Hillary Clinton dice adiós al Senado y mira ya al Departamento de Estado

Washington.-  Hillary Clinton se despidió hoy del Senado estadounidense tras recibir el apoyo del Comité de Asuntos Exteriores a su candidatura como secretaria de Estado, lo que allana el camino para su confirmación por el pleno de la Cámara Alta.

La hasta hoy senadora demócrata por Nueva York recibió el respaldo casi unánime del Comité de Exteriores, que refrendó, por 16 votos a favor y uno en contra, su nombramiento para dirigir la diplomacia estadounidense.

El único voto contrario fue el del republicano David Vitter, quien, junto con otros colegas conservadores, ha expresado su preocupación por el posible conflicto de intereses derivado de las actividades filantrópicas de la fundación de Bill Clinton.

Ese fue, de hecho, uno de los temas que salió a colación durante la audiencia de confirmación de Hillary el martes, cuando el republicano Richard Lugar dijo que los gobiernos y entidades extranjeras podían ver a la Fundación Clinton "como una forma de obtener favores de la secretaria de Estado".

Lugar pidió el martes una mayor "transparencia" de la fundación, pero Clinton resistió las solicitudes de varios republicanos para que revise un acuerdo alcanzado el 12 de diciembre entre su marido y el equipo de transición del presidente electo de EE.UU., Barack Obama.

El ex presidente Clinton accedió, a raíz de ese acuerdo, a hacer pública una lista de todos los donantes de su fundación hasta la fecha y a revelar de forma anual los nombres de futuros donantes.

Además, se comprometió a someter todas las donaciones futuras a una revisión ética por parte del Departamento de Estado.

Pese a ese contencioso, todos los pronósticos apuntan a que Hillary Clinton será confirmada como próxima secretaria de Estado antes de finales de mes, de ahí que ella misma anunciara hoy su dimisión como senadora, ocasión que aprovechó para hacer un repaso de sus ocho años en la Cámara Alta.

"Me encontré con algunos escépticos a mi llegada", mencionó hoy la ex primera dama estadounidense, quien dijo que durante sus años en la Casa Blanca nunca entendió por qué el Senado tenía tantos recesos, algo que comprendió tras experimentar la que definió como agotadora vida del senador estadounidense.

Recordó también los "devastadores" atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York, el estado que ha representado junto con el también senador Charles Schumer.

Nacida en Chicago, Clinton dijo hoy que a partir de ahora siempre se sentirá neoyorquina.

Aseguró que pese a la nostalgia del momento, lo que quiere es mirar al futuro.

"Estoy entusiasmada con lo que puede suceder durante los próximos años", afirmó, para a continuación expresar su "profunda gratitud a los neoyorquinos" que la eligieron como senadora.

Reconoció que se avecinan momentos difíciles en EE.UU., que se encuentra sumido en una doble crisis económica y financiera y tiene dos guerras abiertas, una en Irak y otra en Afganistán, aunque aseguró mantener el optimismo.

"En estos momentos desafiantes y críticos para EE.UU. sigo siendo una optimista", concluyó.

Clinton insistió el martes en la necesidad de construir un mundo con "más socios y menos adversarios" y expresó su interés en colaborar con Rusia y China y su intención de tender la mano a viejos aliados como Europa, India, Japón y Corea del Sur.

Destacó que EE.UU. no puede resolver por si solo los problemas más acuciantes del planeta, pero insistió en que "el resto del mundo tampoco puede solucionarlos sin América".

Con Obama en la Casa Blanca, EE.UU. pondrá en marcha lo que Clinton describió esta semana como un "poder inteligente".

"Debemos de usar lo que se ha denominado como poder inteligente, la amplia gama de herramientas a nuestra disposición: diplomáticas, económicas, militares, políticas, legales y culturales", destacó.