Hace mucho que esperábamos la doble entrega del genio Clint para este invierno. Primero vendría un thriller de época y más tarde, en febrero, una suerte de revisitación del mito Harry Callahan. La que nos llega esta semana, 'El intercambio' es una película académica que a duras penas sale de la pizarra y que, aun así, divierte y fascina a los alumnos.
Cincuenta y cinco minutos tan largos como los días en el Pekín de Nicholas Ray cree mi admirado Clint Eastwood que necesitamos los espectadores para enterarnos del planteamiento de esta producción tan bien intencionada como fallida por desmesurada en tiempo y narración. Estamos ante un intento de cine clásico si nos atenemos a la forma de la tragedia. Si es tan clásico ¿por qué no arranca? Tiene que pasar una hora para que avance el relato cuando en los primeros minutos ya teníamos claro de qué iba 'El intercambio'. Todo demasiado extenso. O a lo mejor son dos películas, como en un cine de sesión continua, por el precio de una.
Mira que lo siento porque soy un firme admirador de este veterano y tantas veces sabio actor, director y también músico. Basta con citar algunas de la última década: 'Cartas desde Iwo Jima', 'Million Dollar Baby', 'Mystic River'. Aquí en cambio resulta plomizo desde la propia elección de Angelina Jolie encarnando a esa madre que lucha por el reencuentro con su verdadero hijo. Perdonen, pero yo no me la creo ni a ella ni al malísimo capitán J.J. Jones —Jeffrey Donovan— que pretende dar gato por liebre a esa madre, para esconder la holgazanería y la corrupción del cuerpo de policía en los años veinte. Todo maniqueo, manido, y ello a pesar de que nos advierten de que se trata de un hecho real. Christine Collins, la persona real, vivió en Los Ángeles esta sucesión de auténticos dramas que al convertirlos en ficción parecen imposibles, o más bien inverosímiles. Es lo peor que le puede pasar a un relato del género que se quiera. No es real la aventura de D. Quijote en defensa de una Dulcinea imposible y, sin embargo, cuando nos sumergimos en su lectura nos hacemos cómplices de las fantasías del Ingenioso Cervantes. 'El Intercambio' es justo lo contrario y lo siento por más que le den un buen puñado de Oscar. Ellos sabrán lo que se cuecen. Yo espero a la próxima de Eastwood. Ya está al caer. A principios de 2009 la veremos.
Valoración: 4'5/10
Lo evidente es que el niño no se quedó en casa. Y el ogro siempre está fuera, esperando. Produce una cierta incomodidad la visión de los coches, en las imágenes con las que comienza la película, todos tan perfectamente alineados. A la misma distancia de la acera. Y dispuestos a intervalos que tratan de parecer casuales pero que no lo son. Hay algo artificial en todo ello. Como la apariencia descuidada de la moda que es a voces fruto de horas delante del espejo. La sensación de orden. Puede uno imaginarse que Eastwood es eso lo que busca: el orden no es sino el maquillaje del caos, de la amenaza. Y sin embargo esa artificiosidad se comunica a toda la película. Es una sensación, un hormigueo que es más el de los pies dormidos que el de la excitación. Y el ogro.
No es el ogro del cuento, que aparece casi como un accidente de la naturaleza, un tornado, un mono loco con una cuchilla de afeitar: se agradece que el director apenas se detenga en él. Sería hablar del tiempo. Es de quien cuenta el cuento: ése es el ogro. Y ese ogro, el mismo siempre, establecido desde que el Contrato Social nos sacó de la jungla, sin más datos que ver cómo se mueve, cansa un poco. Como cansa el demasiado obvio capitán de la Brigada de Menores, el Jefe de Policía, directamente de 'L.A. Confidential' ¿retrato? ¿un homenaje?, y el equipo completo del hospital psiquiátrico, reclutado en Matthausen. Magnífico, por contra, el inspector que sigue su intuición y su conciencia (Michael Kelly): va camino de ser un nuevo Ed Harris, con el ogro vivo todavía y sabiendo que no está fuera, sino dentro.
Por lo que al ogro se refiere, para que nos conmueva hay que dejarlo entrar; no observarlo como una rutinaria parodia de sí mismo. Hay que abrirle la puerta. (¡Pero claro que he estado a gusto viéndola!)
Valoración: 7'5/10
*Federico Volpini y Dr. Etxea son nuestros colaboradores de cine.
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