La verdad es que el título sonaría mejor en su idioma: "Who the hell is Seth Rogen?". Además es muy propio de él. Le gusta jurar y maldecir. Lo cierto es que, aunque no conozcan su nombre, les debería sonar su cara. O quizá no. Depende de qué tipo de cine consuman. Lo cierto es que Rogen no hace dramas. Nunca ha trabajado con Meryl Streep ni con Spielberg y, sin embargo, en su país es un 'jefe'. Me pregunto si habrá algún portal americano en el que ahora mismo estén escribiendo un reportaje titulado "¿Quién diantres es Miguel Ángel Silvestre?". Bueno, si nos ceñimos al aspecto físico, quizá sería algo más cercano a "¿Quién rayos es Pepón Nieto?", sólo que mucho más taquillero, mucho más cotizado. Bueno, a lo que íbamos.
El fenómeno Rogen no es habitual. No salió de ninguna de las dos grandes canteras del humor estadounidenese; ni del 'Saturday Night Live', como los Adam Sandler, Mike Myers, Will Ferrell, Ben Stiller o Steve Martin, ni del 'In living color', plataforma de Jim Carrey, aunque sí que empezó de monologuista. Fue en un concurso de 'stand up comedy' semejante a nuestro ‘Club de la Comedia’, allá por su Vancouver natal. Y de ahí a la tele, pero en formato precintado, en una serie producida por el visionario Judd Apatow que duró una sola temporada y que recientemente ha adquirido la categoría de mito, 'Freaks and geeks'.
En aquellos primeros compases, nuestro endemoniado sujeto de estudio fue contratado simplemente como actor. Y digo "simplemente" porque su potencial como insobornable improvisador le sirvió para firmar su siguiente proyecto televisivo, la serie 'Undeclared', en calidad de guionista. Poca presión tuvo que hacer Apatow, que por aquella época ya se había convertido en su padrino artístico, para que le dieran también un papel como actor. Nuevo éxito de crítica y nuevo fracaso popular. Y de ahí al 'Show de Ali G', uno de los alteregos de Sacha Baron Cohen, quien más tarde se haría mundialmente famoso con las aventuras cinematográficas de Borat Sagdiyev, reportero kazajo y misántropo que se atrevió a secuestrar a Pamela Anderson con cámara oculta. Pues bien, Seth participó también allí como guionista no acreditado. A nadie se le debían caer los anillos, allá en el lejano 2006, si su nombre le sonaba a chino. Lo gordo vino después.
Los códigos de la comedia norteamericana nos suelen resultar algo desconocidos. Mucha mixtura de la cultura popular de allí: cafés en Starbucks, almuerzos en cafeterías de carretera y jornadas lúdicas en el béisbol. A pesar de la gran potencia colonizadora de algunos de sus iconos, la comedia la venden peor que una buena fantasmada llena de explosiones y acribillamientos, aunque hay cómicos que, no sin problemas, han conseguido hacerse un nombre propio en el acervo cultural español. Jim Carrey y Ben Stiller son ya tan famosos para los adolescentes de la actualidad como para sus padres lo fueron Stallone y Schwarzenegger. Pero cuesta llegar. Steve 'Superagente 86' Carell se está consolidado después de muchos esfuerzos y a Rogen aún le falta un poquito.
Pero sólo un poquito, porque en 2007, con 'Supersalidos', una comedia autobiográfica de instituto en la que el que debería haber sido su papel lo interpretó Jonah Hill, fue la artífice de la segunda gran reivindicación yanqui de su cine casposo ochentero tras la tentativa de 'American Pie'. Él se reservó un papel secundario de poli al estilo Torrente. Aquel gran Blockbuster fue casi inmediatamente refrendado por 'Lío embarazoso', segunda película a las órdenes de Apatow (tras 'Virgen a los 40'). El director se consagró como el heredero tácito de John Landis y Rogen como la gran esperanza blanca.
El viernes pasado llegó a nuestras pantallas 'Superfumados', su segunda película como protagonista principal, escrita de nuevo por él (al alimón con su eterno compañero Evan Goldberg). En ella da vida a un citador judicial porrero que es testigo accidental de un asesinato y donde su pachorrez inicial acaba dando lugar a la construcción de un nuevo superhéroe 'bronsoniano'. Todo exceso, mucho margen para la autoparodia y escenas trasroscadas abonadas para las carcajadas más escandalosas.
Sin labio superior, cara de zampadonuts y fisonomía acusadamente judía, su porte, poco apetecible en principio, ha sido potenciado (sobre todo) por Judd Apatow para convertirle en el neo sex symbol del siglo XXI. Rollizo, descuidado y con una higiene claramente mejorable, es el espejo de todos los desheredados de la tierra, un modelo a seguir que predica una forma de vida pasota y nada pendiente del qué dirán. Sólo él es capaz de hacer soñar a todos los 'nerds' de occidente con un futuro al lado de la chica rubia.
El relevo natural de Adam Sandler, con quien protagonizará el próximo verano 'Funny people', comparte con él su querencia por el estilo 'deadpan' (forma monótona de contar chistes sin mostrar emociones faciales). Pero él, de quien es verdadero fan es de Kevin Smith, de quien ha dicho que es la razón por la que se hizo escritor. Poco queda para que veamos lo que han parido conjuntamente en la inminente 'Zack and Miri make a porno', el nuevo intento del director de 'Clerks' de ponerse tierno, esta vez intentado bordear el ridículo que cometió con 'Jersey girl'. Rogen, se lo digo desde ya, vayan quedándose con él, le da mil vueltas a Ben Affleck.
*Alberto Moreno es uno de nuestros colaboradores de cine
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