Buenos Aires.- Argentina anunció hoy que logró aliviar en 1.542,8 millones de dólares sus compromisos de pago de deuda para este año, en momentos que sus variables económicas parecen debilitarse en un contexto de crisis global.
La adhesión del 97 por ciento lograda entre acreedores institucionales locales para canjear títulos por 4.314,2 millones de dólares que vencen entre 2009 y 2012 por otros que expiran en 2014 fue considerada como un "éxito sin precedentes" por el Gobierno argentino.
Sin embargo, la operación de canje representa apenas un alivio frente a deudas por 20.000 millones de dólares que Argentina deberá cancelar este año.
"El canje ayuda porque permite reducir en alguna proporción los vencimientos, aunque no es muy significativa porque solo reducirá erogaciones por 1.500 millones de dólares este año frente a vencimientos cercanos a los 20.000 millones", señaló a Efe Alejandro Vinitzky, analista de la consultora financiera Maxinver.
El experto dijo que, con todo, este "alivio" siempre "suma" en un contexto en el que "el sector público tendrá menor ingreso de divisas por un factor no previsto como la sequía que afecta al sector agropecuario, además de menores exportaciones por la crisis global".
"Además, habrá un efecto positivo en los mercados ya que el canje es una señal de que se están tomando decisiones para poder honrar los compromisos de pago", consideró Vinitzky.
El jefe de Gabinete argentino, Sergio Massa, aseguró hoy que este canje "mejora el perfil de deuda argentina", se inscribe dentro de un "plan de manejo responsable de la deuda pública" y "ratifica la voluntad y la capacidad de pago de Argentina de todos sus compromisos".
Aunque Argentina no pudo regresar a los mercados internacionales para financiarse desde el cese de pagos de finales 2001, el mayor de la historia moderna, el Gobierno de Cristina Fernández sostiene que los recursos para los vencimientos de deuda de 2009 están "asegurados".
"Contra todas las especulaciones, están asegurados los pagos de la deuda para este año", afirmó este lunes el secretario de Hacienda argentino, Juan Carlos Pezoa, tras anunciar que Argentina logró en 2008 sumar seis inéditos años con ahorro fiscal primario.
Sin embargo, las cifras del resultado fiscal primario de diciembre encendieron una luz de alarma: un déficit de 1.018 millones de dólares, casi el triple del déficit del último mes de 2007.
Esta no es la única variable con signos de debilitamiento en una economía que lució pujante tras la superación de la severa crisis de 2001-2002.
Por el "efecto jazz", como denominó Cristina Fernández, a la crisis financiera desatada en Estados Unidos y que alcanzó escala global, la actividad económica argentina habría caído un 3,4 por ciento en noviembre y un 3,1 por ciento en diciembre.
No hay aún estadísticas oficiales sobre la evolución de la economía argentina en el último bimestre de 2008, pero en un reciente informe el Banco Central reconoció que el año pasado la expansión económica habría sido del 6%, lejos del 8,8% promedio de los cinco años previos, moderación que la entidad atribuyó al "contexto de deterioro de las condiciones internacionales".
La actividad industrial, en tanto, bajó un 0,9 por ciento en noviembre y podría repetir la tendencia negativa en diciembre según varios analistas, en tanto que el sector agropecuario se prepara para resultados desastrosos en esta campaña por la peor sequía que se recuerde en los últimos setenta años.
El comercio también se vio afectado, con exportaciones y un superávit comercial en leve contracción según las últimas estadísticas oficiales de noviembre, aunque datos difundidos por Brasil, el mayor socio comercial de Argentina, muestran una fuerte caída de los intercambios entre ambos países en lo que va de enero.
Pronósticos privados también reseñan un crecimiento de la pobreza y un freno en la creación de empleo, datos que reavivan los recuerdos de la dramática crisis que vivió el país hace siete años.
En este contexto, el dólar ha sido el refugio elegido por muchos argentinos para ponerse a resguardo del terremoto internacional y sus réplicas en el país suramericano.
Un informe del Banco Central difundido este martes reveló que en octubre hubo un pico de demanda de la divisa estadounidense en la plaza local y que en el último trimestre de 2008 la fuga de capitales se aceleró hasta completar los 23.098 millones de dólares en todo el año pasado.
Según un estudio de la consultora privada Ecolatina, el superávit de cuenta corriente de Argentina caerá este año a un tercio de lo logrado en 2008 por el debilitamiento de los principales motores de ingresos de divisas.
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