Madrid.- El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, no adelantará su comparecencia en una sesión extraordinaria en el Congreso para explicar la situación de la economía y del empleo y la gestión del Fondo de Adquisición de Activos Financieros, tras decidirlo así la Diputación Permanente.
De esta manera, Solbes comparecerá después del 10 de febrero, fecha en que lo hará el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que la Diputación Permanente rechazó por 32 votos en contra y 20 a favor (los del PP) que Solbes lo hiciera antes en sesión extraordinaria.
Durante su intervención, el responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, elogió a los empresarios que hacen el "milagro" de pagar las nóminas a sus empleados en la crisis "más importante" de la historia de España y que puede ser también "la más larga y la más intensa".
Montoro incidió en que, ante todo esto, el Gobierno "se esconde y está arruinando a nuestro país, con una mirada pasiva en un momento dramático".
Además, indicó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene ya ninguna fiabilidad, al afirmar que nadie vaticinó lo que iba a ocurrir, cuando el PP "siempre ha hablado con toda claridad sobre lo que pasaba y la crisis que venía".
Desde el grupo parlamentario ERC-IU, Joan Ridao destacó que las previsiones del FMI han vuelto "a enmendar la plana" al Gobierno con unos augurios económicos todavía "más desastrosos" y añadió que, a tenor de esos datos, la recuperación irá más allá de 2010.
Además, criticó que el Ejecutivo no quisiera ver lo que se venía encima y el "pomposo" plan E que contiene medidas para incentivar la economía, del que dijo que "se palpa su fracaso".
En su opinión, las medidas diseñadas por el Gobierno para paliar la crisis son más adecuadas para épocas de cambio de ciclo que para luchar contra esa crisis.
El diputado de CiU Josep Sánchez Llibre calificó la situación de "delicada y grave", y destacó que su grupo ya avanzó en su momento que había falta de liquidez, "una de las grandes causantes del descalabro de la economía", mientras el Gobierno "estaba ausente sobre lo que se le venía encima".
Asimismo, abogó por una comparecencia de Solbes en febrero y no el sábado, porque no conduciría a nada que su presencia fuera de forma tan urgente.
El PNV apoyó las comparecencias de Zapatero y de Solbes, y así lo remarcó el diputado Pedro María Azpiazu, pero no compartió que hayan de hacerse cuanto antes, pues la del presidente del Gobierno se ha fijado para el 10 de febrero, lo que aceptó, y la del ministro de Economía "es lógico" que tenga lugar con posterioridad.
Que los nacionalistas vascos no consideren urgentes las comparecencias de Zapatero y de Solbes no significa, dijo Azpiazu, que estén de acuerdo con la gestión del Gobierno ante la crisis, sino al contrario, pues para el PNV el Ejecutivo "debe cambiar radicalmente de actitud" y establecer canales de comunicación con los grupos, a través por ejemplo de un Observatorio Permanente.
En representación del Grupo Mixto, Carlos Salvador (UPN) defendió la conveniencia de que Zapatero y Solbes acudan al Congreso ante una situación económica "imprevisible" y de "máxima desconfianza", lo que compartió Uxue Barkos (Na-Bai).
El portavoz socialista en la Comisión de Presupuestos, Francisco Fernández Marugán, admitió que la recesión que vive España es "de primera entidad", e indicó que la Comisión de Economía fijará el próximo día 4 el calendario de comparecencias y se convertirá en el "centro" de la vida política.
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