El PP madrileño: una de cine negro en cuatro actos

En el Partido Popular madrileño se ha armado una marimorena por el asunto que desveló el diario 'El País' sobre el servicio de espionaje que se montó en torno a algunos de sus líderes más destacados. De momento, faltan muchas respuestas, pero lo cierto es que la historia se encuentra repleta de intrigas, sospechosos y posibles interpretaciones. Te ofrecemos un resumen con los principales actos y personajes que componen esta intriga digna del cine negro.

Cuatro actos:

• En el primero, el diario 'El País' revela un sistema de espionaje urdido (supuestamente) por el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, destinado a destapar alcaldías socialistas inmersas en alguna trama de corrupción urbanística (incluso se investigaron municipios del PP con los que la dirección regional mantiene tensas relaciones, según el periódico). El espectador podría preguntarse: "¿Para eso hay que crear un sistema específico de vigilancia?¿Acaso no debería ser una de las funciones a cumplir habitualmente por la Policía?
• En el segundo, el mismo diario publica una serie de imágenes y documentos que demuestran que el vicepresidente de la Comunidad y mano derecha de Esperanza Aguirre, Ignacio González, ha sido objeto de vigilancia durante un par de viajes al extranjero. Uno de ellos fue a Colombia, y las imágenes retratan a unos acompañantes de González que entran con unas bolsas blancas en un edificio y, a continuación, salen sin ellas. Otro viaje tuvo como destino Sudáfrica y contó con la compañía de un empresario que, según se dice, recibe adjudicaciones de la Comunidad madrileña (lo que González niega). Por favor, ¿qué había dentro de esas dichosas bolsas blancas?, se preguntan algunos como Manolo Rico.
• En el tercer, el periodista Francisco Mercado escribe en 'El País' acerca de un nuevo documento secreto sobre un alto cargo del Partido Popular de Madrid. En esta ocasión, el vigilado es Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid y mano derecha de Gallardón. La noticia adjunta una serie de transcripciones de los partes de vigilancia sobre Cobo. "Llegada de 'C' a la hora habitual al trabajo, quedándose su vehículo en el interior de la puerta principal. Al no observar movimientos nos retiramos al otro objetivo", reza el documento. ¿A qué otro "objetivo" se refiere?, se pregunta Escolar en su blog. Desde luego, ¿por qué es tan austera y críptica la prosa de los espías? Aún nos hemos quedado con ganas de conocer más detalles.
• En el último capítulo (hasta el momento), 'El País' añade nueva información. En este caso, el diario afirma que "el Gobierno de Aguirre también espió a un consejero afín a Rajoy. Ex agentes a sueldo de la Consejería de Interior vigilaron a Alfredo Prada antes de ser destituido por Aguirre e ingresar en la dirección de Génova".

Una buena estrategia para mantener el interés dramático de cualquier película de cine negro es la de crear dos bandos en representación de valores opuestos, por ejemplo, el bien y el mal. Es algo reduccionista, pero funciona. En este caso, los bandos llevan bastante tiempo diferenciados: el de los aguirristas contra el de los gallardonistas. Sin embargo, renombrados representantes de ambos bandos han sido objeto de espionaje. Entonces, ¿quién representa en este caso el bien y quién el mal?.

Los personajes:

Francisco Granados

Durante el último Congreso Regional del PP madrileño, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior tuvo unas emotivas palabras de agradecimiento hacia su líder, Esperanza Aguirre, al haberle enseñado "los secretos del éxito personal", una prueba de la buena sintonía que hay entre ambos. Por su parte, las relaciones entre Granados y González nunca fueron buenas, según reconoce 'El Mundo' al afirmar que fue Ignacio González el encargado de forzar su cese como consejero de Transportes. "Pasó después a Presidencia, un departamento sin apenas atribuciones, pero luego asumió las de Alfredo Prada cuando éste fue destituido", asegura el diario. Alfredo Prada fue apartado de su puesto pocos días después de entrar a formar parte de la nueva Ejecutiva del Partido Popular confeccionada por Rajoy. Con respecto al espionaje, en cuanto al citado primer acto, Granados se defiende afirmando que sus asesores de vigilancia "hacen contravigilancias y seguridad de edificios y actúan dentro de la ley". En lo que se refiere a la vigilancia a González, el consejero se ha desmarcado con vehemencia y se ha ofrecido a comparecer ante la asamblea madrileña, instando a una pronta aclaración de los hechos.

Esperanza Aguirre

La presidenta de la Comunidad pasó de ser una ministra naif a convertirse en una 'lideresa' inteligente y calculadora, algo así como una Mata Hari atrapada en una película de Berlanga. Es muy apreciada en el ala más dura del partido y son bien conocidos sus impulsos neoliberales, así como sus aspiraciones a alcanzar algún día la presidencia del Gobierno (existen incluso páginas de internet que buscan exclusivamente promover su candidatura para las próximas elecciones, como esperanza2012.com). Hasta el momento, su nombre no ha aparecido muy mezclado con el escándalo de los servicios de espionaje, si bien no es ningún secreto su estrecha conexión con Granados y González. Con respecto a las informaciones relativas al espionaje urdido por Granados, la presidenta acusó al diario 'El País' de "atacar al PP cuando el Gobierno central tiene agotadas todas las posibilidades sobre la crisis", separándolo del caso de espionaje contra su vicepresidente González. Con respecto a éste, la Comunidad que Aguirre dirige se apresuró a interponer una denuncia ante el juzgado de guardia para que sea investigado.

Ignacio González

Elegante y de buenas maneras, es uno de los aliados más fieles y con una trayectoria más larga a la vera de Esperanza Aguirre. Dentro del partido, González ocupa un papel destacado como ariete de Aguirre a la hora de criticar la labor de Rajoy. En el grupo regional ostenta el cargo de vicepresidente y portavoz. Como se ha dicho, sus relaciones con Granados no son muy buenas. En la trama del espionaje, Ignacio González ocupa el papel de víctima perpleja, y ha debido de quedar con una cara de asombro como la del niño del 'Sexto sentido'. ¿Puede confiar en todos y cada uno de sus compañeros de partido? La facilidad con la que los espías obtuvieron imágenes de sus diferentes viajes, y el conocimiento que tenían sobre sus actividades, le han llevado a pensar que los vigilantes son personas cercanas a su entorno. Algunas fuentes de la Comunidad han llegado a conclusiones similares. González ha mostrado su sorpresa ante los hechos, ha calificado de "gravísimo" el seguimiento a su persona y se ha desvinculado de cualquier actividad ilícita.

Manuel Cobo

Se hace difícil encontrar alguna noticia del vicealcalde de Madrid en la que no se le cuelgue el cartel de "mano derecha de Gallardón". Y si no lo creen, prueben a meter esas palabras en google. Verán noticias de hace ya algunos años que se refieren a Cobo. Se presentó como candidato alternativo a la presidencia de Aguirre hace poco más de cuatro años y sufrió una severa derrota. Ha defendido a Rajoy públicamente ante los ataques de Aguirre. De momento, tras conocer que fue víctima de labores de espionaje, ya ha pedido a la Fiscalía de Madrid que investigue las actividades "parapoliciales" a las que fue sometido.

'El País' y 'El Mundo'

El potaje de esta supuesta trama negra no estaría completo sin incluir a los dos periódicos que han puesto más énfasis en reconstruir la historia en base a sus interpretaciones. Por un lado, 'El País', que tiene la sartén de la información y cómo dosificarla por el mango, confirma tajantemente la existencia de los servicios secretos dependientes de la consejería de Interior, encargados de los seguimientos a alcaldes socialistas supuestamente implicados en asuntos de corrupción. "Ex agentes a sueldo de la consejería de Interior hicieron seguimientos al vicealcalde y mano derecha de Ruiz-Gallardón en pleno pulso por el poder en el PP en 2008", afirman. Por su parte, 'El Mundo' realiza una lectura diametralmente opuesta de los acontecimientos, al afirmar en un editorial que el pulso por Caja Madrid es el telón de fondo de la guerra en el seno del PP madrileño. "La publicación de que un ex grupo de policías hacía informes para el consejero Granados [refiriéndose exclusivamente a los informes sobre alcaldes socialistas] puede ser interpretada como una maniobra de distracción. El seguimiento a González va mucho más lejos y apunta a un intento para desacreditarle. No es creíble que Granados haya ordenado ese espionaje. En esta intriga, podría encajar, en cambio, el que una de las causas que motivó la destitución de Alfredo Prada, cercano a Gallardón y protegido de Rajoy, fueron las sospechas de que estaba vigilando a González", decían ayer. Hoy 'El Mundo' abre con el siguiente titular: "La Comunidad denuncia una 'operación de acoso y derribo' contra Aguirre", y sostiene su tesis de que el caso de Caja Madrid tiene gran relevancia para comprender la trama: "'El Mundo' revela hoy que un consejero fiel a Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, avisó el pasado 12 de enero a otros vinculados al PSOE y al PP que iban a salir informaciones sobre Ignacio González en los medios de comunicación".

El desenlace de la historia, según se prevé, todavía queda lejos, tal y como da a entender 'El País' al afirmar que los servicios de espionaje tenían más "objetivos".