¿Cuál es la 'familia normal'?

Adivina adivinanza. Domingo, 28 de diciembre de 2008. El grupo formado por tres compañeros de piso (un juerguista de 25 años, su novia —una joven auxiliar de administrativo— y el abuelo de ésta) miran con un tanto de ironía la misa que ofrece Telemadrid, la cadena de todos los madrileños. Mauri y Tomás, pareja de homosexuales, tienen puesta la televisión de fondo, los cantos de la misa les relajan, mientras uno lee el periódico y el otro imagina cómo rellenar los papeles para una hipotética adopción de un bebé. Mientras tanto, un matrimonio católico y apostólico ha acudido con sus siete hijos a recibir comunión del cardenal Rouco Varela, con el termómetro de la capital rondando los cero grados, a defender a la familia de Nazaret. La pregunta es... ¿Cuál de todas éstas es la familia normal? Difícil adivinanza. Recuerden que para que una persona sea catalogada de normal debe ser respetuosa con las demás. Quizá para algunos, tiritar en la Plaza de Colón de Madrid para escuchar un discurso más que previsible del señor Rouco no sea un "plan normal" para una mañana de domingo. Casi como el de ver 'La Familia Mata' en Antena 3, los que la ven, ¿quién dijo que esta televisiva familia es desastrosa?

En la plaza de Colón de Madrid hoy se han escuchado frases como:

"La familia cristiana tiene que vencer a la cultura de la muerte". Se refiere el señor arzobispo a "los sacrificados por la crueldad del aborto", a los que denomina "los nuevos Santos Inocentes". No tiene en cuenta Rouco ni las violaciones, ni los descuidos, ni los embarazos que provoca su incesante ataque al uso del preservativo, ni las consecuencias que pueden suponer para una joven adolescente embarazada tener el bebé.

"Los niños necesitan de sus padres. Necesitan del amor de un padre y de una madre para poder ser engendrados, traídos al mundo, criados y educados conforme a la dignidad que les es propia desde el momento en el que son concebidos en el vientre materno: la dignidad de personas, llamadas a ser hijos de Dios". Es decir, las opciones dos padres, dos madres o una madre y un padre ateos o agnósticos ni se contemplan.

"El lenguaje de la creación es claro e inequívoco respecto al matrimonio: un varón y una mujer, el esposo y la esposa que se aman para siempre y ¡dan la vida!". Lo ha dicho también Rouco. Imaginen qué pensarán Mauri y Tomás de lo que han escuchado de fondo. Ellos no pueden "dar la vida". Luego son inútiles, despreciables, inadaptados de la sociedad. No son un matrimonio. Eso, pese a que un concejal de Gallardón les casó el año pasado y tuvieron banquete y hasta cortaron la tarta y les vitorearon con el típico "que se besen, que se besen". Pero no son un matrimonio, ni una familia, ni siquiera casi personas, porque no pueden traer vida al mundo, no pueden convertirse en una familia numerosa, en una de esas "normales" cuyos padres mantienen relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos y llenan la casa de hijos, hasta once, y viven hacinados en literas en un piso de clase "media" del barrio de Salamanca. Entonces, la única solución que tienen para poder mantenerlos es ir a un programa de televisión tipo 'La casa de tu vida' y vender que tienen que estar todo el día con la cartilla de racionamiento para poder llegar a fin de mes. Y que después, todos los espectadores piensen... ¿por qué este hombre no colaboró a la causa de Durex?

Pero, tranquilos, estamos en el siglo XXI y éste es el día de los Santos Inocentes, el día en que se gastan bromas pesadas. Y por eso, Rouco Varela ha querido ser excluyente, ha querido premiar a las tres familias que han sido homenajeadas con cuatro, cinco y ocho hijos respectivamente, y a los abuelos de 18 nietos, y quiere apartar del término familia a los tres compañeros de piso y al matrimonio gay en busca de un hijo al que criar. Sí, todo podría haber sido una broma pesada, pero mañana el discurso seguirá siendo el mismo y no será día 28... Y la pregunta sigue quedando en el aire: ¿Cuál es la verdadera familia normal? ¿La verdadera familia pasa frío para ver a Rouco Varela en camisón y con gorro en la plaza de Colón? Pidámosle a los Reyes un Papa que traiga ideas revolucionarias para la Iglesia. Un Papa que no excluya a una parte de la sociedad.