El anuncio de que ya hay 199.838 parados más engrosando las frías colas del Inem deprime a cualquiera. Según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo —que ya no se avergüenza al reconocer que podemos llegar a los 4 millones de desempleados— el número de parados inscritos en las oficinas de empleo creció en enero un 47% frente al mismo mes del año anterior. Sólo una región española se salva de la debacle. Melilla, esa pequeña ciudad española del norte de África, registró un descenso del 9% en el número de desempleados.
Las estadísticas que publica hoy el Ministerio de Trabajo invitan a pensar de forma optimista con respecto a la economía de la ciudad autónoma. En Melilla han desaparecido 715 personas de las colas del Inem en un año. Ceuta y Melilla son las únicas dos regiones dónde ha aumentado el número de contratos. En esta última se crearon 1.654 empleos en enero, un 23% más que en el mismo periodo de 2008.
Este 'boom' en la contratación melillense tiene una razón de fondo. El Gobierno puso en marcha en junio del año pasado un Plan Especial de Empleo para la ciudad autónoma que generaría más de 1.500 empleos temporales en dos tramos de un semestre. El mes de enero es el último del que disfrutarán de trabajo los contratados en el primer tramo y es el de inicio para los del segundo. Por eso este mes hay más contratos.
El objetivo de la Administración central era el de bajar la tasa de desempleo más alta de España. Melilla ostentaba el dudoso honor de poseer un 24% de parados en el tercer trimestre de 2008, según los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA). El plan del Gobierno consiguió bajar esa tasa hasta el 16% en la siguiente estadística mientras que Andalucía cogía el testigo. "Pero se hace a costa de trabajos temporales", contestan desde CC.OO. de Melilla. Según el sindicato, el empleo que se ofrece, a parte de "no ser de calidad", durará sólo seis meses y después volverá a aumentar "porque en Melilla lo que funciona de verdad es la economía sumergida".
El plan de inversión local de 8.000 millones de euros que ha puesto en marcha el Gobierno, que promete crear al menos 200.000 empleos, va en la misma línea. Además, todas las Comunidades Autónomas, con diferentes fórmulas, han ideado en los últimos meses planes especiales de empleo para reactivar la economía. La duda ahora será "ver si después del tiempo que dura el empleo no vuelven a subir las tasas de desempleo", resumen desde CC.OO.
Aunque mucho menos visible que el número de parados, la caída de cotizantes ocupados a la Seguridad Social es igual de dramática. Tan sólo el descenso del 2008 (890.000) fue mayor que las caídas de 1992 y 1993 juntas. En este primer mes de 2009 acumulamos 155.000 personas más que han dejado de aportar su granito de arena a parte del Estado de Bienestar.
Las cotizaciones a la Seguridad Social (esa parte que a todos nos descuentan del sueldo) se va directamente a las arcas de su tesorería. Actualmente esta tesorería, con la que se pagan las pensiones y parte de las prestaciones por desempleo, tiene superávit y si las proyecciones del Gobierno no fallán lo tendrá hasta dentro de 10 años. La caída de cotizantes perjudicará a este superávit y nuestra huchita de pensiones mermará poco a poco.
Para seguir asustando al Estado, el gasto en prestaciones por desempleo (ese dinero que el Inem emplea para pagar a los parados durante una media de 13 meses) superará los 20.000 millones de euros en 2009, entorno a 5.000 millones más de lo presupuestado inicialmente. Este gasto se empleará, si las cifras no distan mucho de las de hoy, en pagar a cada parado algo más de 1.000 euros al mes de media. ¿Cómo se pagará todo esto?
Al tiempo que se publicaban las cifras del paro del peor mes de enero de la historia se daba a conocer un informe de Bruselas en el que se refleja que España es uno de los países de la Unión Europea con menos trabajadores afiliados a los sindicatos (el 15% del total). Sin embargo, se encuentra entre las economías con un mayor número de empresas inscritas en las patronales, un 72%. Suecia, Finlandia y Dinamarca, por su parte, son los países con mayor número de trabajadores afiliados a los sindicatos con más de 72%. Y todo esto, sabiendo que los españoles estamos a la cabeza de parados dentro de la UE.
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