Manresa (Barcelona).- Manresa (Barcelona), 29 nov. (EFE).- El Ricoh Manresa tiene mañana, ante el Vive Menorca, dos objetivos primordiales. El primero es conseguir la segunda victoria de la temporada lejos de su pabellón y el segundo, es hacerlo en una pista en la que solo ha tenido malas experiencias.
Todos recuerdan en Manresa el partido a vida o muerte en Menorca que decidió el último descenso de los catalanes y ahora, con un Manresa en puestos de la eliminatoria por el título y un Menorca con dos victorias en nueve partidos, parece una buena ocasión para quitase la espina.
Aún así, el entrenador del Manresa, Jaume Ponsarnau, comenta que "vamos a Menorca con tranquilidad pero también con ambición, a intentar competir, contra un rival que en la pretemporada en su pista fue muy superior a nosotros y la ambición con la que queremos afrontar este partido es intentar cambiar aquella impresión y lograr una nueva victoria que al final es lo que cuenta".
Ponsarnau también recuerda que "el pabellón del Menorca es uno de los más, o el más, caliente de la liga, capaz de despertar en momentos concretos unas emociones que el Menorca tiene totalmente dominadas y se encuentra muy bien y son momentos en los que aprovecha para decidir los partidos".
Por todo ello, el técnico catalán considera que "nos encontraremos un Menorca durísimo, que intentará desplegar todas sus virtudes en la pista y tenemos que estar preparados para enfrentarnos al mejor Menorca".
El Ricoh viaja con toda la plantilla al completo, después de conseguir una trabajada victoria en casa ante el Estudiantes, en un partido en el que no brilló el jugador franquicia Josh Asselin pero que se suplió con la buena actuación de Tuky Bulfoni y Guillem Rubio.
El entrenador del conjunto catalán asegura que "las cosas están saliendo más o menos bien". Sobretodo, se muestra satisfecho porque "tenemos un margen de mejora y de crecimiento".
Ponsarnau apunta también que "somos un equipo que consigue ser incómodo para los rivales y que cuando salimos a la pista intentamos jugar un ritmo alto. No estamos jugando bien en ataque, nuestros porcentajes tampoco son del todo buenos pero lo intentamos y creo que esto es un factor positivo de cara a gente que interpreta nuestro juego".
A nadie se le escapa que tal como van las cosas hay quien piensa en un Manresa con un puesto para la Copa. Ponsarnau en cambio asegura que "si hay un momento que se debe valorar estas opciones es después de la jornada 16 ya que en la 17 descansamos y quizás podremos verlo con otra perspectiva". Hasta entonces, "lo que debemos es ir partido a partido".
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