¿Qué es lo más eficaz para evitar accidentes cuando vamos en bici en ciudad? Intermitentes, retrovisores electrónicos, señales luminosas son algunos de los últimos dispositivos en seguridad. Recuerda: aquí si hay un muñeco de pruebas de accidente ('dummy') eres tú mismo. La seguridad es fundamental, y no sólo la física; organizaciones catalanas recomiendan protegerse también desde el punto de vista jurídico ante los accidentes: Si eres un habitual del sillín: ¿Te has planteado tener un seguro de responsabilidad a terceros?
Aunque parece extraño, esto mismo es lo que propone la asociación 'Amics de la Bici' y la Federación Catalana de Ciclismo. Según datos de la Guardia Urbana de Barcelona, en 2007 se registraron en la Ciudad Condal 413 accidentes en los que se vio implicada una bicicleta y en los que se produjeron heridos, un número que puede ser más elevado si se contabilizan los sucesos en los que no se produjeron daños personales. 'Amics de la Bici' ofrece este servicio a sus asociados de forma gratuita y a unos cuatro euros anuales con una franquicia de 90 euros al resto de miembros de Conbici. Para Albert García, portavoz de 'Amics de la Bici', estar protegido ante posibles daños a terceros "puede ayudar" a desterrar la imagen de que los ciclistas causan malestar a los peatones, cuando son mucho más numerosos los accidentes causados por los vehículos a motor.
Según el código de circulación, las luces son obligatorias para circular por la noche, en túneles..., y durante el día es obligatorio llevar un catadrióptico o reflectante rojo atrás y otro blanco delante. Una luz delantera blanca y una trasera roja nos sirven para marcar nuestra posición.
Cada vez son más populares las que usan leds de última generación que consumen poco y tienen una gran autonomía. Las luces normalmente están alimentadas por pilas, acumuladores o dinamo (ésta puede ser convencional o en buje). Las conocidas como "ojos de gato" son también muy útiles porque reflectan la luz externa. Otro invento que puede darnos aún más visibilidad es 'Pedalite', un pedal con luces que recoge energía con la rotación del perno del pedal y la almacena para iluminar incluso cuando el ciclista ha dejado de pedalear.
Miguel Santalices, propietario de 'Espaibici', una tienda de Barcelona especializada en ciclismo urbano, cuenta que hay clientes que se resisten a llevar las luces en su bici. "Yo no necesito luces porque no circulo de noche", le dicen. "Esto no deja de ser un error, porque no circulamos de noche siempre que no nos pille la noche. Siempre hay que ir con la previsión de que a lo mejor algún día circulamos de noche. Es como decirle a una moto o a un coche tu sólo lleva las luces si pretendes conducir de noche", explica Santalices.
Una opción muy recomendable para hacerte ver a la hora de realizar giros son los intermitentes. La marca 'bicignals' ofrece un modelo sin cables en el que las luces delanteras se sincronizan con las traseras. Estos intermitentes son desmontables y se fijan fácilmente al manillar y al sillín. El faro delantero y el piloto trasero son de leds potentes y llevan reflectores. "Para mí es uno de los mejores inventos", asegura Pepe Morán, que recorre cada día 20 kilómetros en su bici con estos dispositivos.
Para aumentar tu visibilidad, puedes añadir a tu bicicleta un retrovisor que se ajusta al manillar. La próxima novedad en espejos para bicicletas podría ser el iPod retrovisor, en el que trabajan la empresa Cannondale y D-Tank. El mecanismo consistiría en integrar un iPod colocado en el manillar y conectado a una cámara situada detrás del sillín. El ciclista podría ver a través del iPod lo que ocurre a sus espaldas. Con un funcionamiento similar al que plantea el iPod, existen otros prototipos de retrovisores electrónicos que pueden incluso resultar peligrosos ya que el ciclista debe mirar hacia abajo para visualizar la pantalla.
Santalices considera que siempre que nos movamos entre los peatones, utilicemos un timbre o una bocina claxon para avisar de nuestra llegada. Por menos de diez euros se puede encontrar una amplia gama de timbres.
Cuando se circula de noche, es importante llevar alguna prenda con bandas reflectantes para que los demás vehículos nos vean. En el mercado hay una gran variedad de accesorios que incorporan algún tipo de reflectante, desde brazaletes, rodilleras, chalecos, impermeables, cintas elásticas que se utilizan para sujetar los bajos del pantalón holgados, guantes, bufandas e incluso mochilas. "Utilizar un reflectante de calidad nos asegura que se nos empiece a ver desde una distancia de 150 metros, siempre que como mínimo queden de una forma visible seis centímetros de la cinta reflectante del Buff".
Esta medida es obligatoria cuando se circula en bici por vías interurbanas. El casco está formado por una capa gruesa de espuma de plástico de poliestireno firme, que se comprime en caso de un posible impacto absorbiendo la fuerza del golpe.
Básicamente hay dos tipos de casco para los ciclistas: los de cubierta dura que aunque son más pesados y dan más calor, cuentan con una capa exterior de plástico o fibra de vidrio que protege contra la penetración de objetos punzantes; y los cascos de cubierta suave fabricados con una capa de poliestireno muy gruesa cubierta con tela o un recubrimiento superficial. Según la OCU, el riesgo de lesiones en caso de caída de la bicicleta se reduce hasta un 85% si el ciclista lleva puesto el casco. No obstante, si un coche circulando a 46,5 km/h choca contra un ciclista a 20 km/h el impacto que éste recibe es una fuerza equivalente para elevarlo hasta el piso decimotercero de un edificio. Frente a esta realidad el casco de bicicleta no puede ofrecer protección alguna.
Existen modelos de guantes que incluyen algún tipo de goma o gel para amortiguar una posible caída y evitar lesiones. Este tipo de guantes también son útiles para proteger al ciclista de esas pequeñas vibraciones que se producen sobre todo en bicicletas que no cuentan con amortiguación delantera. Con el tiempo, esta protección podría impedir lesiones de muñeca derivadas de repetidos microtraumatismos que se van acumulando en distintas zonas con el paso del tiempo como el síndrome del túnel carpiano o la neuritis cubital.
Es imprescindible poner a punto nuestra bicicleta. "Tenemos el problema de que seguimos viendo la bici como un juguete y nos pasamos 20 años sin pasar una revisión, pensando que este puede ser el vehículo ideal para ir al trabajo. Esto se puede convertir en una trampa: puede convertirse en una bici poco ágil, no pensada para la ciudad, con mala visibilidad, con frenos malos...", advierte Santalices
Para este experto en bicis urbanas, "el problema es que el respecto hacia el más frágil no existe en la carretera, la gente piensa 'yo soy el más fuerte y tú vas a frenar". Por esta razón hay que tener mucha precaución cuando vamos pedaleando. "La solución está en pacificar el tráfico, faltan carreteras con vías paralelas con ciclistas, patinadores, gente que haga jogging..., porque lo que realmente crea conflicto es la diferencia de velocidad".
Para Santalices, "la bicicleta de por sí es un vehículo muy seguro, la velocidad a la que nos desplazamos nos permite reaccionar. Cuando realmente nos vemos desprotegidos es en carretera, donde el tráfico puede ser mucho más rápido que nosotros. La seguridad de la bicicleta es más una defensa hacia los demás vehículos que no unas necesidades de la bici en sí".
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