Bogotá.- Bajo el lema "Por la vida y la libertad, los queremos en casa esta Navidad", miles de personas marcharon hoy en varias ciudades del mundo para exigir la liberación de los secuestrados en Colombia, en respuesta a una iniciativa de la ex rehén de las FARC Ingrid Betancourt.
Desde Madrid, Betancourt recordó "a aquellos hermanos (...) que están sufriendo porque los han secuestrado, a los que están encadenados por el cuello a un árbol, incomunicados, descalzos y pidiendo permiso".
Además, pidió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que "entiendan y vean el repudio del mundo entero por lo que hacen".
Aunque menos multitudinaria que las tres anteriores movilizaciones de este año, la de hoy se hizo eco de la convocatoria de la ex candidata a la Presidencia colombiana, quien al recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en octubre aseguró que "el momento más duro para los secuestrados es la Navidad".
La colombo-francesa aprovechó hoy para agradecer al mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, y a los gobernantes de Francia, Nicolás Sarkozy, y España, José Luis Rodríguez Zapatero, "un dúo extraordinario que permitió que en Europa se abrieran los corazones" hacia los secuestrados en su país.
A pesar de que el público rechazó el agradecimiento al jefe de Estado de Venezuela, Hugo Chávez, por su papel en la liberación de un grupo de seis secuestrados, Ingrid aseveró: "Colombia necesita que los corazones sean diferentes, que actuemos con amor y sin resentimiento".
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, expresó durante el acto su convencimiento de que entre todos se logrará "que no haya más secuestrados en este mundo que quiere la paz y la libertad".
Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, destacó que la capital española sabe "lo que es sufrir la pérdida de libertad y los secuestros".
Ya en Colombia miles de ciudadanos salieron una vez más a la calles de las principales ciudades del país para exigir la liberación de los rehenes de la guerrilla, mientras las campanas de las iglesias retumbaron a lo largo y ancho de la geografía colombiana.
La ex candidata a la Vicepresidencia Clara Rojas, compañera de cautiverio de Betancourt, y el ex congresista Luis Eladio Pérez, quienes recuperaron la libertad en enero y febrero, respectivamente, marcharon en Bogotá, mientras el cantautor Juanes lo hizo en Medellín y Uribe en Sucre (norte).
En declaraciones a Efe, el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, reiteró hoy la disposición del Gobierno a un acuerdo con las FARC para conseguir la libertad de 28 militares, policías y políticos considerados como "canjeables".
Sin embargo, se mostró "poco optimista" de que ese grupo insurgente se conmueva frente a las marchas, toda vez que "han demostrado tener poco sentido humanitario".
Pese ello, Santos consideró "muy importante mostrar que esta es una sociedad que está unida contra la violencia", porque "como colombianos nos duele la suerte de estos ciudadanos que están pudriéndose por cuenta de las FARC en las selvas".
Desde Suiza, el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, destacó que "el mundo entero tiene que pedir la liberación inmediata de estos secuestrados", al tiempo que insistió en que el Gobierno de Uribe está comprometido en lograr dicho objetivo "lo antes posible".
Yolanda Pulecio y Astrid Betancourt, madre y hermana de la dirigente política colombiana, estuvieron acompañadas en París por unas 50 personas que se unieron al clamor portando carteles con los rostros de algunos de los rehenes de la insurgencia colombiana.
Durante la marcha de Londres, la embajadora de Colombia en Reino Unido, Noemí Sanin, dijo que aunque "las FARC están debilitadas", el terrorismo es "muy cobarde y audaz".
Con una vela en mano para iluminar a los rehenes "en sus oscuras horas" y en compañía de medio centenar de personas, el embajador colombiano en Italia, Sabas Pretelt de la Vega, aseveró en Roma que el secuestro es un delito de lesa humanidad que nunca han podido entender.
Días antes el Papa Benedicto XVI suplicó a Dios que acabe con "el flagelo" del secuestro en Colombia y pidió que se logre "pronto la concordia y la paz en esa amada nación".
Los colombianos residentes en otros países latinoamericanos también marcharon en respuesta al llamado de Betancourt, rescatada el pasado 2 de julio en la "Operación Jaque" del Ejército colombiano junto a tres estadounidenses y 11 soldados y policías, luego de seis años en poder de las FARC.
Así, la Avenida Paulista de Sao Paulo fue el escenario en el que se concentraron para entregar cartas que el consulado colombiano enviará al programa radial "Las voces del secuestro", con el objetivo de que los mensajes de esperanza lleguen a los cautivos.
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo a través de su portavoz, Iván Canelas, que "quienes están ilegalmente retenidos por grupos al margen de la ley en Colombia deben ser liberados", ya que es "gente inocente que en muchos casos no tiene nada que ver en la lucha política".
En Panamá rezaron por la libertad, mientras que en El Salvador Carlos Camacho, representante de la comunidad colombiana, resaltó que "el secuestro es un crimen atroz y nada puede justificar las condiciones infrahumanas en que mantienen a los rehenes", exponiendo sus vidas.
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