Comienzan los cambios en la red de Cercanías debidos a las obras del AVE

Barcelona.-  Las obras del AVE en el entorno de la estación de Sant Andreu Comtal, de Barcelona, han obligado desde hoy a modificar, y durante un período previsto de dos años, el recorrido y el tiempo de viaje de la línea de Cercanías C-2, que utilizan a diario unas 130.000 personas.

Esta línea, que enlaza Maçanet-Massanes (Girona) con Sant Vicenç de Calders (Tarragona), es la más afectada por estas actuaciones, que también implica, aunque en menor grado, a la línea C-1, que une Maçanet-Massanes y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y a los trenes de media distancia del corredor Barcelona-Girona-Portbou.

La línea C-2 ha dejado de cubrir el actual recorrido y se subdividirá en tres relaciones: la norte, que realizará el trayecto Sant Celoni/Granollers-Aeropuerto; la sur, que irá de Sant Vicenç de Calders/Vilanova a la Estación de Francia, y la denominada "pasante", que conectará Castelldefels con Granollers.

Este nuevo esquema comportará la desaparición de la actual línea C-10, que enlaza la Estación de Francia con el aeropuerto, ya que este recorrido lo realizará la línea C-2 norte, con dos trenes por hora y sentido, como ahora.

La división de la C-2 provocará además que cerca de un 2,5% de sus usuarios, lo que equivale a unos 3.400 viajeros diarios, pierdan la conexión directa y tengan que realizar algún tipo de transbordo para llegar a su destino.

Unos 2.000 pasajeros (un 1,5%), en cambio, saldrán ganando y evitarán tener que cambiar de tren para cubrir su trayecto.

La dirección de Cercanías ha reconocido que la afectación de la línea C-2 generará molestias a algunos viajeros y ventajas a otros.

Así, el conjunto de trenes de la línea C-2 sur reducirán el tiempo de viaje en una media de tres minutos, aunque perderán la conexión directa con el trazado norte.

A partir de las nueve de la mañana, además, pasará regularmente un tren cada quince minutos, cuando ahora circulaban con una frecuencia de entre siete y veintitrés minutos.

En la C-2 norte, en cambio, las obras del AVE acarrearán un incremento del tiempo medio del viaje de cinco o seis minutos, con un máximo de trece minutos en dos trenes, a la vez que se reducirá de seis a cinco el número de trenes por hora que circulen entre Granollers y Barcelona en hora punta.

Según Renfe, la ocupación media de los trenes en hora punta en este trayecto es de 410 viajeros por tren, cuando con la nueva oferta será de 492 usuarios.

La línea que unirá directamente Castelldefels con Granollers, por su parte, apenas sufrirá cambios.

En cuanto a la C-1, la principal afectación será el aumento del tiempo de viaje, que será de entre dos y doce minutos, dependiendo del trayecto y de la hora en que se coja el tren.

La mayoría de trenes de la C-1, además, pararán en las estaciones de Montgat, Montgat-norte y Cabrera de Mar/Vilassar.

Por último, los trenes de media distancia que cubren el trayecto Barcelona-Portbou verán aumentado su tiempo de recorrido entre seis y once minutos.

También se incrementará la oferta a Llançà y Portbou y de Barcelona a Figueres, aunque se reducirá un servicio de Girona a Figueres de lunes a viernes.

Renfe y Adif han puesto en marcha un "plan de contingencias" para poder dar una respuesta rápida a las posibles incidencias que las obras del AVE en el tramo La Sagrera-Sant Andreu Comtal causen en la circulación de trenes.

Ambas empresas han decidido intensificar las medidas y recursos disponibles con el objetivo de afrontar con rapidez los problemas que puedan surgir en la construcción de la alta velocidad en la capital catalana, tal y como sucedió en 2007, cuando la aparición de socavones entre Bellvitge y Sants provocó la interrupción de las líneas C-2, C-10 y C-7 de Cercanías.