Ceuta.- Las pruebas realizadas y los objetos obtenidos en una cueva situada junto a la frontera que separa Ceuta de Marruecos han dejado al descubierto un asentamiento de la prehistoria de unos 300.000 años de antigüedad que evidencia presencia musteriense.
En una comparecencia de prensa, los expertos de la Universidad de Cádiz que han liderado la campaña de excavaciones han resaltado el hallazgo de unos 20.000 objetos de una antigüedad cercana a los 300.000 años, después de concluir a finales del pasado año la sexta campaña en la Cueva y el Abrigo de La Cabililla.
Este nuevo sondeo ha permitido realizar una valoración de las rocas sedimentarias para conocer desde las épocas más antiguas en las cuales los cazadores-recolectores frecuentaron este asentamiento hace de 250.000 a 270.000 años.
Estos datos han sido presentados por José Ramos y Darío Bernal, codirectores de este proyecto y profesores de la Universidad de Cádiz (UCA) y la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu (PP), los cuales permitirán que la ciudad disponga en 2010 de una exposición propia sobre este yacimiento.
En la cueva se han localizado productos tallados, fauna y malacofauna, cuyo material ha sido trasladado a un colegio para su análisis y datación.
Las investigaciones han arrojado datos sobre las comunidades de cazadores recolectores y su posible paso por el Estrecho de Gibraltar así como sus relaciones y contactos, "un tema de alcance para las cronologías a nivel mundial", según ha explicado José Ramos.
El experto ha argumentado que este hallazgo "evidencia que el paso de África hacia Europa es un sitio latitudinal similar a Oriente Medio, donde más se había estudiado hasta el presente".
Por su parte, Darío Bernal ha comentado que en la cueva existe una base "fundamentalmente neolítica" y que aparecen "estratos de paleolítico superior", un dato de "alcance" puesto que el equipo de investigadores no disponía hasta el momento de esa fase documentada.
Otro dato importante es que la utilización de los recursos marinos por parte de estos grupos humanos alcanza los 150.000 años, un dato de alcance respecto a la península, ya que se se conocían sobre todo en el Cantábrico con 40.000 años.
Darío Bernal ha añadido que la cueva "es muy importante desde el punto de vista histórico, pero muy duro por su metodología de investigación debido a que es en una brecha carbonatada, está endurecida, por eso el mes de trabajo de campo que se hace todos los años en el último trimestre de año va acompañado de siete u ocho meses de trabajo de laboratorio".
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