Valladolid.- Ilusión, alegría y optimismo han dispensado los Reyes Magos a los miles de niños y mayores que esta tarde se han echado a las calles de pueblos y ciudades de Castilla y León para recibir a los sabios de Oriente en su mágico y anual viaje, y renovar así el milagro de la revelación divina al mundo.
La epifanía, una de las festividades más antiguas de la liturgia cristiana, ha tenido esta tarde en Castilla y León sus vísperas en las numerosas cabalgatas organizadas por instituciones publicas y privadas, donde los tres astrólogos han llegado en diferentes medios de locomoción, aunque han escogido el tren como opción preferente.
Ha sido el caso de Palencia, hasta donde se han desplazado los sabios desde la cercana población ferroviaria de Venta de Baños en una locomotora de vapor del siglo XIX, un modelo de manufactura belga, fechado en 1887 y que es el más antiguo de España en circulación, aunque sólo lo hace en circunstancias especiales.
En la estación de Palencia han sido recibidos por la máxima autoridad, Heliodoro Gallego, como alcalde de una capital en cuya provincia los reyes también han visitado a los hijos de los reclusos en el centro penitenciario de La Moraleja, emplazado en el no distante municipio de Dueñas.
Guiados por una estrella, como rezan las sagradas escrituras, los venerables embajadores de Europa, Asia y África han recibido la mirada de asombro y de incredulidad de miles de niños castellanoleoneses, que también han seguido su estela luminosa como ha ocurrido en Salamanca, donde brillaba en lo más alto de la Plaza Mayor para orientar a los primeros adoradores del Dios hecho carne.
Tres tronos y seis carrozas, entre éstas un barco egipcio, han rendido viaje en el ágora salmantino después de alfombrar las calles del casco histórico con seis toneladas de caramelos que, en el caso de Ávila, han tenido en cuenta a los celíacos con un cargamento de dulces especialmente destinado a ellos.
Desde la centenaria terminal ferroviaria de la ciudad de Ávila, titulada del Rey en su timbre heráldico, los monarcas han montado en tres carrozas al frente de un séquito del que también han formado parte, entre otros eslabones, un furgón de correos con las cartas que los niños han enviado a los magos.
A bordo de un convoy tirado por una locomotora "Mikado" han arribado hasta la capital de León Melchor, Gaspar y Baltasar, donde han sido recibidos por las primeras autoridades municipales para protagonizar una cabalgata donde no han faltado los caballos de los carteros, los elefantes de los emisarios reales y hasta un rebaño de ovejas.
No muy lejos de la capital leonesa, en la estación invernal de San Isidro los reyes han llegado en esquís para repartir ilusión y recoger la sonrisa de los más pequeños de Puebla de Lillo, en cuyo término municipal se encuentran las pistas de nieve.
"¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido para adorarle", dicen los textos sagrados que se preguntaron en Jerusalén los Reyes Magos, que también han sido vistos en Soria, la capital más oriental de Castilla y León, donde las asociaciones vecinales se han encargado de engalanar las carrozas de la comitiva regia, que desde el estadio de Los Pajaritos ha desembocado en la machadiana Plaza Mayor.
No ha faltado tampoco la celebración de espectáculos escénicos para amenizar la espera de los miles de castellanoleoneses que se han echado a la calle esta tarde, a pesar de las bajas temperaturas reinantes, para rendir tributo a los astrólogos, que en Burgos han sido despedidos frente al Teatro Principal con una sesión de fuegos artificiales.
El frío no ha mermado la afluencia de personas que en Segovia han recibido a los eruditos e ilustrados visitantes en el itinerario que han seguido desde la fortaleza artillera del Alcázar hasta el bimilenario acueducto romano, donde han recibido el saludo de todos los niños, muchos de los cuales han entregado en mano las cartas a ellos dirigidas.
En la ciudad de Zamora, los tres soberanos han elegido la Universidad Laboral para manifestarse y punto de partida de un recorrido festivo que ha finado en la Plaza Mayor, y del que han sido advertidos los vecinos con un espectáculo de luz y sonido al que ha acompañado una estridente traca de fuegos artificiales.
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