos a actuar de forma rápida y audaz, porque eso es lo que me habéis pedido, y trabajaremos para cambiar la forma de hacer las cosas en este país", añadió.
Entre otras cosas, recordó Obama, su Plan de Estímulo y Recuperación permitirá crear entre 3 y 4 millones de puestos de trabajo en los próximos dos años, así como una rebaja de impuestos "inmediata" para el 95 por ciento de los trabajadores del país, y extender las ayudas por desempleo y la cobertura sanitaria a quienes hayan perdido su empleo.
Ante las quejas de uno de los vecinos sobre algunas los gastos superfluos de algunas de las grandes empresas del país en estos momentos de crisis, Obama criticó que efectivamente haya bancos pagando bonificaciones extraordinarias a sus ejecutivos mientras piden acogerse al plan de rescate, y que otras empresas "organicen viajes a Las Vegas o acudan a la Super Bowl con el dinero de los contribuyentes".
PLAN DE RESCATE FINANCIERO
Precisamente estaba previsto que el nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, cuya confirmación por parte del Senado se retrasó varios días por sus problemas con Hacienda, tenía previsto este lunes dar a conocer públicamente los detalles de la segunda parte del plan de rescate financiero, pero finalmente ha tenido que esperarse hasta mañana.
Los primeros 350.000 millones de dólares del plan aprobado por la anterior administración de George W. Bush en otoño pasado despertaron la ira de los contribuyentes por el uso que se estaba dando a sus impuestos, y desde un primer momento el entonces presidente electo se comprometió a revisar la segunda parte del paquete del rescate financiero.
El Wall Street Journal y el New York Times han filtrado ya algunos de los aspectos principales del rescate financiero de Geithner, que a la espera de una confirmación oficial definitiva incluirá un acuerdo entre la Casa Blanca y el sector privado para que éstos compren los activos dudosos de los bancos a cambio de garantías gubernamentales, y ayudas a la gente para hacer frente a sus hipotecas.
La Casa Blanca ha querido retrasar la comparecencia pública de Geithner para centrar todas las miradas en el plan de estímulo económico que se negocia en el Congreso, y prueba de ello es que el presidente Obama ofrecerá esta noche, en horario de máxima audiencia, su primera rueda de prensa formal desde que tomó posesión de su cargo el pasado 20 de enero.
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