Berlín.- La canciller alemana Angela Merkel ha convocado hoy en la cancillería a representantes de economía y finanzas con el fin de analizar las medidas contra la crisis y el paquete de medidas destinadas a infraestructuras y la conservación de puestos de trabajo en Alemania.
A la "cumbre de crisis", como la han bautizado los medios alemanes, que comenzará a las 15.00 GMT, han confirmado su asistencia, además de varios ministros de su gabinete, el presidente del banco emisor Bundesbank Axel Weber, el presidente del Deutsche Bank Josef Ackermann y de la Deutsche Telekom, René Obermann.
No se esperan resultados concretos de esta reunión con el vicencanciller Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Finanzas Peer Steinbrück, el de Economía Michael Glos y el titular de Trabajo, Olaf Scholz, ya que Merkel ha rechazado por activa y por pasiva cambios inmediatos en el plan de 32.000 millones de euros aprobados por su gobierno.
En cualquier caso Merkel y Steinmeier defienden como "máxima prioridad" la conservación de puestos de trabajo, en una entrevista que publica hoy el dominical "Bild am Sonntag".
Steinmeier apunta que "invertiremos cada euro con la mayor sensatez posible, para mantener a la gente en las empresas".
La mandataria alemana añade que hoy evaluarán "alternativas para reaccionar ante la crisis en el caso de que ésta empeore".
El programa anti-crisis del gobierno alemán ha sido muy criticado dentro y fuera de Alemania por "demasiado modesto".
El ejecutivo aprobó la inversión de 32.000 millones de euros, lo que equivale sólo a un 1,5 por ciento del PIB alemán en dos años, o sea, la mitad para cada año.
Según el semanario económico "Wirtschaftswoche", Merkel y su gabinete estarían preparando un segundo paquete de medidas para reactivar la economía, para seguir así los pasos de sus colegas europeos, que han tachado a la "locomotora económica" de ser demasiado reticente a la hora de tomar medidas contra la crisis.
No obstante, Merkel prefiere esperar hasta después de la investidura de Barack Obama para presentar el próximo paquete, prosigue el semanario, que cita fuentes del gobierno y del partido cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel.
Este "Plan B" para amortiguar la crisis contemplaría incentivos económicos por valor de 30.000 millones de euros para que los pequeños y medianos ingresos no sufrieran los rigores fiscales con la inflación y las subidas salariales.
También evaluaría un recorte de las cuotas a la seguridad social con el fin de aliviar el bolsillo del contribuyente y fomentar el consumo y un segundo programa de infraestructuras, así como la emisión de bonos de consumo para los más desfavorecidos.
Los sindicatos alemanes reclamaron la semana pasada un plan de ayuda económica de 100.000 millones de euros para los dos próximos años -más del triple que lo previsto por el ejecutivo hasta el momento- como instrumento para atajar la crisis.
Algo que parece proponerse el ejecutivo, aunque todavía no lo haya traducido en cifras, a juzgar por las palabras de Steinmeier hoy en el dominical: "2009 no puede ser el año de los despidos. Tenemos que invertir en el futuro y crear empleo en nuestro país".
Merkel no es sin embargo la única que llama a la cautela y pide esperar hasta el próximo año para ver primero como surte efecto el primer paquete de medidas y como se desarrolla la crisis.
También el ministro del Interior, el democristiano Wolfgang Schäuble, insta a no "proponer cada día cosas nuevas" y caer así en el "caos", en una entrevista con un diario alemán.
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