Río de Janeiro.- Madonna brilló hoy bajo la lluvia en un abarrotado estadio Maracaná de Río de Janeiro, quince años después de su última actuación, pero, a diferencia de aquella ocasión, olvidó regalar algún guiño a la entregada afición.
En la primera de sus cinco actuaciones en Brasil, la reina del pop siguió casi al pie de la letra el guión de su gira "Sticky and Sweet", que la ha conducido por escenarios de todo el mundo en los últimos meses y que echará el telón definitivo el próximo día 21 en Sao Paulo.
Muchos "fans" esperaban algún detalle como los que realizó en su último paso por Río, en 1993, cuando deleitó al público con una versión en inglés de la "Garota de Ipanema", de Tom Jobim y Vinicius de Moraes, y además se enfundó la camiseta del Flamengo, club de fútbol más popular del país, cuya casa es el propio Maracaná.
En esta ocasión, la cantante se atuvo casi totalmente a los cuatro bloques de música que recorren su evolución artística, desde sus inicios más sensuales y provocativos, a la etapa mística e introspectiva del "Ray of Light" o a su faceta más electrónica y discotequera actual.
Madonna sí ofreció a los 75.000 espectadores la opción de escoger una canción de su repertorio y, por aclamación, cantó "Express Yourself".
Después, se atrevió a improvisar una canción para pedirle a la insistente lluvia que se fuera.
El diluvio que cayó sobre el Maracaná no evitó que varias generaciones de brasileños se entregasen al recorrido de 25 años de carrera musical de la cantante estadounidense, desde sus clásicos "Like a virgin", "Vogue" o "La isla bonita", hasta los temas de su último disco.
La diva saltó al escenario casi dos horas antes de lo programado y después de que calentara el ambiente el "disc jockey" británico Paul Oakenfold.
La reina del pop apareció en el escenario sentada en un trono para comenzar con el tema de su último disco "Candy shop". Después siguió con un dueto virtual con Kanye West, proyectado en las pantallas gigantes, para entonar el "The beat goes on".
Continuó con un frenético espectáculo de luces, vídeos y elaboradas coreografías que siguió demostrando que no le pesa el medio siglo que tiene a sus espaldas.
No obstante, por culpa de la lluvia, que mojó parte del escenario, la cantante sufrió un resbalón y se cayó, aunque se recuperó y continuó el espectáculo con normalidad cantando "She's not me".
Para evitar incidentes mayores, cada vez que la diva acompañaba sus canciones con la guitarra eléctrica, un ayudante aparecía por detrás para protegerla con un paraguas.
Con la temperatura creciente y un público entregado, Madonna llegó al último bloque del espectáculo, el más intenso y vibrante, con temas exitosos como "Like a prayer", "Ray of light" y "Hung up", la participación virtual de Timbaland y Justin Timberlake, para cerrar la actuación en pleno éxtasis con "Give it to me".
Madonna volverá a presentarse mañana ante el público carioca en el mismo escenario, antes de partir para Sao Paulo, donde tiene tres citas en el estadio Morumbí.
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