Los habitantes de Rafah aún viven con temor, a pesar de la tregua

Paso de Rafah (Egipto).-  Dos días después del último bombardeo israelí contra la frontera entre Egipto y Gaza, los habitantes de la población egipcia de Rafah aún viven con el temor a que se repitan los ataques israelíes destinados a acabar con los túneles que unen los dos territorios fronterizos.

"Las casas temblaban, los cristales de muchas tiendas y casas se hicieron añicos", dice a Efe Noha, dependienta de una tienda de ropa femenina de Rafah situada a unos 200 metros de Gaza, la distancia máxima hasta donde las draconianas medidas de seguridad egipcia permiten aproximarse a la frontera.

Soha, una clienta la interrumpe: "Terror, sentimos miedo y terror, ¿cómo se habrán sentido ellos?", asegura, refiriéndose a los palestinos.

Sin embargo, a pesar de los continuos bombardeos de las pasadas tres semanas, varios habitantes aseguran que aún quedan en funcionamiento algunos túneles, aunque insisten en que no se pueden visitar.

Los ataques israelíes obligaron a decenas de personas que vivían en las casas más próximas a la frontera a dejar sus casas.

Buscaron alojamiento junto a familiares o conocidos en barrios de Rafah o en Al Arish, la capital de la provincia del Norte del Sinaí, donde se encuentra esta ciudad divida en dos por la frontera, según aseguran los habitantes del pueblo que se deciden a hablar con la prensa.

Algunos hablan de los cascotes de los misiles que cayeron en la ciudad y otros enseñan en sus móviles imágenes de las explosiones tomadas en los días pasados.

La mayoría confiesa que a pesar de la tregua que anunciaron Israel y el movimiento palestino Hamás, temen que se vuelvan a repetir las agresiones.

"Cuando quieran volverán a bombardear", asegura Suleiman Abdala, que regenta una pequeña papelería.

A las afueras de Rafah, en el paso fronterizo continúan llegando heridos palestinos afectados por las agresiones israelíes que comenzaron el pasado 27 de diciembre y que no finalizaron hasta el alto el fuego anunciado el sábado por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y que fue secundado horas después por Hamás y varias facciones palestinas.

El director de la unidad de heridos del Ministerio de Salud egipcio en el paso de Rafah, Ahmad Abdelwahab, dijo a Efe que hasta la fecha el número de palestinos que han entrado en Egipto para recibir tratamiento supera los 470.

"Con la tregua esperamos que este número aumente debido a que ahora tienen una mayor capacidad para moverse", dice.

Ochenta ambulancias están dispuestas las 24 horas para trasladar a unos 40 heridos palestinos que diariamente son hospitalizados en el centro de Al Arish y en el hospital militar Mubarak.

Mientras continúa el tráfico continuo de ambulancias, decenas de camiones y vehículos "pick-up" con ayuda humanitaria esperan su turno para cruzar a Gaza.

"Sólo entran medicinas", se queja Husam Shorbagi, un responsable de una organización humanitaria egipcia que asegura que la ayuda alimentaria y los demás bienes de primera necesidad tienen que entrar por el puesto de Kerem Shalom, situado a unos 70 kilómetros al sur y supervisado por las autoridades israelíes.

Algunos de los que aguardan aseguran indignados que en Karem Shalom cobran 200 dólares de impuesto por cada tonelada de ayuda humanitaria que entran.

"Si han matado a centenares de niños ¿cómo no van a ser capaces de cobrar ese dinero?", comenta indignado Mustafa Singer, representante del partido de izquierdas egipcio al Tagamua en el norte del Sinaí.

Entre el tráfico de ambulancias y vehículos, llegan a Egipto las primeras personas que han podido salir de Gaza tras la tregua, pero sólo aquellas que tienen nacionalidad extranjera.