LOS ÁNGELES.— Hasta que no me compré un coche nuevo en Santa Mónica (California), no conocía la existencia de los PZEV ('Partial Zero Emissions Vehicle'). Cuando fui al concesionario con mi pareja, nuestra idea era adquirir un modelo clásico 'Subaru Forester', pero Jason, el vendedor, nos explicó que por unos 500 dólares más tendríamos un PZEV. Nuestra primera reacción fue ahorrarnos ese dinero y entonces Jason insistió: "No habéis entendido, en California sólo se vende con PZEV". Así que, sin saber qué querían decir realmente esas cuatro letras mágicas, ahora tenemos uno de ellos aparcado en la puerta de casa. Quién se atreve a desobedecer al gobernador Schwarzenegger.
El PZEV se define como un "vehículo de casi cero emisiones". ¿Casi cero emisiones? Sí, suena muy bien. Sin embargo, luego descubrí que ésto no es del todo verdad, tiene truco. Al parecer, este coche que tengo aparcado en mi calle genera un 90% menos de emisiones nocivas para la salud que un gasolina convencional, lo que se refiere a gases como el monóxido de nitrógeno (NO) o las partículas en suspensión generadas en la combustión. Según 'California Air Resources Board', los gases que expulsan los PZEV son más limpios que el propio aire de algunas ciudades contaminadas. Sin embargo, tras la sorpresa inicial por mi gran compra, comprobé más tarde con desilusión que como todo gasolina no deja de emitir CO2 , uno de los principales responsables del cambio climático.
Los PZEV cuentan con motores capaces de reducir casi por completo las emisiones causantes del esmog en las ciudades. En un coche de gasolina convencional, los humos de los gases que no se han quemado escapan a través de las entradas de aire cuando la maquinaria está apagada. Para evitar esto, estos vehículos PZEV están equipados con un sistema de filtros que absorben esas emisiones del hidrocarburo. Además, los inyectores de combustible de un PZEV están más ajustados entre sí para no dejar escapar los gases del tanque de combustible. Y el convertidor catalítico y el módulo de control del motor también incluyen cambios para reducir la emisión de gases nocivos para la salud.
La principal desventaja de este vehículo comparado con un coche eléctrico es que al seguir funcionando con gasolina, no deja de depender de los altibajos del petróleo y tampoco paraliza las emisiones de dióxido de carbono (CO2). A diferencia de las partículas en suspensión o el monóxido de nitrógeno, el CO2 no es directamente dañino para la salud, pero sí uno de los principales causantes del calentamiento terrestre.
"Cualquier cambio que se introduzca en un vehículo para mejorar la calidad del aire es bienvenido", explica Evangelina Nucete, de la organización ecologista WWF/Adena. Sin embargo, como advierte, hay que tener cuidado con el marketing de las empresas que venden todo como 'verde'. "Nuestro mensaje es que esta tecnología no es una solución a medio y largo plazo para el cambio climático, tenemos que invertir más en híbridos y coches eléctricos que de verdad sean cero emisiones. Hay que conseguir no depender de los coches que utilicen combustibles fósiles".
El gobierno de Arnold Schwarzenegger impulsa la venta de estos coches bajos en emisiones nocivas para la salud como parte del programa que lleva desarrollando desde 1990 para mejorar la calidad del aire en California, donde muchas ciudades se ahogan bajo la neblina del esmog, y hasta ahora, están teniendo una buena acogida entre la sociedad y el mundo de la medicina. Un estudio publicado por Sociedad Pulmonar Americana asegura que si en 2030 California fuera un estado totalmente PZEV se ahorrarían 142.000 millones de dólares en cuidados sanitarios y se evitarían cada año la muerte de 300 personas por enfermedades pulmonares, 260 bronquitis agudas y 7.000 casos de asma —sólo en este estado—.
Otras marcas automovilísticas también han puesto sus PZEV a rodar por las carreteras de California: Chevrolet Cobalt, Ford Focus, Honda Accord y Volvo S70 son algunos de los modelos que están disponibles si estás dispuesto a pagar un poco más. Se calcula que hasta el momento hay 500.000 PZEV en California, pero se espera que la cifra vaya en aumento si la crisis del sector lo permite. El objetivo es llegar a los tres millones en 2012. Los resultados han sido tan buenos que otros estados han adoptado la regulación de California y ya se pueden comprar 'Parcial Zero Emisiones' en Maine, Massachusetts, Nueva York o Vermont. Además, se cree que otros muchos estados se apuntarán en el futuro.
Pero no sólo los PZEV acompañan a Schwarzenegger en su cruzada para hacer de California un lugar más 'verde'. La crisis también le ha echado un cable cambiando los gustos respecto a los coches. Según publica Economist, ahora se demandan coches pequeños y que consuman poco. Los altos precios de la gasolina del verano pasado marcaron un antes y un después a la hora de decidirse por un vehículo. Los estadounidenses solían preferir modelos todoterreno de dimensiones impensables en Europa. Ahora te das una vuelta por Malibu, Long Beach o Santa Mónica y te encuentras con infinidad de Mini Coopers, New Beetle y modelos en general mucho más pequeños de los que encontrabas en el pasado. Además, la crisis ha reducido mucho las horas de los californianos al volante porque en lugar de ir de compras o acudir a grandes lugares de ocio —por supuesto en coche— buscan alternativas para no salir a gastar.
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